“Da igual lo que te hayan contado en el colegio; Cleopatra era negra”. Es lo que le decía su madre a Shelley Haley, profesora de Estudios Africanos en la Universidad de Hamilton de Nueva York. Con ese contundente arranque empieza La reina Cleopatra, la serie documental producida por Jada Pinkett Smith que repasa la vida de la emperatriz egipcia.
El filme forma parte de una serie de producciones que cuentan las historias de “reinas africanas que probablemente no formaron parte de los currículums académicos del público occidental”, como explican desde Netflix a través de su portal de información sobre sus series y películas Tudum.
La actriz que interpreta a Cleopatra es Adele James, de ascendencia mixta, como clara alusión al “largo debate que ha habido en torno a la raza de la soberana”. “Decidimos representarla así para reflejar las teorías sobre su posible ascendencia egipcia y la naturaleza multicultural del antiguo Egipto”, explican los productores en Tudum.
Analizamos en Fact-Fiction algunos de los hitos que marcaron su vida y aparecen recogidos en el documental.
La reina Cleopatra y el papel de la familia
“Lo único que sabemos con seguridad es que Cleopatra VII, que debió nacer en el año 69 a.C., era hija de Ptolomeo XII y fue la última monarca de una dinastía que se caracterizó precisamente por el gran número de uniones que se produjeron entre los miembros de la familia ptolemaica, de origen griego”, explica explica a Newtral.es José Lull, egiptólogo de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).
Cuando murió su padre, ella ascendió al poder junto a su hermano, como recoge el documental. “Cuando Ptolomeo XIII es reconocido rey junto a Cleopatra VII, él solo tiene unos 12 años y ella, 18. Su hermano queda bajo la influencia de ciertos personajes de la corte, principalmente Potino, que, aprovechando su niñez, influyeron enormemente en sus decisiones”, señala Lull.
El debate sobre el origen racial de la reina Cleopatra
Pero ¿por qué se cree que era negra? El documental plantea varias de las incógnitas que aún no se han podido resolver en torno a su familia, como la identidad de algunos de sus ancestros.
“No ha sobrevivido ningún documento que indique quién fue su madre, aunque algunos investigadores han especulado con la posibilidad de que fuera la hermana y esposa de su padre. Lo más probable es que Cleopatra fuera una mujer de rasgos helenos. Ninguna representación que haya sobrevivido de ella hace pensar lo contrario, y tampoco tenemos constancia de ningún autor clásico que la haya descrito como una mujer de piel negra”, apunta Lull.
Sin embargo, añade, “tampoco se dice que fuera de piel clara, pero esto no haría falta especificarlo si tenemos en cuenta que ella pertenecía a una dinastía de origen heleno, es algo que se daría por hecho”.
En esa línea, Cristina Rosillo, historiadora de la Universidad Pablo de Olavide, explica en su artículo Black Cleopatra: discursos sobre raza y racismo en el mundo contemporáneo que “esta falta de información ha llevado a numerosos historiadores a afirmar que la abuela [cuya identidad también se desconoce] era probablemente griega y no egipcia, aunque no existe ninguna evidencia que permita decantarse por ese argumento. La afirmación de que la última reina de Egipto no poseía ni una sola gota de sangre egipcia en sus venas es simple especulación”
El debate sobre el origen de la reina Cleopatra
En aquella época, la noción de la raza era relativamente nueva. Algunos historiadores apuntan a que, en aquel momento, el color de la piel no era tan importante a la hora de establecer determinadas diferencias sociales.
“El concepto actual de raza no tiene por qué reflejar exactamente cómo veían el mundo o a sí mismos los habitantes de la época de Cleopatra. Otros conceptos -el entorno, el origen ancestral, la lengua, la religión- desempeñaban papeles más importantes a la hora de delimitar los distintos grupos e identidades. No era especialmente significativo que Cleopatra -o cualquier persona de su época- se identificara como blanca”, apuntan Gwen Nally y Mary Hamil Gilbert, profesores de la Universidad de Missouri y de Mississippi, en el New York Times.
En un análisis publicado en Al Jazeera, Islam Issa, profesor de Literatura e Historia en la Universidad de Birmingham City que también participa en el documental, explica que “a excepción de los judíos, las etnias no se registraron en aquella época. Especialmente en Alejandría, no existía una raza normativa: la composición genética era variada, ya que en sus tierras vivían y se casaban gentes de toda la región, desde europeos hasta nubios”.
Los capítulos que marcaron la vida de Cleopatra: la diplomacia, los estudios y su relación con Julio César y Marco Antonio
Más allá del debate racial que plantea La reina Cleopatra, la docuserie refleja el contexto histórico que vivía Egipto durante su reinado, una soberana que heredó la deuda que su padre había adquirido con Roma. “La relación entre ambas regiones, previa a su llegada, giraba en torno al deseo romano de sacar rédito económico a su intervención en la política egipcia y, cómo no, de anexionarse Egipto a medio plazo”, analiza José Lull.
En ese sentido, en el documental se la presenta como una persona diplomática y negociadora, encargada de gestionar las relaciones con Roma. “Su liderazgo demostró un hábil uso de la diplomacia -de hecho, se la podría considerar pionera de las relaciones públicas a la hora de establecer determinadas estrategias y tácticas. Su hábil uso de la comunicación pública y la diplomacia contribuyó a evitar la caída de Egipto en manos del Imperio romano”, según un análisis de Shannon Bowen, profesora de comunicación de la Universidad de Carolina del Sur.
¿Cómo consiguió llegar a tal nivel de preparación? Cleopatra, como se refleja en el primer episodio, estudió varias disciplinas distintas gracias, entre otras cosas, al acceso que tuvo a la biblioteca de Alejandría. “Era experta en química, economía, estrategia mercantil, teoría militar, derecho y lengua. Fue la primera faraona que habló a los diversos pueblos de su imperio en sus propias lenguas, de las que dominaba hasta diez”, explica Bowen.
Esto reforzó su independencia y marcó sus relaciones. Como también refleja el documental, sus vínculos con Julio César y Marco Antonio suscitaron un interés especial en el cine, la literatura o la música, que también se interpretan históricamente como alianzas estratégicas.
El misterio de su tumba
“Tanto uno como otro fueron unos de los hombres más poderosos e influyentes de su tiempo. De Cleopatra dependía la independencia de un reino rico pero decadente y su relación con ellos podía hacer cambiar la historia y recobrar la grandeza de Egipto. Ellos representaban la ‘democracia’ del senado de Roma, ella el lujo y poder absoluto de las monarquías helenísticas. Es lógico que estas relaciones hayan sido foco de la atención de escritores e historiadores desde la misma antigüedad”, explica Lull.
Otro de los misterios que aún no se han conseguido resolver es dónde está enterrada. “Su tumba, el conocido mausoleo donde fue enterrada junto a Marco Antonio, no se ha hallado nunca. Y probablemente nunca se hallará, es muy posible que estuviera en esa parte de la antigua Alejandría que ahora yace en el fondo del mar”, añade.
- José Lull, egiptólogo de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB)
- ‘Queen Cleopatra’ Shows a Side of the Infamous Royal You Haven’t Seen Before’ (Tudum, Netflix)
- Black Cleopatra: discursos sobre raza y racismo en el mundo contemporáneo (Cristina Rosillo)
- ‘Fear of a Black Cleopatra’ (Gwen Nally y Mary Hamil Gilbert, The New York Times)
- ‘Cleopatra was Egyptian — whether Black or brown matters less’ (Islam Issa, Al Jazeera)
- ‘PR Prose: Cleopatra: The queen of public relations?’ (Shannon Bowen)
- ‘Cleopatra’s skin colour didn’t matter in ancient Egypt – her strategic role in world history did’ (Toby Wilkinson, The Conversation)
- Newsletter ‘Pasts Imperfect (4.20.23)’ (análisis de la historiadora Shelley P. Haley)
- ‘When Cleopatra was alive, she wasn’t categorised by the colour of her skin’ (Kenan Malik, The Guardian)
Eterno debate dicen ??