Un 6% de la población mundial, 489 millones de personas, escuchó música a la carta a través de la plataforma Spotify, según datos de la compañía correspondientes al último trimestre de 2022. La serie La playlist (2022) habla del origen de esta empresa y de los obstáculos que se encontró en su desarrollo para terminar cambiando la industria musical tal y como se conocía a principios del siglo XXI.
A través de seis personajes y siguiendo el hilo conductor del director general y fundador de Spotify, Daniel Ek —representado en la pantalla por Edvin Endre—, los capítulos miran a la industria musical desde la perspectiva de los artistas, los desarrolladores, la legislación y las discográficas y explican cómo Spotify alteró la forma de escuchar música. ¿Pero hasta qué punto La playlist se basa en hechos reales? Lo analizamos en este Fact-Fiction.
La playlist: Daniel Ek y el origen de Spotify
En un mundo en el que la piratería era la forma más sencilla de acceder al contenido audiovisual, Ek fundó Spotify con la ayuda de Martin Lorentzon (Christian Hillborg) en 2008, según recoge una entrevista de marzo de 2009 en El País, realizada cinco meses después de que se estrenara la plataforma sueca de música.

Ek (Estocolmo, 1983) lanzó Spotify con 25 años de edad. Lo hizo después de haber creado Advertigo, una empresa de marketing en línea, y habérsela vendido a la compañía sueca Tradedoubler, de la que Lorentzon era cofundador, como recoge la base de datos Britannica.
Una plataforma legal como forma de lucha frente a la piratería
La playlist se centra en los obstáculos que encontró la compañía de Ek en sus inicios. Sobre todo, destaca el choque con las discográficas, que rechazaban el concepto de música gratuita, ya que se encontraban en juicio con plataformas de piratería —como la sueca The Pirate Bay, que aparece en la serie— a través de las que numerosos usuarios accedían a contenido audiovisual, según Britannica.
De hecho, el 95% de las descargas de música eran ilegales a mediados de 2009, casi un año después del origen de Spotify, como destacó The Guardian en un artículo sobre la plataforma. En una entrevista al director general de la compañía en The Telegraph, Ek incidió sobre la dificultad para legislar contra la piratería. “La única forma de resolver el problema era crear un servicio que fuera mejor que la piratería y al mismo tiempo compensara a la industria musical”, dijo en 2010.
Sin embargo, no fue sencillo obtener las licencias de la música para incluirlas en Spotify. Un artículo de Expansión recoge declaraciones del director general de Spotify en Europa por aquel entonces, Jonathan Forster: “Cuando decíamos que difundir canciones gratis iba a ayudar al sector no nos creían. Tardamos dos años en superar ese abismo de credibilidad”. Pero lo consiguieron. Al salir a la luz, la plataforma tenía acuerdos con Universal, Sony BMG, Emi Music, Warner Bros, Merlin, The Orchard, CD Baby, Naxos e INgrooves, como enumeró Ek en la entrevista en El País.
Para ello, no solo intervinieron Ek y Lorentzon, sino también otros personajes clave que aparecen en La playlist, como la exconsejera general de Spotify Petra Hansson (Gizem Erdogan), el exdirector general de Universal Music Suecia Per Sundin (Ulf Stenberg), o el desarrollador y exdirector de tecnología de Spotify Andreas Ehn (Joel Lützow), y a los que la serie de Netflix dedica un capítulo para observar el origen de la compañía desde los distintos puntos de vista de su creación.
El conflicto entre Spotify y los artistas en La playlist
El modelo de negocio de Spotify se basa en acceso gratuito a la música con anuncios, o sin anuncios mediante una suscripción, aunque da menos beneficio a los artistas que las descargas de canciones de plataformas como iTunes, según se indica en el perfil de Daniel Ek en Britannica.
Esto produjo dudas en la industria musical, que se extendieron a los propios artistas, lo que en La playlist se representa a través de la artista Bobbi T (Janice Kavander), personaje del que no hay referencias en la vida real.

No obstante, los problemas con los artistas, que en la serie protestaban por no obtener beneficios suficientes de su música, sí tienen su reflejo en la realidad. Por ejemplo, en 2014, Taylor Swift retiró todo su catálogo musical de Spotify, como publicó The Guardian. “La música no debería ser gratis y mi predicción es que los artistas y los sellos discográficos decidirán algún día cuál es el precio de un álbum”, afirmó meses antes en The Wall Street Journal. No volvería a la plataforma hasta mediados de 2017.
Como recoge la página web de Spotify, los artistas obtienen un pago por derechos de autor de acuerdo con la proporción que suponen las reproducciones de sus canciones sobre el total del mercado (lo que llaman streamshare). Además, precisan, los pagos pueden variar según las diferentes formas en las que su música se reproduce y según los acuerdos que tengan con sellos y distribuidores.
De acuerdo con el último informe anual de Spotify, el número de artistas que generaron más de 50.000 dólares al año por derechos de autor en su plataforma fue de 16.500 en 2021, un aumento del 23% desde 2020.
- Resultados de Spotify correspondientes al último trimestre de 2022
- Ficha de ‘La playlist’ en IMDb
- Entrevista en El País a Daniel Ek publicada el 5 de marzo de 2009
- Perfil de Daniel Ek en la base de datos Britannica
- Perfil de The Pirate Bay en la base de datos Britannica
- Artículo sobre Spotify publicado en The Guardian el 29 de junio de 2009
- Perfil de Daniel Ek publicado en The Telegraph el 17 de febrero de 2010
- Perfil de Daniel Ek publicado en Expansión el 16 de febrero de 2014
- Artículo sobre la retirada de las canciones de Taylor Swift de Spotify publicado en The Guardian el 5 de noviembre de 2014
- Artículo de opinión de Taylor Swift publicado en The Wall Street Journal el 7 de julio de 2014
- Artículo sobre la vuelta de las canciones de Taylor Swift a Spotify publicado en The Guardian el 9 de junio de 2017
- Página ‘Loud and clear’, con datos económicos para los artistas de Spotify
- Artículo sobre los derechos de autor publicado en la página web de Spotify para artistas