Fact Fiction

‘Los días’, la serie que relata el desastre nuclear de Fukushima

Los días
Fotograma de 'Los días', en Netflix
Tiempo de lectura: 6 min

El 11 de marzo de 2011, la vida de cientos de personas cambió para siempre. Ese día, un terremoto sacudió la costa del Pacífico de Japón, en concreto, la región de Tōhoku. Al sismo le siguió un tsunami con olas que llegaron a alcanzar los 40 metros de altura y que afectó a la central nuclear Fukushima I. El desastre posterior, así como la gestión errónea por parte de las autoridades, la falta de coordinación durante la catástrofe y las consecuencias son algunos de los aspectos que aborda la serie Los días (disponible en Netflix). 

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“¿Puede que nos hayamos equivocado de camino o era simplemente un destino del que no podíamos escapar?”. Con esta pregunta arranca el primer capítulo, narrado desde el punto de vista de Masao Yoshida (interpretado por Kōji Yakusho), ingeniero nuclear que entonces ocupaba el cargo de gerente de planta y agente clave que evitó mayores desastres, como muestra la serie y admitieron personajes como el entonces primer ministro Naoto Kan, según recoge The Guardian.  

A lo largo de ocho capítulos se desarrolla no solo el día del incidente, sino también los efectos posteriores. En este Fact-Fiction analizamos los hechos reales y ficticios detrás de la serie. 

El día que Japón tembló

En la serie Los días no se especifica a qué hora tuvo lugar el terremoto que sacudió Japón, ni tampoco el momento concreto del tsunami. Eran las 14:46, hora local, cuando la tierra empezó a temblar, como detalla el informe que publicó en 2012 el Comité de Investigación del Accidente en las Centrales Nucleares de Fukushima de la Compañía Eléctrica de Tokio. Minutos después, a las 15:12, llegó la primera ola, según la Agencia Meteorológica de Japón.

El primer capítulo refleja cómo, tras el primer temblor (que se estima duró seis minutos) los trabajadores de la central nuclear comienzan a evacuar la zona. Todos salvo los empleados de las salas de control, encargados de comprobar la temperatura de los reactores, entre otras funciones. Al finalizar la primera sacudida, los más jóvenes fueron enviados a los edificios donde estaban los reactores para comprobar que todo estaba bien. 

Sin embargo, al permanecer en el interior del edificio, no fueron capaces de observar lo que sí pudieron comprobar quienes iban evacuando la zona: la ola del tsunami que arrasaría con la central de Fukushima. Como detalla Los días, estos no pudieron escapar del agua que inundó los reactores. 

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¿Ocurrió esto en la vida real? Dos jóvenes trabajadores de la central, de 21 y 24 años, desaparecieron tras el tsunami, pero por desgracia, no se les encontró con vida, sino que, dos semanas después, el 3 de abril, aparecieron sus cadáveres, como informó la televisión estadounidense NBC. Se cree que murieron por pérdida de sangre al encontrar múltiples heridas externas. “Sus cuerpos tuvieron que ser descontaminados porque la central ha estado emitiendo radiación durante las últimas tres semanas”, detalló NBC. 

Más datos. La Agencia Nacional de Policía de Japón, a fecha de diciembre de 2020, ha contabilizado 15.899 muertes, 2.527 desaparecidos (que presumen como fallecidos) y 6.157 heridos tras los eventos del 11 de marzo de 2011. En 2018, además, Japón reconoció por primera vez una víctima mortal por los efectos de la radiación, como informó la BBC.

¿Qué pasó en la central nuclear de Fukushima? 

La central nuclear japonesa estaba integrada por seis unidades: cuatro a 10 metros sobre el nivel del mar y otras dos, un poco más arriba, pero todas “muy próximas al mar”, como detalla el Consejo de Seguridad Nacional en un documento y refleja Los días. En este, explican que el terremoto y el tsunami, no solo provocaron daños irreparables, sino que la central “sufrió la pérdida de las líneas de alimentación eléctrica exterior”. 

¿El resultado? Los tres reactores que se encontraban operativos perdieron la función de refrigeración a sus núcleos “y las correspondientes vasijas de los reactores se fracturaron”. Esto hizo que, tras la fusión de los núcleos, el hidrógeno escapado de las vasijas provocara explosiones de este mismo gas, que a su vez provocó “la liberación al exterior de radionucleidos, que fueron transportados por el viento y se depositaron en la tierra y mar adentro”.

Los días, Fukushima
Los cuatro edificios del reactor dañados de la central de Fukushima I | Foto: DigitalGlobe
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Alberto Corbí, doctor de Física y director del grado en Física de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) explica a Newtral.es que esta explosión “no fue nuclear”. “Es importante destacar que lo que se produjo fue una explosión química”, subraya Corbí. “Tras fallar el sistema de refrigeración, se produjo mucho hidrógeno, que es lo que produjo la explosión en la parte superior del reactor”, añade. 

El físico también señala que la central sí que se construyó a prueba de terremotos, frecuentes en Japón, pero no para soportar los efectos de un tsunami. “Lo que no se esperaba era la generación de una ola que se metiese hasta 10 kilómetros en la isla. Esta ola rebasó todos los diques y la central no estaba preparada para eso”, señala Corbí.

Los informes tras el accidente nuclear que refleja ‘Los días’

Además de los momentos más trágicos del desastre natural, Los días refleja varios momentos en los que los protagonistas de la catástrofe fueron entrevistados por los comités de investigación, unos grupos que existieron en la realidad. Entre ellos, el mencionado previamente: el Comité de Investigación sobre el Accidente en las Centrales Nucleares de Fukushima.

Este se creó el 24 de mayo de 2011 y publicó su informe final en julio de 2012, tras entrevistar a 772 personas acumulando un total 1.479 horas de entrevista, como recoge la primera parte del informe. 

Conclusiones. El informe final determinó que tanto el Gobierno, como los organismos reguladores y la empresa TEPCO (la operadora de la planta de Fukushima) fueron responsables de la catástrofe nuclear, un evento que califican de “origen humano”, como también recogió la CNN

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El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) realizó un informe sobre el el accidente de Fukushima Daiichi, que califican como “el peor accidente en una central nuclear desde el desastre de Chernóbil de 1986”. Para Yukiya Amano, entonces director del organismo, “un importante factor que contribuyó al accidente fue la idea extendida en Japón de que sus centrales nucleares eran tan seguras que un accidente de semejante magnitud era sencillamente impensable”, algo aceptado tanto por el Gobierno como por las entidades explotadoras y reguladoras. “Como consecuencia de ello, en marzo de 2011 Japón no estaba suficientemente preparado para un accidente nuclear severo”, concluye. 

Fuentes
  • Declaraciones a Newtral.es de Alberto Corbí, doctor de Física y director del grado en Física de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR)
  • Comité de Investigación sobre el Accidente en las Centrales Nucleares de Fukushima
  • The Guardian
  • National Centers for Environmental Information (NCEI)
  • Organismo Internacional de Energía Atómica
  • Agencia Meteorológica de Japón
  • Consejo de Seguridad Nacional