No todo lo que parece perfecto lo es, aunque la vida de Candy Montgomery (Elizabeth Olsen), en principio, lo era. Al menos de acuerdo a los estándares de perfección de la sociedad estadounidense de finales de la década de los 70 y principio de los 80. Así lo reflejan los primeros episodios de Love & Death, una de las últimas miniseries de HBO Max basada en la historia real de una pequeña comunidad metodista de Texas y un crimen que sacudió no solo los cimientos del vecindario, sino también el estilo de vida norteamericano de sus habitantes.
Alerta spoilers, pero también contexto. Para poder analizar en profundidad qué es cierto y qué no de lo que cuenta Love & Death hay que destripar la serie. No solo lo que sucede, sino también cómo se construye el relato desde el punto de vista de Candy. Lo esencial es que ella está hastiada por tener un matrimonio sin pasión, sin compartir experiencias, y con una vida enfocada únicamente en las responsabilidades del hogar. Así, decide tener una aventura extramatrimonial. Y no con cualquier persona. La tendrá con Allan Gore (Jesse Plemons), su vecino. “¿Te interesaría tener una aventura?”, le dice, y así comienza todo.
Otro elemento importante de Love & Death, que coincide con la historia real, es sobre la mujer de Allan y amiga de Candy: Betty (Lily Rabe). Esta no es muy querida por los vecinos de su comunidad metodista, hasta el punto de protagonizar algún que otro enfrentamiento con el nuevo pastor de su iglesia, Ron Adams. Este detalle será determinante para cambiar el curso de la vida de Candy.
De la aventura sentimental a los 41 hachazos que acabaron con la vida de Betty
Love & Death no escatima en detalles. La serie emplea todos los elementos conocidos de la historia real de Candy, Allan y Betty y los desgrana uno a uno, aunque añade dramatismo y se permite alguna que otra licencia en el guion. Aun así, los hechos fundamentales, como que Candy y Allan mantuvieron una relación sentimental durante unos meses a espaldas de sus parejas o que Candy termina asesinando a Betty, son certeros. O al menos así contaron la historia los medios estadounidenses a mediados de los 80.
El medio que se encargó de cubrir este suceso durante la investigación del asesinato y el posterior juicio de Candy fue el Texas Monthly. Este ha mantenido el texto original de Jim Atkinson y John Bloom, los periodistas que narraron la historia de Love & Death en enero de 1984 en dos partes.
La narración que hace Love & Death del crimen real
Tal y como recoge el relato periodístico y como cuenta Love & Death, Candy visitó a Betty una mañana mientras hacía unos recados para recoger un bañador. Betty la recibió, pero en ese momento decidió confrontar a Candy y preguntarle si tienía una aventura con Allan, su marido. Candy respondió que no, pero terminó confesando que la tuvo en el pasado. En ese momento Betty fue a otra habitación y cuando volvió sujetaba un hacha. Las mujeres se enzarzaron en una pelea y cuando Candy se hizo con el poder del arma, le asestó 41 hachazos a Betty, que acabó muriendo desangrada. “Cuarenta de ellos ocurrieron mientras el corazón de Betty Gore aún latía”, recogen los periodistas del Texas Monthly.
No obstante, para que esto terminara reflejándose en la serie y para que los periodistas pudieran conocerlo, Candy tuvo que pasar por un proceso que acabaría dando la clave a Don Crowder, su abogado, para formular su defensa en el juicio: fue atendida por un psiquiatra e hipnotizador que destapó un trauma infantil. Y una expresión: “Shhh”, hacerla callar, que Betty empleó contra ella y que despertó en Candy su instinto asesino, ya que fue la misma que usó su madre en su infancia al darle una paliza.
El trauma infantil, la ira interna y ser una de las vecinas más queridas salvaron a Candy de ser declarada culpable
La serie de Love & Death vuelve a ajustarse una vez más al relato de los periodistas del Texas Monthly al contar cómo fue el proceso del arresto y del juicio de Candy Montgomery. La policía no comenzó a sospechar de ella hasta que Allan Gore les dio una pista: habían tenido una aventura extramatrimonial. Una afirmación –que en principio ocultó– cargada de significado ya que convirtió a Candy en la principal sospechosa al darle un motivo para asesinar a Betty. Cuando todo esto sucedió, Don Crowder, vecino de la localidad, se ofreció para ser el abogado de Candy, al igual que en la historia real.
Los periodistas del Texas Monthly cuentan cómo Don hizo que Candy visitase un psiquiatra, también conocido por sus dotes de hipnotizador, ya que necesitaba saber los detalles de lo que sucedió realmente. Al visitar al psiquiatra, Candy descubrió un trauma de su infancia, un episodio de violencia relacionado con su madre, lo que le garantizó a Don una posible defensa para su clienta.
En el juicio real, Candy no dejó entrever muchas de sus emociones, contó una y otra vez lo que sucedió el día que mató a Betty Gore y, salvo algún chillido, exaltación o lloro momentáneo, mantuvo la compostura. Algo que muestra de forma muy similar Love and Death. Tanto Candy como Don apelaron a que todo fue en defensa propia, que ella no quería que sucediera. Y reconstruyeron la imagen de Candy como ama de casa perfecta, mujer ejemplar, madre comprometida y fiel de la iglesia.
Fue por ello, y porque la imagen de Betty no estaba tan bien considerada por la comunidad como la de Candy, que esta acabó siendo declarada como no culpable por el juzgado. A pesar de haber confesado su crimen y de haber obstruido la investigación.
- HBO Max: ‘Love & Death’
- Texas Monthly: ‘Love and Death in Silicon Prairie, Part I: Candy Montgomery’s Affair’
- Texas Monthly: ‘Love and Death in Silicon Prairie, Part II: The Killing of Betty Gore’