Argentina afronta este 22 de octubre una de las elecciones presidenciales más inciertas desde la vuelta a la democracia en 1983. En un contexto de crisis económica y con una inflación que ha trepado hasta el 138,3%, más de 35 millones argentinos están habilitados para votar -de ellos unos 110.000 en España– en unos comicios que presentan a cinco candidatos presidenciales: Javier Milei, Patricia Bullrich, Sergio Massa, Juan Schiaretti y Myriam Bregman.
Estos cinco candidatos han conseguido superar el mínimo del 1,5% exigido en las elecciones primarias del 13 de agosto, aunque son tres los que parten como favoritos: el ultraliberal Milei, la centroderechista Bullrich y el peronista Massa, actual ministro de Economía.
Con propuestas como la dolarización de la economía argentina y un duro discurso contra la “casta” política, Milei provocó un terremoto político al ser el más votado en las primarias con el 29,86% de los votos con su partido La Libertad Avanza, aunque seguido de cerca por sus adversarios.
La segunda fuerza más votada es la que representa Bullrich (Juntos por el Cambio), que alcanzó el 28% en las primarias. De ellos, un 16,81% corresponde a la propia Bullrich y el 11,19% restante lo obtuvo Horacio Rodríguez Larreta, alcalde de la Ciudad de Buenos Aires y con un perfil más centrista. La coalición gobernante, Unión por la Patria, quedó relegada al tercer lugar con el 27,2% de los votos, constituyendo una de las peores elecciones históricas del peronismo. Massa recibió el 21,43% y su rival en la elección interna, el militante social Juan Grabois, un 5,85%.
El gobernador de la provincia de Córdoba, Juan Schiaretti, y la representante del Frente de Izquierda, Myriam Bregman, completan la lista de candidatos, aunque con pocas opciones si se tiene en cuenta que en las primarias obtuvieron con sus fuerzas el 3,71% y 2,61%, respectivamente.
Para alcanzar la presidencia se requiere superar el 45% u obtener más del 40% con una diferencia de más del 10% sobre el segundo. En caso de que ningún candidato lo consiga, habrá una segunda vuelta entre los dos más votados el 19 de noviembre.
Javier Milei, el candidato favorito de las elecciones tras su victoria en las primarias argentinas
Todos los focos en estas elecciones están sobre Milei, quien ha puesto patas arriba el tablero político argentino con su triunfo en las primarias. El candidato ultraliberal ha conseguido capitalizar buena parte del descontento de la sociedad argentina tras años de crisis económica que han llevado los niveles de pobreza hasta el 40,1%.
“Milei es el que mejor llega de los tres candidatos, no solo por haber ganado en las primarias sino porque también es el que marcó el ritmo de la campaña”, analiza Mariano Vidal, periodista del diario Clarín, en declaraciones a Newtral.es. “Fue quien marcó agenda: obligó a todo el arco político a reposicionarse de la sorpresa que fue su resultado y planteó los temas de los que se hablaron estos meses”.
Licenciado en Economía y aliado internacional de Vox, Milei ha conseguido en poco tiempo pasar de ser tertuliano de televisión a convertirse en un serio aspirante a la presidencia argentina. Hace dos años, en su primera incursión en política, obtuvo el 17% de los votos en las elecciones legislativas por la Ciudad de Buenos Aires. Desde entonces, se desempeña como diputado nacional.
Entre las propuestas de Milei, que este domingo cumple 53 años, destaca la dolarización de la economía. Es decir, la adopción del dólar estadounidense como moneda nacional. El presidente de la Corte Suprema de Justicia ha adelantado que esto sería inconstitucional si implica la eliminación del peso argentino como moneda.
Milei también aboga por la eliminación del Banco Central, al que ha propuesto “dinamitar” o “quemar”, y por un enorme recorte del gasto público de 15 puntos del PIB que ha simbolizado con sus apariciones en público agitando una motosierra.
También han generado controversia sus posturas a favor de la libre venta de órganos para trasplantes, algo prohibido por ley, la desregulación del mercado de armas, la derogación de la ley del aborto a través de una consulta popular o la ruptura de relaciones diplomáticas con “países comunistas” como China y Brasil. Además, uno de los referentes de su espacio pidió romper relaciones con el Vaticano mientras el papa Francisco esté al frente.
El candidato libertario también ha acaparado titulares por negar la existencia del cambio climático y por sus apariciones en público profiriendo gritos, insultos y descalificaciones contra “la casta” política y también contra algunos medios de comunicación argentinos.
“La fortaleza de Milei es que refleja como nadie el hartazgo de la gente con el sistema político y con la situación de eterna crisis en la que vive hundido el país”, comenta Vidal. “Hoy los jóvenes no logran acceder al crédito o a trabajos de calidad que les permitan proyectar a largo plazo. Milei supo hablarle a esa población desencantada, aunque sea a los gritos e insultando”, agrega el periodista de Clarín.
“Su debilidad claramente pasa por su inexperiencia total en la gestión. Construyó su carrera en sets televisivos, es un outsider total de la política al igual que el núcleo de gente que lo acompaña y tendrá que gestionar un país en crisis total si llega a la presidencia. La gran duda es si efectivamente tiene con qué llevar adelante todas las promesas que hizo”.
Patricia Bullrich busca evitar la polarización entre el Gobierno y Milei
Patricia Bullrich, de 67 años, forma parte de la coalición Juntos por el Cambio y ha sido en los últimos años una fuerte opositora del peronismo y de los gobiernos de Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Kirchner (2007-2015). Entre 2015 y 2019, Bullrich fue ministra de Seguridad del Gobierno de Mauricio Macri. Más atrás en el tiempo, entre 2000 y 2001, fue ministra de Trabajo en el Gobierno de Fernando de la Rúa, cuando impulsó una rebaja del 13% en las pensiones.
La irrupción de Milei le ha supuesto una competición por la derecha que amenaza con dejarle fuera de una hipotética segunda vuelta, según algunas encuestas, aunque los sondeos han quedado en entredicho tras unas primarias en las que no previeron el avance del libertario.
Bullrich llega a las presidenciales tras superar en las primarias de su coalición a Rodríguez Larreta, alcalde de Buenos Aires. La candidata ha prometido “mano firme” contra la delincuencia, el narcotráfico y la corrupción y recientemente ha propuesto “grabar las conversaciones” entre los presos y sus abogados, lo que ha sido criticado desde el Gobierno por ser presuntamente inconstitucional.
En lo económico, su especialista Carlos Melconian ha propuesto un sistema bimonetario de “convivencia de monedas” entre el peso y el dólar como alternativa a la dolarización que propone Milei.
A lo largo de la campaña, Bullrich ha calificado de “peligrosa” la “inestabilidad [emocional]” de Milei, con quien ha mantenido fuertes cruces. El candidato libertario, a su vez, recordó el pasado de Bullrich como militante de la Juventud Peronista argentina en los años 70 y la acusó de “poner bombas en los jardines de infantes”. Bullrich ha reconocido su militancia juvenil en el peronismo en aquellos años, pero ha negado haber formado parte de organizaciones guerrilleras y denunció penalmente a Milei.
Sergio Massa, ministro de Economía y candidato del peronismo en Argentina
Massa, de 51 años, es ministro de Economía desde julio de 2022. A pesar de la mala situación de la economía argentina, que lleva años de inestabilidad y alta inflación, el candidato del peronismo aspira a conseguir un lugar en una segunda vuelta electoral.
“Massa llega con el objetivo de quedarse con un segundo puesto que le permita meterse en una segunda vuelta, posiblemente contra Milei. Sin embargo, en las últimas semanas se ha visto golpeado por una serie de escándalos vinculados al peronismo en la provincia de Buenos Aires”, advierte Vidal en declaraciones a Newtral.es. “La aparición de fotos de un funcionario paseando en yate por Marbella con una modelo, un nivel de gasto injustificable para su sueldo público, causó bronca en una sociedad que lucha a diario contra la inflación”, señala el periodista de Clarín en alusión a las fotos que provocaron semanas atrás la renuncia del peronista Martín Insaurralde como jefe de Gabinete de la Provincia de Buenos Aires. “Pero la debilidad más grande es que hoy por hoy es el ministro de Economía con una inflación que está desbocada”.
El candidato achaca los problemas económicos a la deuda contraída con el Fondo Monetario Internacional (FMI) durante el Gobierno de Macri (2015-2019), así como a los efectos de la pandemia y la guerra en Ucrania, aunque también ha reconocido errores en la actual gestión (2019-2023) de Alberto Fernández y ha prometido cambiar a varios de los ministros actuales en caso de llegar a la Casa Rosada. También ha anunciado un “gobierno de unidad nacional” si llega a la presidencia.
“La fortaleza de Massa es que tiene el respaldo del peronismo, lo que le asegura una base de votos estable, aunque en retroceso, y una garantía de capear el humor social en la calle. También una plasticidad para alcanzar acuerdos, ya que es un profesional de la política”, agrega Vidal.
Abogado de profesión, Massa es un político camaleónico que ha mostrado distintas posturas con el kirchnerismo en los últimos años. Mientras en 2018 afirmaba que Cristina Kirchner “debería estar presa”, ahora ha sellado un acuerdo con la actual vicepresidenta para ser el candidato del peronismo. Años atrás, entre 2008 y 2009, había sido jefe de Gabinete en la primera presidencia de Cristina Kircher.
A lo largo de su carrera política, también se ha desempeñado como Administrador Nacional de la Seguridad Social entre 2002 y 2007, y como alcalde del municipio de Tigre, en la provincia de Buenos Aires. Además, fue presidente de la Cámara de Diputados entre 2019 y 2022.
En las últimas semanas de campaña, Massa ha adoptado una serie de medidas en busca de aliviar el bolsillo de los ciudadanos frente a la inflación, como la eliminación del impuesto a las ganancias para más de dos millones de trabajadores. Sin embargo, la persistencia de las altas tasas de inflación y la devaluación constante del peso suponen una amenaza para sus aspiraciones.
Schiaretti y Bregman, votos decisivos en una elección abierta
La lista de candidatos presidenciales en estos comicios argentinos la completan Schiaretti, gobernador de la provincia de Córdoba, y Bregman, del Frente de Izquierda. Schiaretti gobierna Córdoba, la segunda provincia más poblada del país, desde hace ocho años y también lo hizo entre 2007 y 2011.
La campaña de Schiaretti, que representa una vertiente del peronismo alejada de la línea actual, ha estado centrada en la gestión de su provincia. Por su parte, Bregman es diputada desde 2021 por la Ciudad de Buenos Aires y referente de las agrupaciones de izquierda.
Ninguno de los dos candidatos cuenta, a priori, con posibilidades de acceder a una segunda vuelta, aunque sus votos pueden resultar decisivos en una elección que se presenta muy abierta.
- Artículo de Chequeado sobre los cinco candidatos presidenciales en Argentina
- Página oficial sobre las elecciones 2023
- Plataforma electoral de La Libertad Avanza
- Plataforma electoral de Juntos por el Cambio
- Plataforma electoral de Unión por la Patria
- Declaraciones del periodista Mariano Vidal a Newtral.es