Laura Nicholls regresa al baloncesto: “Al retirarme descubrí que tengo un trastorno TDAH, en el deporte de élite es un tema tabú”

La jugadora de baloncesto Laura Nicholls durante un partido con el Leganés. FOTO Manu Márquez
La jugadora de baloncesto Laura Nicholls durante un partido con el Leganés. FOTO Manu Márquez
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Una plata olímpica y otra mundial, tres oros europeos y el protagonismo bajo el aro en una generación de jugadoras única son la carta de presentación de Laura Nicholls. Su estancia en la élite, especialmente con la selección española, selló su nombre en la historia del baloncesto español. Pero en la acumulación de éxitos, ella percibió que había borrado su identidad. “Sentí que la deportista se había comido a la persona”, cuenta en Newtral.es. 

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Se retiró, cuidó de su abuelo enfermo, trabajó en una estación de esquí, y se reencontró consigo misma. También descubrió que ha convivido con un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) sin ser consciente de ello. “Con 33 años entendí por qué me habían pasado ciertas cosas que en el deporte están mal vistas, por qué me llamaban rarita”. Dos años y medio después, regresa a la competición en la Liga Challenge, la segunda división femenina, con el Leganés: “Solo vengo a disfrutar”.

Laura Nicholls (Santander, 1989) forma parte de la generación que acostumbró al baloncesto a vivir con la medalla colgada al cuello. En una década difícil de repetir, la plata en los Juegos Olímpicos de 2016 destaca como el gran hito de un grupo en el que compartía vestuario con Alba Torrens, Anna Cruz o Marta Xargay. La estancia en Río de Janeiro fue dura para ella. “Me quise volver durante la primera semana, no aguantaba vivir en la Villa Olímpica. Estar encerradas, el ruido, las luces, la gente… Me pasaba tres horas al día sola en el gimnasio evitando a la gente”. 

En los dos años y medio que ha estado retirada, Laura Nicholls ha descubierto que convivió con la presión de la élite, de la que disfrutaba, pero también con un trastorno que desconocía. “Siempre me sentí la rarita porque hacía cosas que no estaban permitidas en el deporte, como colapsar en un entrenamiento y salirme”.

Nicholls reconoció su trastorno al conocer al hijo de su novia, un niño con trastorno del espectro autista (TEA). “Nadie le entiende salvo yo, porque hago cosas similares. Y a partir de conocerlo empiezo a entender mis problemas con el ruido, con la luz de los pabellones, días de hipersensibilidad, dificultades para entrar en las dinámicas de grupo… Sé que hay más deportistas que lo tienen, pero es un tema tabú porque el deportista debe ser una máquina perfecta y da vergüenza”.  

Laura Nicholls: “Nadie se imagina el alivio al dejar el baloncesto”

Su retirada llegó en un colapso mental. La autoexigencia y la vida en una burbuja tocaron su fin en la pandemia del COVID-19. “Me llamó el seleccionador Lucas Mondelo para una convocatoria, colgué el teléfono y pensé en la retirada. No podía más con esa vida, se acabó la Laura Nicholls deportista. Y nadie se imagina el alivio que sentí al dejar el baloncesto”. 

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¿Quién era Laura Nicholls fuera de una pista de baloncesto? Tenía que descubrirlo. “Tenía la necesidad de saber quién era yo como persona. Cuando estás en activo no eres consciente de esa burbuja, vives como si estuvieras ante millones de personas pero sin verles las caras porque los focos te deslumbran. Eres muy pequeña y tu identidad es esa. Y cuando sales de ahí te das cuenta de que somos piezas de ajedrez, sin tablero no existimos. Ves que no sabes hacer otra cosa que meter canastas, te sientes una mierda”. 

La enfermedad de su abuelo fue un incentivo más para paralizar la única vida que conocía. “No tengo mucha relación con mi familia y mis abuelos me criaron, para mí eran mis padres. Cuando falleció mi abuela yo estaba en Polonia. Habría cambiado muchas temporadas por estar con ella en sus últimos meses de vida. Cuando mi abuelo enfermó me fui a cuidarlo, me salió de manera natural. Fui nieta. Estar en mi casa, con mis amigos de la infancia, me ayudó a ver quién era yo pero con veinte años más”. 

Laura Nicholls en una imagen de archivo. MICHELE MORRONE WEB SHUTTERSTOCK
Laura Nicholls en una imagen de archivo. MICHELE MORRONE SHUTTERSTOCK

Su regreso al baloncesto

Al fallecer su abuelo, Nicholls empezó a recuperar la vida deportiva. Se apuntó a balonmano, trabajó en una estación de esquí cuando solo había visto la nieve un puñado de veces en su vida, sintió el miedo por primera vez y rechazó las mejores ofertas económicas de su vida en el baloncesto. En definitiva, volvió a vivir y eso le llevó de forma natural al baloncesto. “Rechacé una oferta pero no tan contundente como hasta la fecha. Pensé en volver a un lugar donde disfrutar y ahí busqué Leganés. Por el proyecto, las instalaciones, las compañeras, la ciudad… Es el sitio ideal”. 

En Leganés acaba de comenzar la aventura de jugar al baloncesto sin tanta exigencia. “Vuelvo con menos ego, una mentalidad muy diferente, y menos agobiada por las cosas. Ya no dejo que el deporte se coma a la persona. Para superar las exigencias de los aficionados, de los clubes o de los patrocinadores tienes que sumar aún más autoexigencia. Ser deportista de élite es muy difícil porque vives con las exigencias de otras personas”. 

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Los nervios se apoderaron de Laura Nicholls, casi por primera vez, cuando debutó con el Leganés en Málaga. “Anotar una canasta fue una sensación extraña, lo viví con alivio porque pensaba que no iba a ser posible”, dice sonriendo. “Ahora quiero ser lo que yo quiera, no tengo miedo a nada”, dice contundente. Pero advierte de que su carácter competitivo comienza a asomar en su día a día. “Me tengo que autoconvencer de que he venido a disfrutar y no a pensar en objetivos, pero no puedo evitar ese cable pelado”, reconoce. 

En su reencuentro con Alba Torrens, la jugadora del Valencia Basket bromeó con su presencia en los Juegos Olímpicos de París 2024 si la selección española se clasifica. “Me lo dijo de broma, pero ahí queda. Veremos dónde estoy a final de temporada, ahora mismo no me planteo nada al respecto, pero cada día soy más insufrible con mis compañeras a nivel de exigencia. Lo que tengo claro es que siempre me ganaré lo que venga. Que me dejen tranquila, y luego ya veremos”. 

Palmarés de Laura Nicholls con la selección española:

  • 2009: Bronce en el Europeo
  • 2010: Bronce en el Mundia
  • 2013: Oro en el Europeo
  • 2014: Plata en el Mundial
  • 2015: Bronce en el Europeo
  • 2016: Plata en los Juegos Olímpicos
  • 2017: Oro en el Europeo
  • 2018: Bronce en el Mundial
  • 2019: Oro en el Europeo 
Fuentes
  • Entrevista a Laura Nicholls
  • INNOVA-TSN LEGANÉS
  • Liga Challenge
  • Federación Española de Baloncesto
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