‘La mujer del presidente’: cómo Bernadette Chirac cambió el rol de la primera dama en Francia

la mujer del presidente
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“La mujer del César no solo debe ser honesta, sino también parecerlo”. La frase se le atribuye al político y filósofo Cicerón, y refleja aún hoy las expectativas que se depositan sobre la mujer de un presidente: discreta, elegante y sin actividad propia, con una labor limitada al protocolo y el apoyo a su pareja, siempre desde el segundo plano.  

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Bernadette Chirac revolucionó este rol tradicional cuando llegó al palacio del Elíseo de la mano de su marido Jacques Chirac, presidente de la República Francesa de 1995 a 2007. Para hacerlo, tuvo que enfrentarse a la oposición de varios sectores, tanto de la sociedad como de su propio entorno más cercano. 

‘La mujer del presidente’, de la directora Léa Domenach, relata la historia real de la ex-primera dama y de cómo pasó de la sombra de su marido a ser una importante figura política y mediática. Analizamos en este #Factfiction la historia real que retrata este biopic político con tintes de comedia. 

Una carrera política eclipsada por la de su marido

Bernadette Chirac inició su carrera política en 1971, cuando fue elegida para el consejo municipal de la localidad de Sarran, en el departamento de Corrèze. En 1977 se convirtió en la segunda teniente de alcalde, y en 1979 pasó a formar parte del Consejo Departamental del departamento de Corrèze. Para entonces, su marido, Jacques Chirac era alcalde de París, cargo que ejerció de 1977 a 1995. 

Ninguna parte de su carrera en la política regional francesa se muestra en la película ‘La mujer del presidente’, que se centra en los dos mandatos de Chirac como presidente de la república. Sin embargo, la trayectoria política de Bernadette, y el hecho de que ejerciera ininterrumpidamente su cargo en el consejo de Corrèze hasta el año 2015, como recogen medios franceses como Le Figaro, ayudan a entender su afán por reivindicarse como figura política independiente de su marido. 

Ficción y realidad en ‘La mujer del presidente’

La campaña personal emprendida por Bernadette Chirac para aumentar su popularidad y autonomía como primera dama se recoge en la película ‘La mujer del presidente’ a través de licencias narrativas y de hechos históricos. 

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La ficción muestra a Bernadette Chirac como una figura impopular, considerada anticuada por la sociedad francesa, durante la primera parte del mandato de su marido. Sin embargo, en el año 2000, Ipsos, empresa francesa de demoscopia y estudios políticos, concluyó que el 70% de los franceses tenían una opinión favorable de la primera dama. Eso sí, casi el 60% de los encuestados opinaba que su papel era “secundario” o “insignificante”. Por aquel entonces, las labores públicas de Chiroc se limitaban a organizaciones de caridad, alejadas de la política. 

  • El episodio de la boyband. Una de sus colaboraciones con instituciones benéficas protagoniza una de las mayores licencias narrativas de la película. En la ficción, Bernadette intenta conseguir el apoyo del grupo musical 2Be3 para una gala de la fundación Pièces juanes, dedicada a los niños y adolescentes hospitalizados. En la historia real, Bernadette Chirac presidió esta asociación hasta 2011, como recoge Le Figaro, pero el episodio de 2Be3 nunca tuvo lugar, como declaró la directora de la película al medio Allociné

La película también se centra en las supuestas infidelidades de Jacques Chirac, calificado por la propia Bernadette en sus memorias como “un hombre guapo y muy coqueto, por el que las chicas suspiraban”, como recordaba Le Journal du Dimanche a la muerte del expresidente. Aunque medios de la prensa francesa y hasta española le atribuyeron varias relaciones extramatrimoniales, la única que aparece en la película es la que supuestamente habría mantenido con la actriz italiana Claudia Cardinale, que aunque no aparece en la película, – ni siquiera con su nombre- protagoniza uno de sus momentos estelares. 

Lady Di, una actriz italiana, y un presidente ausente. Según la película, cuando Lady Di sufrió en París el accidente que acabó con su vida, Jacques Chirac estaba pasando la noche con la actriz italiana Claudia Cardinale y no pudo ser localizado por su equipo hasta la mañana siguiente. En su lugar, al hospital acudió Bernadette Chirac en calidad de primera dama. Esta teoría existe en la realidad y ha sido defendida por algunos de los biógrafos de Jacques Chirac e incluso por su antiguo chófer, como recogió ABC. Sin embargo, la propia actriz la desmintió el año pasado en una entrevista a Il Correre de la Sera.

  • El lujoso armario de la primera dama. La moda juega un papel fundamental en el cambio de imagen de Bernadette Chiroc, según se muestra en la película. En la ficción, el famoso diseñador Karl Lagerfeld, por aquel entonces al frente de Chanel, se encarga personalmente del estilismo de la primera dama, desplazándose para ello hasta el palacio del Elíseo.  En la vida real, si bien el diseñador y la política tenían una relación cercana, y ella era habitual en sus desfiles de moda, como recogía The Guardian en 2006, las sesiones de estilismo en la residencia presidencial nunca tuvieron lugar, según declaró la directora de la película.
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Fuentes
  • Le Figaro
  • Ipsos
  • Le Journal du Dimanche
  • Allociné
  • ABC
  • Il Corriere della Sera
  • The Guardian