3 de marzo de 1969. Tal día como hoy hace 51 años, 3 hombres se dirigían al espacio. No eran ni los primeros ni los últimos. Apolo 9 tenía la misión de desacoplar el Módulo Lunar, realizar sus primeras maniobras sin gravedad y volver a acoplarse.
Los otros Apolo
Puede que por la misión, Apolo 9 fuera un lanzamiento que a día de hoy no sea muy recordado. Con Apolo 8 el hombre ya había “visitado” la Luna por primera vez, con Apolo 10 se acercó al satélite, con Apolo 11 el hombre pisó la Luna… Entonces ¿fue tan relevante Apolo 9?
La respuesta es sí. Apolo 9 fue lo que en un principio sería Apolo 8 pero no llegó a ser. Este cambio de planes de apenas unos meses se debió a la imperiosa necesidad por hacer a Spider lo más ligero posible. Este artefacto no llegó a ser lanzado en Apolo 8 y Borman, Lovell y Anders partieron a la Luna sin intención de abandonar el cohete en vehículo.
Cuando el Módulo Lunar estuvo listo, el cohete Saturno V lo llevó al espacio y, una vez fuera del campo gravitatorio terrestre comenzaron las pruebas. James McDivitt y Russell Schweickart quedaron encargados de manejar el Módulo Lunar, mientras su compañero David Scott permanecía bajo la misión de aguardar en la nave principal y prestar soporte a sus compañeros.
En las misiones anteriores había dos puntos de comunicación: la sede en tierra llamada Houston y la nave espacial, que siempre se había identificado como Apolo. Sin embargo esta misión planteaba una situación diferente: si Apolo se iba separar en dos partes, esas partes iban a necesitar identificadores diferentes. El del Módulo Lunar estaba claro: Spider. No había más que ver la estructura del artefacto consistente en un cuerpo y 4 patas de apoyo para coincidir con los astronautas en que recordaba a una araña. El de la nave base estaba más asociado a un momento específico. Cuando ésta estaba envuelta en una lona de plástico para ser protegida, la protección le daba un color irisado. Alguien comentó que recordaba a una chuchería, y se quedó con ese nombre: Gumdrop.
¿Qué tenían que hacer Spider y Gumdrop?
Ahora que ya tenemos las partes identificadas, vamos con el desarrollo de la misión. El principal objetivo era probar el sistema de comunicación entre Spider y Gumdrop en el espacio. Para ello se separaron hasta unos 200 kilómetros comprobando que todos los equipos funcionasen correctamente. El más importante fue el de motores de Spider.
El Módulo Lunar funcionaba con dos motores: el de descenso, regulable a fin de alunizar lo más suavemente posible para evitar que las patas de Spider, que en la Tierra apenas mantenían su peso, se partieran con un fuerte impacto: y el motor de ascenso. Éste no era regulable: desarrollaría toda su fuerza en el instante del arranque y dicha fuerza debía ser suficiente para sacar a los dos tripulantes de la órbita lunar. Similar a un cañonazo: el proyectil no tendría propulsión constante y depende del único empujón que le proporciona el cañón.
Una vez realizadas estas pruebas, fue fundamental la maniobra de acoplamiento. Esta tenía que ser doble y ambas partes requerían una compenetración perfecta. McDivitt y Schweickart debían acercar Spider a Gumdrop cautelosamente mientras Scott realizaba maniobras de espejo por si algún motor del Módulo Lunar daba fallos.
De Apolo 9 a pisar la luna
Para que el hombre pudiera poner el pie en la luna, estas maniobras se debían realizar perfectamente. Perro aún faltaba una misión intermedia: la de Apolo 10, que consistía en repetir estas pruebas, pero en órbita lunar.
Fuentes:
–El Apolo 9 cumple 45 años, La Voz de Galicia (04/03/2014)
Hola,creo que deberíamos dejar a la luna y preocuparnos más en la tierra. No tenemos respiradores????
jajaj xd