De los 56.241 millones de euros que puso a su disposición la Comisión Europea (CE) para el periodo de 2014 a 2020 en fondos estructurales y de inversión, España solo ha ejecutado el 34%, es decir, 19.374 millones de euros. De hecho, es el país de la Unión Europea que menos porcentaje del presupuesto ha gastado.
Ahora, con la crisis económica que ha generado la pandemia del coronavirus, la Unión Europea ha apostado por ayudas más expansivas, de las cuales a España le corresponden 140.000 millones de euros. Así, aparece la duda de si dará tiempo a ejecutar estos fondos en el periodo 2021-2027, para el cuál están estipulados.
Algunos expertos explican a Newtral.es que uno de los principales problemas es la burocracia a la hora de solicitar las ayudas. De momento, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha anunciado esta semana que se aprobará un decreto ley para «eliminar los cuellos de botella».
[Las condiciones de las ayudas del fondo de reconstrucción europeo: preguntas y respuestas]
España, la que menos porcentaje gasta de sus fondos
«Somos una economía que ejecutamos de forma lenta«, asegura a Newtral.es Josep Lladós, experto en economía internacional y profesor en la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), que matiza que «una cosa es presupuesto disponible, otra cosa es que se pueda autorizar u aprobar, y otro es que luego se ejecute y al ritmo que se ejecute».
A fecha de 8 de octubre de 2020, de los 56.367 millones planificados en su programa operativo para el periodo 2014-2020, España solo ha ejecutado el 34%, es decir, 19.374 millones de euros, según los datos de la Comisión Europea. Esto le deja a la cola del resto de los países europeos.
No obstante, hay otra cifra que es importante, que es la de los «fondos decididos», según explica a Newtral.es Juan Viesca, ex director general de Proyectos y Fondos Europeos de la Generalitat valenciana y responsable de fondos de la Fundacion Finnova. Los fondos decididos son aquellos que tienen una resolución de que ese dinero se va a destinar a un programa operativo.
Así, en realidad de los 56.241 millones de euros que tiene a su disposición España y de los que solo ha gastado el 34%, tiene decidido el 80%: 44.919 millones de euros. Existe la norma N+3, que permite, desde que se ha decidido hasta 2023 usar ese dinero. Es decir, aunque no se ejecuten a finales de 2020, al estar decidido, España seguiría disponiendo de ese dinero.
«Si todos los proyectos decididos van bien, España ejecutará al final el 80% del fondo de 2014-2020, y no el 34%», aclara Viesca. «En principio se ha decidido el 80%, luego puede haber proyectos que estén mal o no, pero es verdad que hay una urgencia para decidir un montón de dinero en los dos meses que quedan, casi 16.000 millones de euros», incide el experto.
Así, todas las decisiones «hay que tomarlas justo al final de este año». «Eso sí, luego se tienen tres años más para gastar», recuerda Viesca que defiende que «normalmente la Comisión es flexible».
De hecho, la Comisión aprobó hace poco unas medidas para acelerar el gasto con temas de la COVID-19. «Ahora muchas comunidades autónomas y el Gobierno están realizando operaciones de la COVID-19 y eso está agilizando mucho el gasto. Pero hay mucho todavía por ejecutar», asegura Viesca.
Los requisitos de los fondos: proyectos y reformas
Para que el Ejecutivo central, las comunidades autónomas o cualquier organismo puedan ejecutar los fondos, deben cumplirse requisitos, que vienen dados por la Comisión Europea. Así, los fondos están ligados a la presentación de proyectos, a que se realicen reformas estructurales y a cómo se gaste el dinero.
Viesca explica que existen varios tipos de fondos y cada uno tiene sus requisitos y particularidades. Además, hay fondos de gestión directa —como Horizont Europe o Erasmus— que administra directamente la Comisión Europea; y los fondos estructurales o planificaciones, en los cuales normalmente hay que sacar concurso, hacer auditorías, controles, mandarlos a Bruselas… y pueden llevar una cofinanciación.
«Ahora, va a haber unos fondos que van a tener que estar ejecutados en 2024 y otros en 2027 y depende mucho en el caso de cada uno porque la tipología de los fondos del plan de recuperación para Europa es muy diversa«, alerta el ex director general de Proyectos y Fondos Europeos de la Generalitat valenciana.
Así, en el caso de los fondos por la COVID-19, la CE ha marcado unas líneas de actuación y de inversión muy claras. De hecho, el 15 de octubre, el Gobierno tiene que presentar a Bruselas un plan de reformas e inversión para poder optar a las ayudas.
En esta ocasión, los fondos que la Comisión Europea ha puesto a disposición de los países son tres principalmente, según explicó Maria Jesús Montero esta semana: el Next Generation-UE (el plan de recuperación y resiliencia), el React-UE y el marco financiero plurianual 2021-2027.
Burocracia: de los principales problemas
Los expertos detectan varios problemas que ralentizan la ejecución de los fondos europeos. Entre ellos, uno de los principales es la burocracia. «Hay una gran burocracia asociada a estos tipo de fondos estructurales, aunque este tipo de burocracia también la tienen el resto de países», explica Viesca.
En España los fondos estructurales se ejecutan a través de dos herramientas fundamentales: la ley de subvenciones y la ley de contratos.
Otro de los obstáculos que señala Juan Viesca es el gran número de organismos: «España tiene muchos organismos para gestión de los fondos, porque los fondos llegan a Madrid y hay un programa operativo para todo el país pero luego cada comunidad autónoma tiene su propio programa operativo con su normativa… «, declara.
Lo mismo señala Lladós, que habla del ámbito competencial «muchas veces no afectan a la administración central sino a las territoriales y se tiene que pactar previamente un reparto de estas inversiones a nivel territorial». También existen «problemas de capacidad de gestión con los recursos humanos que tiene el sector público», según el profesor de la UOC. En España, además, hay grandes diferencias entre comunidades en la ejecución del gasto.
A esto se une que en la mayor parte de ocasiones, es costoso llevarlos a cabo por el requisito de la cofinanciación. Así, muchos proyectos son cofinanciados y los organismos públicos beneficiados no disponen siempre de recursos para poner su parte. En función del porcentaje de cofinanciación de la UE, se tendrá que poner más o menos dinero.
«Antes muchos proyectos se cofinanciaban al 80%. Es decir, yo pongo 100 y la UE luego me devuelve 80. Pero para eso tienes que tener el dinero para poner 100 en un primer momento. Además, ahora las cofinanciaciones suelen ser del 50%, por lo que se recibe menos dinero», afirma Viesca.
«Muchos proyectos son cofinanciados y los organismos públicos beneficiados no disponen siempre de recursos para poner su parte, sobre todo en las épocas que ha habido de gasto público e inversiones es difícil. Además, el marco normativo excesivamente garantista hace que muchos proyectos se alarguen en el tiempo o se aborten y se tarde más en recuperar el dinero», explica Lladós.
«También tiene que ver con una orientación política, los gobiernos anteriores recortaron mucho en inversión pública y el margen de actuación era menor», asegura Josep Lladós.
Por último, los expertos también señalan la gran cantidad de dinero que recibe España en fondos, y que, por tanto, lo hace más difícil de gestionar. «Aunque hay países como Polonia que lo están haciendo bastante bien», concede Viesca.
Ejecutar 140.000 millones de euros en seis años
Los nuevos fondos europeos, aseguró Sanchez en la presentación, «supondrán en términos agregados una movilización sin precedentes de recursos económicos en nuestro país». En total, 140.000 millones de euros para ejecutar en un periodo de seis años.
En un primer momento el Gobierno prevé movilizar 72.000 millones en los próximos tres años (de 2021 a 2023) a través de dos instrumentos: la Facilidad de Recuperación y Resiliencia (59.000 millones en transferencias) y el fondo ‘React-EU’ (12.400 millones mediante financiación). Pretende poner en marcha estos proyectos en los próximos tres años y «que se ejecuten en ese mismo periodo».
[Preguntas y Respuestas: el plan de Recuperación Económica del Gobierno]
Pedro Sánchez ha anunciado también que, en los Presupuestos que pretende aprobar para 2021, el Gobierno adelantará 27.000 millones con el fin de «acelerar la ejecución del plan». «Nos va a permitir acelerar la ejecución del plan desde el mismo momento en el que los presupuestos sean aprobados en las Cortes Generales y más allá de los tiempos que la CE maneja para los pagos», ha asegurado Sánchez.
Entre los cambios anunciados están el diseño de una gobernanza de los fondos que sea eficaz fortaleciendo las estructuras administrativas responsables; una gran transformación de la forma de operar desde el punto de vista de la Administración Pública con reformas legales y administrativas; y la revisión de aspectos operativos o de gestión que resulten precisos modificar.
«En definitiva, vamos a eliminar trabas administrativas, vamos a resolver cuellos de botella que ralentizan y entorpecen la contratación y la ejecución de proyectos», ha afirmado Sánchez que ha añadido que «no podemos permitirnos que la burocracia obstaculice la recuperación y la modernización que demanda y necesita nuestro país», ha reiterado el presidente del Gobierno.
Por su parte, los expertos consultados creen que en esta ocasión «el nivel de ejecución va a ser mayor que en el pasado«. «Con los nuevos fondos, puede ser distinto porque primero depende de las prioridades que pongamos, entonces el contexto es muy distinto porque todos nuestros países del entorno van a hacer planes de inversión ambiciosos», explica Lladós que recuerda que «la propia Comisión Europea se va a comprometer con el presupuesto, además dejando claras las medidas de actuación prioritarias».
«Además, parte de los recursos no son créditos, sino que son directamente dados como subvención, con lo cual es más fácil siempre y cuando las prioridades estén claras», comenta el profesor de la UOC.
Por su parte, Viesca también cree que algunos «serán más fáciles de ejecutar», pero recuerda que «va a haber también fondos de carácter estructural que van a ser difíciles» y que debido a la gran cantidad de dinero «la ejecución va a ser más difícil».
Además, Pedro Sánchez también ha anunciado que se establecerán mecanismos de control para «garantizar la correcta ejecución de los fondos». Estos son:
- Nueva comisión interministerial presidida por el propio Sánchez en la que participarán todos los ministros de las áreas implicadas, además de una unidad de seguimiento en el gabinete de la Presidencia.
- Conferencia Sectorial de Fondos Europeos, de la que participan tanto el Gobierno como las comunidades autónomas.
- Foros y consejos de alto nivel con empresas y demás actores que participen en los proyectos. Sánchez ha resaltado, en este punto, la conveniencia de potenciar la colaboración público-privada.
- Comisión Mixta de la UE de Congreso y Senado como lugar en el que se pongan en marcha «mecanismo periódicos de rendición de cuentas».
0 Comentarios