La madrugada del 18 de noviembre llega el pico de la lluvia de estrellas leónidas. Hasta el 21 de noviembre se observarán estos meteoros surcar el cielo, si bien no es 2021 el mejor año para hacerlo. El fenómeno se produce porque en estas fechas el recorrido de la Tierra alrededor del Sol atraviesa una zona de restos dejados por el cometa Tempel-Tuttle.
Las leónidas, que reciben este nombre porque parecen emanar de la constelación de Leo, tienen un pico de actividad cada 33 años provocando una espectacular lluvia de estrellas. Será en 2031 cuando, tras el paso del cometa más cerca de la Tierra, podremos observar un espectáculo de estrellas fugaces sin igual en décadas.
2021, pese a los cielos despejados, es sin embargo uno de los peores años. Las previsiones apuntan que serán visibles en el cielo nocturno unos quince meteoros a la hora, una cifra muy alejada de las lluvias de estrellas del verano (perseidas) o de la masiva caída de meteoros que las leónidas deja en sus años buenos.
¿Qué son en realidad las «leónidas»?
Son los restos minúsculos que va dejando el 55P/Tempel-Tutle, que al colisionar con la atmósfera terrestre se ionizan y desintegran, pero antes trazan ese recorrido luminoso con apariencia de estrella fugaz. Si no lo hicieran pasarían de ser meteoros a meteoritos.
La lluvia de estrellas que causa las leónidas comienza cada año durante los primeros días de noviembre y se prolonga durante todo el mes, aunque el máximo apogeo se registrará en esta ocasión durante las noches de los días 16, 17 y 18 según los datos del Observatorio Astronómico Nacional.
El Observatorio ha señalado que la actividad de las “leónidas suele ser muy modesta casi todos los años, aunque cada 33 años y coincidiendo con el máximo acercamiento del cometa al Sol, sí se produce una espectacular tormenta de meteoros”.
Entre las 4 y las 6 de la madrugada, cuando la Luna comience a esconderse tras el horizonte, las condiciones serán algo mejores para tratar de ver la trayectoria de estos meteoros incandescentes. El tamaño de las «leónidas» es muy variable, pero suelen oscilar entre un milímetro y varios centímetros, y se desplazan a una velocidad de unos 20.000 kilómetros por hora.
¿Cómo ver la lluvia de estrellas leónidas?
Los mejores lugares para la observación de este tipo de fenómenos son los que se encuentran en campo abierto y en la montaña, alejados de las ciudades para evitar la contaminación lumínica. Es importante llegar a esos lugares una media hora antes del espectáculo para que la vista se acostumbre a la oscuridad.
Las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología apuntan que el cielo estará mañana despejado en gran parte del país, aunque las nubes dificultarán la observación en algunos lugares del litoral levantino, en Baleares y en la cornisa cantábrica, unas condiciones que se repetirán el miércoles coincidiendo con el máximo apogeo de las leónidas.
Y, atención, porque la noche del 19 de noviembre hay un eclipse parcial de Luna. Eso sí, no durará lo suficiente para oscurecer los cielos. Pero el espectáculo simultáneo puede ser único.
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