Fact Fiction

‘La excavación’ o cómo una mujer organizó uno de los hallazgos más importantes de la arqueología inglesa

la excavación historia real
Portada de 'La Excavación'. | Foto: Netflix
Tiempo de lectura: 6 min

La Edad Media y su ‘época oscura’ (Dark Ages en inglés), ese tiempo inabarcable de siglos europeos, ha ido aclarándose poco a poco gracias a los descubrimientos arqueológicos de distintos países, como del que habla La excavación (2021). La película, dirigida por Simon Stone y disponible en Netflix, cuenta la historia del descubrimiento del yacimiento arqueológico anglosajón de Sutton Hoo

Publicidad

Este fue un punto de inflexión para la historia británica, ya que muestra la tradición medieval inglesa de enterrar a los personajes relevantes de la sociedad en barcos llenos de tesoros. Además, los diferencia de los entierros vikingos que se esperaba encontrar en el complejo.

El filme narra cómo Edith Pretty, una terrateniente del sureste de Inglaterra decide pedir ayuda al museo local de Ipswich (Suffolk) para encontrar un excavador que quiera comenzar un proyecto en sus tierras. El trabajo consiste en excavar unos montículos de tierra de sus terrenos en los que Edith cree que podrá encontrar un tesoro enterrado de una civilización anterior. Y sus presentimientos no van mal encaminados.

Aunque la película es bastante fiel a la historia real, se toma ciertas licencias artísticas y dramáticas para darle más emoción y atraer al espectador.

Quién propone la excavación del terreno y qué papel tiene el Museo de Ipswich

La historia de la película comienza en 1939 cuando Basil Brown (interpretado por Ralph Fiennes), el principal excavador y descubridor del complejo de Sutton Hoo, llega a la finca de Edith Pretty. Como dice Brown, “estos proyectos los suelen llevar los museos”, a lo que Pretty responde que “con la guerra tan cerca, el Museo de Ipswich no está dispuesto a empezar nuevos proyectos”. Hay que destacar que la película se emplaza justo antes de que comience la Segunda Guerra Mundial.

No obstante, tal y como explica National Trust (la Fundación Nacional para los Lugares de Interés Histórico o de Belleza Natural de Inglaterra), la historia real comienza dos años antes, en julio de 1937. Primero, Pretty contacta con un historiador local, que es el que escribe al Museo de Ipswich, el más cercano de la región. El responsable de las exposiciones del museo en ese momento, Guy Maynard, visita la propiedad de Pretty y aprueba la excavación.

Publicidad

Un año después, Edith Pretty, Guy Maynard, James Reid Moir (presidente del Museo de Ipswich) y Basil Brown hacen un acuerdo para comenzar a excavar el sitio. Es decir, un año antes que en la película, que ni siquiera muestra que Pretty y Maynard se conocen, y que cuentan con la aprobación del museo local.

Museo de Ipswich en la actualidad. | Foto: Museo Británico

Eso sí, al igual que en la historia real, Basil Brown vive durante la excavación en la casa de Edith. Además, consigue que esta le proporcione dos ayudantes, trabajadores de la finca, para acelerar el proceso.

Los montículos llenos de tesoros anglosajones: ‘La excavación’ solo muestra uno

Tal y como lo muestra la película, tras conocerse y que Edith le muestre a Basil los montículos que quiere excavar, ella le dice que quiere empezar por el más grande, ya que “tiene un buen presentimiento”. El excavador responde que no cree que sea buena idea. Para él, “está abombado por la parte de arriba, lo que indica que seguro que ha sido excavado antes por ladrones”. La opinión de Basil se impone, y comienza a excavar uno de los pequeños.

En un momento dado, tanto Reid Moir como Maynard le piden a Edith que prescinda de los servicios de Basil Brown, ya que “la guerra se acerca” y necesitan su trabajo para el Museo de Ipswich. Pero ella deja que el excavador decida, y este prefiere quedarse en Sutton Hoo. 

Publicidad

Tras tener un accidente y que la tierra de su excavación se venga abajo sobre él, quedándose enterrado durante varios minutos, Basil Brown decide empezar a trabajar en el montículo grande, el que le pidió Edith. En la historia real esto no sucedió: ni Basil Brown quedó enterrado, ni hubo discusión sobre qué montículo excavar, ni se discutió si tenía que volver a trabajar para el museo.

Como explica National Trust, entre junio y agosto de 1938, Basil Brown y su equipo excavaron tres montículos, en los que encontraron diversos objetos, como piezas de hierro, restos de un hombre y remaches de un barco. No obstante, no se supo de inmediato que podían estar ante los restos de un entierro de barco, algo que se ofrecía solo a las personas más importantes de la sociedad anglosajona. Tuvieron que esperar hasta 1939.

Excavación del montículo 1 de Sutton Hoo, donde se encontró el barco. | Foto: Museo Británico

“El Museo Británico también fue informado sobre los hallazgos y Guy Maynard escribió varios artículos sobre ellos. Todavía había una gran intriga sobre el contenido del montículo más grande, por lo que se organizó una segunda temporada de excavación para comenzar el 8 de mayo de 1939”, explican en su página web.

La supuesta mala relación entre Basil Brown y Charles Phillips

Otro de los puntos dramáticos durante la película es la relación entre el excavador Basil Brown y el arqueólogo y representante del Museo Británico Charles Phillips. Mientras que en el filme Phillips denosta el trabajo de Brown y asegura que es mejor que trabaje en la excavación un “equipo profesional y preparado de arqueólogos”, en la realidad mantuvieron “una relación de respeto mutuo”. “Charles Phillips elogió la forma cuidadosa en que Basil Brown había excavado el barco”, explica el National Trust.

Publicidad
Basil Brown, al fondo de la imagen, observando a los arqueólogos que fueron a trabajar a Sutton Hoo, entre ellos Charles Phillips (izquierda del todo). | Foto: Museo Británico

De hecho, esta relación tensa que dibuja el largometraje tiene como otro de sus ejes el si se iba a reconocer o no el trabajo de Basil Brown en un futuro. En un punto dado de la película, la mujer de Brown, May −interpretada por Monica Dolan−, le anima a seguir trabajando en la excavación por el reconocimiento futuro que pueda llegar a tener.

Esto en la película trasciende hasta el punto de que, tras descubrir el tesoro del barco, Edith Pretty pronuncia un discurso en el que le da expresamente las gracias al “excavador y descubridor” Basil Brown. Ella terminaría donando los objetos al Museo Británico, ya que “así podrían verlos el mayor número de personas”. Pero tal y como cuentan en la película, el reconocimiento de Brown en las vitrinas del museo londinense no llegaría hasta la actualidad.

Fuentes