Jenni Hermoso ratifica ante el juez de la Audiencia Nacional que el beso que le dio Luis Rubiales en la final del Mundial no fue consentido. La futbolista también declaró que se sintió presionada para defenderlo públicamente en los días posteriores a los hechos. El expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), inhabilitado por la FIFA, es investigado por posibles delitos de agresión sexual y coacciones.
La delantera de la selección española ha mantenido la declaración que realizó ante la Fiscalía, corroborando ante el juez que el beso fue “inesperado y en ningún momento consentido”. Además, aseguró que en su regreso a España, así como en su viaje a Ibiza con varias compañeras, dos de los investigados por un delito de coacciones la “atosigaron” de forma constante. Esto, según ha explicado Jenni Hermoso, le produjo “una situación de desasosiego y tristeza”, según informa la Agencia EFE.
Con la declaración de Jenni Hermoso en la Audiencia Nacional, está previsto que finalice la fase de instrucción y será el juez Francisco de Jorge quien decida si inicia el procesamiento de Luis Rubiales por dos delitos de agresión sexual y coacciones. Los hechos se produjeron el 20 de agosto en el estadio de Sídney (Australia), cuando la selección española recogía las medallas como campeonas del Mundial de fútbol.
Rubiales y otros tres investigados por coacciones
El juez Francisco de Jorge ha llamado a declarar a cuatro investigados y más de veinte testigos del Caso Rubiales desde septiembre. La Audiencia Nacional investiga si hay un posible delito de agresión sexual en el beso del expresidente de la RFEF a la futbolista, y de coacciones a la misma por parte de otros tres investigados: Jorge Vilda, Albert Luque y Rubén Rivera.
Antes de la declaración de Jenni Hermoso ante el juez, más de veinte testigos explicaron situaciones que vivieron en tres escenarios diferentes: la celebración del Mundial en Sídney y el regreso a España, el viaje de Jenni Hermoso con varias compañeras a Ibiza, y el informe de Integridad que se realizó en el despacho de Luis Rubiales sin la versión de la futbolista.
- Agencia EFE
Rubiales es un macarra. No obstante, lo peor de todo esto es como los miedos de comunicación (de dictado) del régimen globalista no dedican mucho más espacio a noticias mucho peores y mucho más escalofriantes sobre la violencia sexual de la relea tercermundista en España a diario.