Las juezas imponen penas más extensas en casos de delitos sexuales que los jueces, según publica un estudio llevado a cabo por el grupo Victimología empírica y aplicada, de la UOC. De acuerdo con la investigación, no hay diferencias significativas en cuanto a absoluciones o condenas, es decir, tanto hombres como mujeres en la judicatura tienden a considerar la tipología del delito de la misma forma. Sin embargo, ellas son más propensas a tener en cuenta elementos que permiten agravar la pena, a no aplicar determinadas atenuantes o a tirar hacia la pena más alta dentro de la horquilla que establece el Código Penal.
- La publicación aclara que jueces y juezas tienen, en realidad, poco margen a la discrecionalidad. No es que la severidad entre las penas que imponen unos y las que imponen otras sea muy amplia.
- El mecanismo que permite a jueces y juezas moverse en la horquilla penológica se llama individualización de la pena. El delito de violación establece una horquilla que va de los 4 a los 12 años. En función de los elementos específicos del caso, se puede tirar hacia la pena mínima o hacia la mitad superior. Ese es el margen que tienen jueces y juezas y es ahí donde, según este paper, ellas tienden a imponer una pena superior.
¿Cuántos meses más supone esa severidad extra? La investigación analiza sentencias emitidas por tribunales, no por jueces y juezas que deciden en solitario. Teniendo esto en cuenta, cuando el tribunal estaba solo compuesto por hombres, la pena media impuesta fueron 68 meses, pero cuando había una mujer en el tribunal, la media ascendía a 71 meses (tres más) y cuando había dos juezas, 79 meses.
¿Por qué las juezas son más estrictas con los delitos sexuales? Una de las hipótesis que lanza el grupo de investigación es que ellas se identifican con los colectivos más vulnerables (o minorizados), lo que puede influir en su decisión. Lo que para un hombre puede ser un elemento menos decisivo, para una jueza puede ser justo al contrario, teniéndolo en cuenta para individualizar la pena y, así, elevarla.
- La investigadora principal, Laura Arantegui, explica que “en los delitos sexuales, las mujeres actúan como representantes de su género e intentan defender la situación de esas víctimas, a las que ven más desamparadas o en situación de inferioridad, y tal vez por ello son más punitivas”.
“Penas más largas no quiere decir que sean más justas”. La autora principal aclara este matiz, ya que la investigación no analiza que las penas establecidas por juezas en delitos sexuales sean más o menos adecuadas, sino la duración de las mismas en función del género del operador jurídico.
- En total, han revisado más de 2.200 casos de delitos sexuales contra mujeres y menores, concluyendo que las sentencias son más duras cuando hay más mujeres en los tribunales.
- Las sentencias analizadas fueron emitidas entre 2019 y 2020, en pleno debate sobre consentimiento y tras el caso de La Manada de Pamplona.
- Does the sex of judges matter? Analysis of sentencing in sex crimes in Spain (Criminology & Criminal Justice, 2024)
Lo que no significa nada de nada. Lo que hay que examinar es si las sentencias fueron justas y estuvieron bien redactadas y justificadas en cada caso. Después tal vez o tal vez no se pueda sacar conclusiones con respecto a la diferencia que pudiera haber entre hombres y mujeres a la hora de componer una sentencia. Más racionalidad, menos estadísticas fatuas para cerebritos de blandiblú podemitas, sumarianos, sociatistas o, simplemente, estrogenizados.