El feliz paseo de Jorge Tierno, vecino de Laguna de Cameros, ha permito confirmar que en La Rioja hubo dinosaurios que sabían nadar hace más de 100 millones de años. Jorge se topó con los restos de 27 extrañas huellas en unos escarpes del río Leza, cuando salió a pasear en los tiempos en que aún apenas se podía hacer por según qué entornos, en plena pandemia. Era diciembre de 2020, tiempo de salvoconductos y allegados; y este joven “estaba intrigado” por ir a ver unos bloques de piedra que se habían desprendido: “Un domingo por la tarde, bajé y descubrí las marcas, hice fotos con la idea de que era singular”.
Un vecino de Laguna de Cameros descubrió las huellas en un paseo por el río en diciembre de 2020.
Las huellas terminaron en la tesis doctoral de Pablo Navarro Lorbés, científico de la Universidad de La Rioja, que ahora ha llegado a publicarse en la revista Cretaceous Research.
Hasta hace no tanto tiempo, no estaba claro si los dinosaurios sabían o no sabían nadar. Pero en 2013, un investigador de la Universidad de Alberta (Canadá) recabó algunas de las pruebas más concluyentes de que los dinosaurios podían recorrer nadando largas distancias. Un año después se presentó el esqueleto de un Spinosaurus aegyptiacus, un dinosaurio indudablemente nadador, más grande que un tiranosaurio rex y que vivió en… el Sáhara, que fue algún día una zona de grandes lagos. Su aspecto de dino nadador tuvo que ser similar al de un imaginario monstruo del lago Ness.
Ahora, unos cuantos kilómetros más al norte, se han presentado los restos de otros dinosaurios que sabían nadar, en este caso, por las aguas de la actual La Rioja. Algunas de las especies que habitaron en el entorno de la Laguna de Cameros eran capaces de superar grandes masas de agua utilizando diversas estrategias de nado.
Se trataba de dinosaurios no avianos (no voladores) y tridáctilos (de tres dedos). Habitaron la zona durante el Cretácico Inferior, hace entre 145 a 100 millones de años.
Las raras huellas que delatan a los dinosaurios riojanos que sabían nadar
En él se identifican y describen los registros fósiles del yacimiento Laguna de Cameros que constatan las dotes nadadoras de algunas especies de dinosaurios, presumiblemente espinosaurios. “No son huellas compatibles con un desplazamiento terrestre normal de las especies que habitaban en esta zona”, explica Navarro-Lorbés. No lo son porque la longitud de las huellas fosilizadas en rocas (icnitas) es variable. Va desde 8,5 hasta 29,2 centímetros y sus dimensiones dependen de la postura y los movimientos realizados por los dinosaurios al tocar el fondo.

Este tipo de icnitas que demuestran la habilidad acuática de los dinosaurios se encuentran entre las más inusuales de la paleontología global, con unas pocas decenas de yacimientos con huellas similares. En La Rioja, en todo caso, ya existían evidencias de ese comportamiento. El yacimiento Virgen del Campo de Enciso fue uno de los primeros de España en identificar estas huellas. Ahora, la investigación de Navarro Lorbés en el yacimiento de Laguna (descubierto en el año 2020) confirma que los dinosaurios que habitaron en esta zona del Camero Viejo también sabían nadar.
La Rioja fue tierra de dinosaurios nadadores y velocesPublicidad
Por otro lado, los dinosaurios podían emplear diferentes estrategias de nado y el yacimiento de Laguna recoge diferentes momentos y circunstancias de su natación. Así, un grupo de icnitas sugieren que el cuerpo del animal flotaba parcial o totalmente, por lo que son huellas alargadas, mientras que otras se registraron cuando caminaban sobre el fondo, impulsándose con las puntas de los dedos para equilibrar una marcha inestable o seguir avanzando.
La Rioja es territorio de dinosaurios. En 2021 Navarro Lorbés presentó los restos de un veloz dinosaurio del Cretácico, capaz de superar en velocidad a Usain Bolt. “La imagen que tenemos de los dinosaurios hace unos 30 años está cambiando”, explica Pablo Navarro Lorbés, autor principal del estudio publicado ahora en Scientific Reports. “En el pasado pensamos que eran animales pesados que no se adaptaban bien al medio. Ahora vemos que algunos están perfectamente adaptados a la caza y la carrera”.
- Estudio de Navarro et al., ‘Cretaceus Research’, 2023
- Pablo Navarro-Lorbés (Univ. La Rioja)
- Jorge Tierno (vecino de Laguna de Cameros)