José Antonio López-Guerrero: “Delta podría ser el inicio de la evolución hacia un virus más contagioso pero leve”

Tiempo de lectura: 7 min

El matrimonio de Jean Shinglewood y Peter Medawar encontró, quizás, una de las definiciones más afortunadas y manidas de lo que es un virus: “Malas noticias envueltas en proteínas”. Pero José Antonio López-Guerrero cree que las más de las veces, estos patógenos son lo más parecido a otra vieja glosa: “No news, good news“ (“que no haya noticias es una buena noticia”). Porque “convivimos sin enterarnos con decenas de ellos”, y sólo de vez en cuando “ponen el mundo patas arriba”. Cosas de la evolución, también del virus. Y nos ha tocado.

Publicidad

López-Guerrero, más conocido como ‘JAL’, acaba de publicar su octavo libro, Coronavirus, anatomía de una pandemia, (Guadalmazán) en que recoge a modo de cronología una recopilación de artículos escritos a lo largo de 2020, en que se manifiesta la fugacidad de la evidencia y cómo los tiempos científicos a veces no son los que espera la sociedad o la política.

Director del laboratorio de Neurovirología de la UAM y profesor de Microbiología, estaba “trabajando en herpes cuando saltó la noticia de un nuevo virus que causa neumonías raras en China. En el laboratorio pensamos entonces que podía tratarse de nuevo del SARS, que se habría reemergido”. Las cifras iniciales apuntaban a una mayor levedad que aquel coronavirus que produjo en 2002-2003 la neumonía atípica. “Estaba lejos pensar que íbamos a terminar trabajando con ese virus”.

Pero el virus llegó. Y aunque agosto ha vaciado el laboratorio, varias líneas celulares y cultivos siguen vivos y ‘criándose’ a la espera de que la actividad se reanude en septiembre. Entre los proyectos en marcha, NeuroCovid, orientado a caracterizar la actividad antiviral de distintos compuestos. Santo grial en que está volcada la comunidad científica con limitado éxito.

Su actividad, y en concreto la de su colega Raquel Bello-Morales y las investigadoras predoctorales Inés Ripa y Sabina Andreu, se sostiene en parte mediante donativos y mecenazgo. Prácticamente “como siempre, desde que recuerdo, cuando montamos el laboratorio”. Los honorarios de un congreso o conferencia pagaban una nevera o una máquina agitadora. Así dice que fue equipando un laboratorio que, sólo durante el último año, ha firmado una decena de publicaciones en revistas científicas.

Habitual, hoy, en los platós de televisión, su actividad divulgadora ha estado vinculada a actividades en la Universidad Autónoma y el Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, los artículos en El Cultural (de los que bebe el libro) y la radio. Primero en la FM madrileña Radio Utopía, más tarde en Radio Nacional de España, donde conduce el espacio ‘Entre probetas’ desde hace más de una década.

Publicidad

Evolución natural: “Si los virus pensaran, no querrían un apocalipsis sino convivir”

Coronavirus se lanzó casi coincidiendo con el aniversario del fin del primer estado de alarma. Y de aquel “hemos vencido al virus” del presidente Pedro Sánchez. Era verano y las incidencias llegaron a su suelo, tras meses de confinamiento estricto. Pero ya se asomaba la primera variante. “Me gusta como al que más ir de tapeo” dice ‘JAL’ en el libro. Igual que los gimnasios “como en el que colabora mi hijo”. Pero la realidad es tozuda y no entiende de lo que nos gusta. “Un virus grupal, de transmisión en clústers no es compatible con la vida social tal y como la conocíamos”. Por eso él usa el término ‘sindemia‘, una pandemia que golpea socialmente en muchos más ámbitos que el de la salud.

Llegado el verano de 2021, y con una vuelta a una normalidad tan sólo salpicada de mascarillas, aforos y limitaciones en los interiores, España mira de reojo a Delta, mientras los contagios han vuelto a las residencias de mayores. Estados Unidos bate récords de hospitalizaciones. Israel empieza a poner terceras dosis. Y hasta China vuelve a confinar áreas de la provincia de Hubei. ¿Qué está pasando?

JAL admite que el éxito de la vacunación nos ha hecho perder algo de perspectiva. Y, de un modo u otro, se han relajado medidas y mentes. Delta sólo explica una parte de lo que está ocurriendo. Pese a que los británicos se preparan para lo peor, ante las nuevas y futuras variantes.

Publicidad

El Gobierno de Boris Johnson ha emitido un informe en el que dibuja cuatro escenarios posibles donde el SARS-CoV-2 puede evolucionar y adquirir, mediante mutaciones, características fenotípicas “preocupantes”. El más catastrófico plantea que mute hacia algo mucho más agresivo e hipercontagioso, ¿como la viruela?

“Si un virus pudiera pensar, su idea no sería la de causar un apocalipsis, sería la de convivir, y lo está haciendo bastante bien, transmitiéndose de la forma más leve posible y causando el menor daño”. López-Guerrero es optimista.

En plenas olas de Delta en varios países, “contra lo que se piensa, muchos informes médicos no apuntan a que el virus haya aumentado su [manifestación] clínica en las personas. Aumenta su capacidad de dispersión, pero ya se habla de sintomatología más cercana a la de un fuerte catarro, que es la tendencia que podría apuntar Delta”, un virus “más contagioso pero más leve progresivamente”.

La vacuna parecer ayudar a la evolución hacia un virus leve

Que Delta se manifieste como “un trancazo” puede que no sea sólo cosa del virus. Ahora se ceba con gente más joven tendente a padecer síntomas leves. Y en personas plenamente vacunadas las infecciones también cursan más bien así, si terminan dando síntomas. Los humanos estamos haciendo ‘cambiar’ al coronavirus, pero para bien.

“En el proceso de coevolución con su hospedador, que somos nosotros, por puro azar, puede surgir esporádicamente una variante mucho más dañina, pero si algo dice la historia virológica es que los más virulentos tienen menos capacidad de dispersión. Aunque causan mucho dolor y muerte, son más controlables”. Delta puede ser ese comienzo.

Publicidad

El hecho de que haya un alto porcentaje de vacunados hace que exista “menos virus circulando, quizás porque en las personas [con pauta completa] que se pueden infectar, la vacuna no permite que el virus baje profundo a las vías respiratorias y produzca una mayor cantidad de copias”.

Loading…

Se puede, metafóricamente, decir que los virus “tratan siempre de escapar cuando se les persigue y ses le presiona”, explica el virólogo. Y la vacuna mete presión, pero se escapa a través de los contagios. Y eso es lo que parecen hallar preliminarmente dos científicos de la Universidad de Maryland, que han indagado en las cifras de mutaciones halladas en el coronavirus en países que vacunan mucho y países que vacunan poco.

“Hay un [artículo en] Science que dice que [en un tiempo] ya sólo infectaría a gente muy joven, porque el resto estará inmunizada, y se convertirá en un virus con menor letalidad que la de la actual gripe”. De todos los escenarios, ‘JAL’ cree que es el más plausible, “es en que el más me fijaría”.

Ya hay estimaciones de que la covid será endémica y afectará sobre todo a la infancia, de manera leve.

Eso sí, el monografico de ‘JAL’ concluye con una advertencia: “no puedo asegurar cuándo será la próxima pandemia, pero puedo prometer que la sufriremos”. Podremos afrontarla mejor si abordamos un cambio de paradigma que apueste por la salud y la sanidad pública globales, la I+D+i, el apoyo a países menos desarrollados, el control demográfico y la protección de los ecosistemas en un contexto de emergencia climática. Va espóiler del final del libro: “creo que todavía es posible y ¡se puede!“.

3 Comentarios

Ya no se pueden publicar comentarios en este artículo.

  • No veo evidencia científica que avale la afirmación de que el virus evolucionará fácilmente a uno más benigno.
    Incluso la sintomatología más benigna AL INICIO hace que los contagiados no se aíslen e infecten a más gente si es caso

  • Me parece un excelente artículo que expresa claramente las distintas situaciones previsibles y científicamente controladas

  • Le doy las gracias por su esfuerzo y dedicación a resolver esta pandemia. GRACIAS.