Entre 1980 y 1992 El Salvador vivió una Guerra Civil que enfrentó al Gobierno -respaldado por Estados Unidos- con la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). El conflicto causó la muerte de más de 75.000 personas, según datos de la Comisión de la Verdad creada con los Acuerdos de Paz del conflicto. Entre ellas se encontraban cinco jesuitas españoles que fueron asesinados el 16 de noviembre de 1989 y cuya historia narra Llegaron de noche, el nuevo filme de Imanol Uribe.
La película se centra en Lucía Barrera (Juana Acosta), una limpiadora de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) que accidentalmente se convirtió en la única testigo visual de los hechos. Concretamente, el filme narra en los días que Lucía pasó en Miami junto a su marido y su hija siendo interrogada por el FBI tras asegurar que los responsables del asesinato eran soldados del ejército salvadoreño. Sin embargo, el largometraje pasa de puntillas sobre el contexto histórico y los pasos posteriores de la investigación y el juicio. Te lo explicamos en este Fact Fiction.
La Guerra Civil y el Gobierno títere de El Salvador: escenario de Llegaron de noche
El escenario temporal en el que se sitúa la película de Uribe es el final de la Guerra Civil de El Salvador, iniciada en 1980 como consecuencia de las “desigualdades sociales y la lucha ideológica entre Estados Unidos y la Unión Soviética (URSS) de la Guerra Fría”, señala a Newtral.es Eduardo Puig, responsable Internacional de América CEU-CEFAS. Concretamente, la guerra enfrenta al ejército nacional y al grupo paramilitar Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), de ideología comunista.
A raíz de la revolución cubana (1959) y guiados por la Doctrina Monroe que promulgaba el ‘América para los americanos’, Estados Unidos intentó “contener los movimientos de liberación de América Latina brindando apoyo económico y militar a los países de Centro y Sudamérica”, pero también colocando al frente “gobiernos títere”, explica Puig. “EEUU se da cuenta de que la URSS está cogiendo poder en lo que ellos llaman su patio trasero y decide frenar el expansionismo del comunismo apoyando gobiernos afines a sus intereses en los países de América Latina”, concreta el experto.
Esto se detecta en Llegaron de noche en la figura del diplomático francés que ayuda a Lucía y su familia a escapar de El Salvador, quien se muestra reticente a que el FBI se haga cargo de la investigación. También en el papel de los agentes estadounidenses, quienes en los interrogatorios tratan de que Lucía exculpe al ejército del asesinato de los jesuitas. “Gobiernos como el salvadoreño eran totalmente dependientes del apoyo económico y militar de Estados Unidos, y a la Casa Blanca no le interesaba que se vieran involucrados en este tipo de casos”, concreta Puig sobre ese asunto.
Los acontecimientos: una recreación fidedigna
La recreación de los hechos de Llegaron de noche coincide casi a la perfección con la descripción que hace de los mismos el informe de 1992 de la Comisión por la Verdad, surgida en los Acuerdos de Paz de Chapultepec, que pusieron fin al conflicto.
Así, tanto el filme como el informe narran cómo los soldados acudieron de madrugada a la UCA de San Salvador e intentaron entrar por la fuerza en las habitaciones de los sacerdotes. Cuando estos se dieron cuenta, los dejaron acceder voluntariamente. Los soldados registraron el edificio y ordenaron a los sacerdotes que salieran al jardín trasero y se tumbaran boca abajo en el suelo. Allí fueron ejecutados, como demuestra la escena de la mañana siguiente, cuando los periodistas fotografían los cuerpos tendidos sobre el césped. Esta escena de la película, de hecho, coincide casi a la perfección con las imágenes tomadas por los medios, como demuestra el archivo de RTVE.
La Comisión de la Verdad incide en que los soldados realizaron una pintada en el campus atribuyendo el asesinato al FMLN, un detalle que Uribe también incluye en el filme.
Asimismo, el papel de Lucía aquella noche coincide con lo que explica el informe, donde se destaca que “Lucía Barrera de Cerna, empleada de la Universidad, vio desde un edificio contiguo a la residencia de los jesuitas soldados de camuflaje y boinas”. La película deja, sin embargo, un pequeño detalle sin representar: el robo de una maleta con fotografías de los sacerdotes, documentos y 5.000 dólares.
El juicio: 133 años y un solo condenado
El 3 de febrero de 2022, el Tribunal Supremo español confirmó la condena del coronel Inocente Orlando Montano, única persona sentada en el baquillo por el asesinato de los jesuitas que narra Llegaron de noche. El 11 de septiembre de 2020, la Audiencia Nacional ya había sentenciado a Orlando a 133 años de prisión.
Para lograr dicha sentencia, la Fiscalía contó con el testimonio de Lucía y su marido, que pese a que en 1989 decidieron declarar ante el FBI que no habían visto nada de lo ocurrido motivados por las presiones recibidas, volvieron a mantener su versión inicial durante el juicio español.
Además, ante el Tribunal Supremo declaró otro testigo clave que no se nombra en Llegaron de noche: Yusshy René Mendoza Valecillos, por aquel entonces oficial de la Escuela Militar. La noche del 16 de noviembre de 1989, Mendoza acompañó a los soldados del Batallón Atlacatl a la UCA durante la misión para asesinar a los jesuitas, pero pocos días después buscó al entonces jefe provincial de la orden religiosa, José María Tojeira, para decirle que estaba arrepentido y que quería colaborar con las investigaciones, según declaró en el juicio y recoge El Faro.
Las razones: la identificación de los jesuitas con los intereses del FMLN
Por qué el ejército mató a los jesuitas es un tema que la película también deja en el aire. Según señala el informe de la Comisión de la Verdad, el ejército “solía llamar a la UCA un refugio de subversivos«.
“Sectores de las fuerzas armadas identificaban a los jesuitas con el FMLN por la especial preocupación de los sacerdotes por los sectores de la sociedad salvadoreña más pobres y afectados por la guerra”, resalta el informe.Este coincide con la sentencia de la Audiencia Provincial, donde los jueces reconocen que ante el éxito de la ofensiva que el FMLN, el ejército decidió ejecutar a aquellas personas que, a su parecer, “de forma más intensa y efectiva impulsaban, desarrollaban e intentaban llevar a las dos partes en conflicto a la paz, a través del diálogo y la negociación”.
- Eduardo Puig, responsable Internacional de América CEU-CEFAS
- Informe sobre la guerra de la Comisión por la Verdad
- Sentencia 2193/2020 de la Audiencia Nacional
- El Faro
- El País
- RTVE