Las lluvias de Semana Santa, un espejismo: la sequía persistirá en una primavera con temperaturas mayores de lo normal

Lluvia en la Semana Santa de Córdoba, en la primavera de 2024
Lluvia en la Semana Santa de Córdoba | Rafa Alcaide, Efe
Tiempo de lectura: 3 min

Semana Santa pasada por agua en la mayor parte de España. Tras varios días con temperaturas que han rozado los 30ºC en zonas del sureste peninsular, el giro meteorológico se mantendrá a lo largo de las jornadas festivas. Temperaturas más bajas de lo normal y precipitaciones generalizadas, con la llegada de una dana por el sur, la borrasca Nelson (centrada en las islas británicas) y un tren de frentes lluviosos asociados. Los días más inestables serán Jueves Santo y Viernes Santo. Las lluvias podrían ser intensas en Galicia, Castilla y León, Extremadura y el oeste de Andalucía. Al final del jueves, el frente lluvioso llegará a la zona centro.

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Pero, tras las lluvias generalizadas de Semana Santa, el tiempo a lo largo de la primavera no llega cargado de tan buenas noticias. Según Aemet, la primavera no se espera más húmeda de lo normal, lo cual sería necesario para paliar la situación de sequía que viven las cuencas del sur español y, sobre todo, el caso extremo de la Cataluña interior. Allí, y en la fachada mediterránea en general, es donde menos precipitación se espera. El agua embalsada apenas llega al 16,05%, según la Agencia Catalana del Agua.

Las lluvias abundantes serán más probables a lo largo de la primavera en Galicia, el oeste de la región leonesa, Extremadura y el oriente de Huelva. Para el resto de España, las probabilidades de tener una primavera más seca o más húmeda de lo normal se igualan. Por tanto, no se pueden esperar las grandes y constantes precipitaciones necesarias para sofocar la situación de emergencia de las cuencas con mayor sequía.

Lluvias de primavera necesarias para evitar restricciones de agua en verano

Los embalses del Ter y del Lobregat han registrado un ligerísimo alivio, llegando a los 99 hm3. Aunque el umbral de emergencia son los 100 hm3, el ejecutivo catalán no prevé el levantamiento de las restricciones a corto plazo, con las previsiones estacionales en la mano. “No hay interés de alargar restricciones por alargar”, ha señalado Patrícia Plaja, portavoz del Govern. “Cuando haya suficientes reservas de agua se hará, porque la situación de emergencia tiene afectaciones en la ciudadanía e impacto económico. No es lo mismo un 16% [de nivel embalsado, el umbral de emergencia] en mayo que en septiembre, a las puertas de estación seca o húmeda”.

Las últimas lluvias sacan a Cataluña del umbral del 16% de agua embalsada, pero no acabarán las restricciones en previsión de una primavera seca.

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En cuanto al calor, la primavera se espera más cálida tras un invierno de récord. Empatado con el de 2019-2020, la temperatura media en el conjunto del país fue 1,9ºC superior a lo normal, según Aemet. Aunque tuvo un carácter normal en cuanto a las precipitaciones, fue muy seco en puntos del Cantábrico y en buena parte del área mediterránea. Se constata que se trató del invierno más cálido de la serie histórica, que arranca en 1961 (en coliderazgo con 2019-20).

El invierno tuvo carácter extremadamente cálido en la región mediterránea y Canarias y muy cálido en el resto de la España peninsular y Balear. Los tres meses tuvieron temperaturas superiores al promedio del período de referencia. Pero fueron llamativos los “frecuentes episodios cálidos. Destacaron por su intensidad y duración, el que tuvo lugar entre el 21 de enero y el 9 de febrero y el de los días 12 a 22 de febrero”. En ambos casos, veranillos con temperaturas máximas y mínimas muy por encima de los valores habituales para la época del año. No hubo ni una sola ola de frío.

En cuanto a las precipitaciones, tuvo un carácter normal en conjunto, aunque fue húmedo en zonas del oeste del país y seco o muy seco en el Levante, puntos del Cantábrico, sur de Andalucía y los archipiélagos.

¿Es verdad que siempre llueve (y casi sólo) en Semana Santa?

Recuerda el meteorólogo Roberto Granda, desde Eltiempo.es, que la primavera se debería caracterizar por la inestabilidad atmosférica, con la presencia de precipitaciones en nuestras latitudes. Por eso no es de extrañar que caigan lluvias en alguno de los días de la Semana Santa, independientemente de en qué fechas caiga cada año (lo cual viene determinado por la primera luna llena dominical de la primavera).

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Granda ha analizado el histórico de datos de las últimas tres décadas hasta 2020. Entre 1991-2020, es muy normal que llueva en Semana Santa si cae en abril. Ha ocurrido entre 21 y 26 veces de esas 30 pascuas. Sobre todo en el norte. El Bilbao sólo hubo una Semana Santa sin lluvia hasta 2020. En Andalucía y Murcia, se quedan en 21 ocasiones. En Canarias, 6 de cada 10 veces.

En general, no ha llovido todos y cada uno de los días de Semana Santa históricamente. De media, lo hace en una de cada cuatro jornadas. Aunque, desde luego, las lluvias de la primavera no se concentran exclusivamente durante estas festividades.

Fuentes
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  • No podéis prever el tiempo que hará dentro de una hora y vais asegurando como todo con todo aplomo lo que pasará en meses, rigor cero y mucho sensacionalismo