El vicesecretario de Economía del Partido Popular, Juan Bravo, se refirió en una entrevista de The Objective al gasoducto MidCat, que conecta España con Francia, y criticó unas declaraciones de 2019 de la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), Teresa Ribera, apuntando a un cambio en su discurso.
“Puede ver el video en el que la vicepresidenta, en 2019, dice públicamente, en una comisión parlamentaria, que ese no es su proyecto, que renuncia al proyecto y a la ayuda económica de Europa para analizar todos los efectos económicos del proyecto en cuestión. Ahora ha cambiado de nuevo”, señaló Bravo.
Sin embargo, Juan Bravo omite que, en sus declaraciones de 2019, Ribera hacía referencia a un informe de la Comisión Europea en el que se descartaba el MidCat por no ser económicamente rentable, pero insistió en que no reflejaba la opinión del Ejecutivo. De hecho, antes de explicar las conclusiones del informe, afirmó lo siguiente: “Este es un asunto sobre el que el Ministerio no tiene intención de pronunciarse, pero comparto la información que me parece que ha recogido usted bien”, como consta en el diario de sesiones del Senado (pág. 12).
En su intervención, Ribera se refirió a la declaración de las reguladoras y a un informe de la Comisión Europea
Además de las declaraciones de Bravo, el PP ha compartido en las últimas semanas un tuit con el vídeo de la intervención de la ministra en la Comisión de Transición Ecológica del Senado el 29 de enero de 2019 en el que se puede escuchar un fragmento de las declaraciones de la ministra sobre el MidCat. Desde Newtral.es hemos preguntado al gabinete de prensa del Juan Bravo si se refiere a otra comisión en la que se mencionara el MidCat, pero no hemos obtenido respuesta.
Durante la comisión, la entonces senadora de Podemos Vicenta Jiménez preguntó a la ministra por la posición oficial del Gobierno sobre el MidCat e hizo referencia a la declaración de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y su homólogo francés, la Commission de régulation de l’énergie (CRE) en la que rechazaban la inversión para la interconexión gasista entre ambos países por ser poco rentable.
“¿No estaremos de nuevo ante la posibilidad de que se impulse un proyecto ruinoso que haya que rescatar una vez más con dinero público (…)?”, preguntó Jiménez (pág. 8 del diario de sesiones).
En su respuesta, Ribera utilizó la misma expresión que la senadora y explicó que lo único de que disponían hasta ese momento era “una declaración conjunta de dos reguladores de los tres países concernidos que subraya de manera muy explícita que, con arreglo a la información aportada por la propia Comisión Europea, se trata de un proyecto ruinoso que no tiene sentido y que, desde el punto de vista de evaluación coste-beneficio, sería un error acometer cualquier tipo de inversión en esta dirección”.
Antes de dar esta explicación, la ministra insistía en que “el Ministerio no tiene intención de pronunciarse”.
La afirmación de Bravo también se contradice con la respuesta de su partido en Europa. La portavoz del PP en el Parlamento Europeo, Dolors Montserrat, ha pedido a la Comisión Europea que explique por qué se dejó caer el proyecto Midcat, como figura en una pregunta parlamentaria que presentó el 17 de agosto.
Tanto la Comisión Europea como los reguladores abandonaron el proyecto del MidCat por considerarlo “poco rentable”
La crisis energética presente en la Unión Europea y la dependencia del gas ruso han conducido a que algunos países de la Unión Europea, como Alemania, se muestren a favor de recuperar la idea de un gasoducto que una España con el resto del continente para facilitar el tránsito de gas natural licuado. Sin embargo, la postura europea no siempre ha sido así.
El proyecto de este gasoducto se dio a conocer en 2008, cuando el Ministerio de Industria presentó la nueva planificación de los sectores de electricidad y gas.
El MidCat empezó a construirse por aquel entonces (a día de hoy, el primer tramo que une Martorell y Hostalric está terminado), pero en 2018 se paralizaron las obras. Ese mismo año, se filtraron las conclusiones del análisis que la Comisión Europea encargó a la consultora sueca Pöyry en 2016 para estudiar los beneficios del proyecto, como refleja una pregunta escrita del Parlamento Europeo y la respuesta a esta por parte de la Comisión.
Según este, el MidCat solo tendría “interés económico” si se dieran tres circunstancias de manera simultánea: una baja demanda de gas en Europa, una limitación del suministro de gas de Argelia y un incremento en los precios del gas natural licuado (pág. 13).
Además, según el análisis de la consultora, los precios del gas en España no variarían de manera notable y los de Francia podrían llegar a aumentar. Esta razón hizo que la Comisión Europea replanteara la rentabilidad del MidCat.
La negativa de la Comisión Europea hacia este gasoducto también quedó patente cuando, en 2019, apartó al MidCat de la lista de proyectos de interés común después de recogerla en las listas anteriores, como refleja el Consejo de Seguridad Nacional.
Un año después, en enero de 2019, la CNMC y la CRE pusieron fin a la inversión destinada a esta interconexión gasista entre España y Francia. En el comunicado conjunto, las reguladoras consideraron que el MidCat “no cumple con las necesidades del mercado y carece de madurez suficiente para ser considerado en una asignación de costes transfronteriza”.
Resumen
Juan Bravo criticó unas declaraciones del 2019 de Ribera sobre el MidCat en las que “dice públicamente, en una Comisión Parlamentaria, que ese no es su proyecto, que renuncia al proyecto y a la ayuda económica de Europa para analizar todos los efectos económicos del proyecto en cuestión. Ahora ha cambiado de nuevo”.
Sin embargo, durante su intervención, la ministra hizo referencia a una declaración de las reguladoras del proyecto que utiliza información de la Comisión Europea, pero ninguna de estas tres entidades consideraba el MidCat rentable.
Por tanto, consideramos que la afirmación de Bravo es engañosa, ya que aunque la ministra descartó el proyecto, se hacía eco de las consideraciones de la UE y de la CNMC. Además, incidió en que el Ministerio no tenía intención de posicionarse.