Irán se revuelve con sanciones y protestas. Casi seis meses después de la muerte de Mahsa Amini, la joven de 22 años detenida por llevar mal colocado el hiyab que murió bajo custodia de la policía de la moral, la población continúa protestando y levantándose contra el régimen del ayatolá Jamenei, que contesta con represión.
Entre los meses de enero y febrero, las autoridades iraníes ejecutaron al menos a 94 personas, lo que supone un “considerable aumento en comparación con el mismo periodo el año pasado”, según un informe de Amnistía Internacional. En total, la cifra de fallecidos en las manifestaciones, según calcula la ONG Iran Human Rights, está en torno a las 500 personas y el número de detenidos asciende a cerca de 20.000, como detalla la NPR.
En respuesta, la Unión Europea y Naciones Unidas han intervenido con sanciones que incluyen una lista en la que figuran nombres como los ministros de Cultura y Orientación Islámica y de Educación, así como altos cargos de la Guardia Revolucionaria, organizaciones y entidades.
Según los expertos consultados, en un Gobierno tan opaco como el iraní las protestas y la represión sirven como barómetro para medir el descontento entre la población con la situación económica y política del país de Oriente Próximo, en crisis desde hace años. Pero ¿cómo están afectando las sanciones y las movilizaciones al régimen iraní después de todo?
Irán convive con las sanciones internacionales desde la Revolución Islámica
Occidente impone sanciones a Irán desde el triunfo de la revolución islámica de 1979, como recuerda a Newtral.es Haizam Amirah Fernández, investigador principal del Mediterráneo y Oriente Medio del Real Instituto Elcano. “Las sanciones afectan al intercambio de energía, al transporte y las finanzas, a compañías e individuos iraníes con los que el resto del mundo no puede hacer negocios a riesgo de sufrir multas… tienen un gran impacto económico sobre el país y sobre su integración en el sistema internacional”, indica.
No obstante, Irán se adapta y convive con las sanciones –y las protestas ciudadanas– desde hace tantos años que el régimen ha aprendido a sobrevivir. “Teherán posee la fuerza suficiente para sobrevivir a las multas impuestas desde el exterior”, insiste el investigador de Elcano. Una idea que comparte con Ali Vaez, director del programa de Irán en el International Crisis Group (una ONG dedicada a la prevención de conflictos). “Irán tiene décadas de experiencia en eludir las sanciones occidentales, una experiencia que ahora comparte con Rusia”, asegura a Newtral.es.
La presión que inflige la comunidad internacional con sus sanciones ha pasado por varias etapas. Se aligeró temporalmente tras la firma del acuerdo nuclear en 2015, entre Estados Unidos durante el mandato de Obama e Irán. El objetivo del acuerdo, avalado por otras cinco potencias (China, Rusia, Francia, Reino Unido y Alemania) consistía en limitar el programa nuclear iraní a cambio de un levantamiento de las sanciones. Como explica el investigador, con este acuerdo, el régimen intentó vender a la sociedad iraní un reconocimiento internacional por el que el país se situaba al mismo nivel que el resto, además de presentarlo como una “gran oportunidad económica” tras años de sanciones.
Sin embargo, la oportunidad duró apenas tres años. En 2018, el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió romper el pacto nuclear de forma unilateral, recuperar las sanciones y elevar, de nuevo, la presión sobre el régimen. “En esos tres años sin sanciones no dio tiempo a despegar la colaboración de Irán en el exterior por las propias cautelas de las empresas internacionales y por la naturaleza fraccionada del régimen”, dice Fernández, que añade que, además, “dentro de la República Islámica hay distintos grupos de interés que no facilitaron aprovechar esa ventana de oportunidad”.
La economía iraní se resiente a pesar de la fortaleza del régimen
Han pasado casi cinco años desde la vuelta a las sanciones occidentales y la situación económica ha empeorado. “La economía iraní está en ruinas como consecuencia de las sanciones y la mala gestión”, explica Vaez, del International Crisis Group. Además, a las presiones internacionales se une la escasez de agua que sufre Irán, uno de los países más secos del planeta. “La siderurgia, las petroquímicas y las instalaciones nucleares requieren de mucha agua, por lo que esta escasez se percibe como un grave problema a largo plazo”, comenta el investigador de Elcano.
Sin embargo, Irán cuenta con balones de oxígeno. “El rial ha caído a su valor más bajo de la historia en comparación con el dólar. La inflación supera el 50%. Pero el régimen sigue siendo capaz de financiar su maquinaria represiva, apoyar a sus aliados regionales y avanzar en su programa nuclear”, explica Vaez.
Además de ser un país rico en recursos naturales, especialmente energéticos y mineros, Irán también cuenta con el apoyo de Rusia y China. “El mercado interno es muy fuerte en Irán, son casi 90 millones de habitantes y su petróleo es muy importante en los mercados asiáticos”, asegura Fernández.
Es por ello que, según Vaez, es “poco probable que las sanciones puedan tener otro efecto que el de infligir más dolor y miseria al pueblo iraní”. El experto del International Crisis Group apunta a la inefectividad de estas penalizaciones para asfixiar al régimen, que se mantiene indiferente a las críticas occidentales. “Irán estaría sufriendo una crisis económica actualmente, pero no es la primera vez que se enfrenta a una crisis de este tipo y es poco probable que asistamos a un colapso económico en breve”, advierte Vaez.
Es más, los expertos recuerdan que, a pesar de la mala situación económica, no es este el objetivo de las protestas actualmente activas en el país. “La población culpa al régimen de aplicar políticas que han conducido al aislamiento de Irán, así como de su mala gestión y su corrupción endémica. Pero también son conscientes de que fue el presidente Trump quien se retiró del acuerdo nuclear de 2015 y volvió a imponer sanciones cuando Irán cumplía plenamente sus obligaciones en virtud del acuerdo”, destaca Vaez.
Las movilizaciones en Irán: del Movimiento Verde de 2009 a las oleadas de protestas contra el uso del hiyab
“Lo que está ocurriendo en Irán no es una revolución”, recuerda Vaez. Aunque la demanda de un cambio político fundamental nunca ha estado tan extendida como ahora, la mayoría de estas protestas son relativamente pequeñas en número. “Hablamos de miles o decenas de miles, no de millones, como ocurrió durante el Movimiento Verde de 2009”.
Este movimiento fue un fenómeno social, político e intelectual que pretendió realizar un cambio en el régimen iraní al protestar contra un presunto fraude electoral. A pesar de lo multitudinarias que fueron las movilizaciones, la protesta no tuvo éxito ya que el movimiento fue sofocado y sus líderes encarcelados sin que se llegase a producir ningún cambio, como expone en un documento el Instituto Español de Estudios Estratégicos.
No obstante, los expertos consideran que las protestas actuales contra el uso del velo reflejan, en realidad, un “malestar más profundo y más arraigado que se extiende más allá del velo”, insiste Fernández. “La gente se levanta contra un gobierno que es percibido como un régimen represivo desconectado de la sociedad, liderado por una gerontocracia [el líder supremo de Irán, Alí Jamenei, tiene 83 años]”.
El velo en Irán es uno de los pilares ideológicos, así como el rechazo al imperialismo de Estados Unidos e Israel. “Es un símbolo de control social, por lo que atacarlo implica atacar directamente al régimen”, explica el investigador. No obstante, este estallido social no está haciendo verdadero daño al régimen. Aún no. “No se han producido grietas graves en el edificio que rodea al Líder Supremo ni deserciones importantes”, explica Vaez. “Por otra parte, no existe una alternativa viable ni dentro ni fuera del país. La diáspora iraní ha desempeñado un papel importante a la hora de arrojar luz sobre lo que ocurre dentro de Irán. Pero ella misma sigue profundamente dividida e intolerante en sus propios planteamientos hacia las personas que puedan discrepar de ellos”.
- Ali Vaez, director del programa de Irán en el International Crisis Group
- Haizam Amirah Fernández, investigador principal del Mediterráneo y Oriente Medio del Real Instituto Elcano
- Amnistía Internacional
- ONG Iran Human Rights
- Sanciones de la UE a Irán
- Sanciones de la ONU a Irán
- Declaración de Donald Trump para romper el acuerdo nuclear
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