El recientemente conformado Parlament de Cataluña se enfrenta hoy a su primera sesión de investidura, en la que el republicano Pere Aragonès tratará de conseguir el apoyo de la Cámara para convertirse en el próximo president de la Generalitat, pese a que su futuro socio de Govern ya ha anunciado que frustrará el intento con su abstención.
La presidenta del parlamento regional, Laura Borràs, comunicó el miércoles su decisión de designar al candidato de ERC como aspirante a la presidencia tras constatar que es quien más apoyos congrega. Aragonès cuenta con los votos de los nueve diputados de la CUP, cuyos militantes ratificaron el preacuerdo logrado con ERC para la investidura. Contando los 33 escaños republicanos, esto suma un total de 42 apoyos.
El otro candidato factible sería el socialista Salvador Illa, que fue el más votado en las elecciones catalanas del 14-F pero que empató en 33 escaños con Esquerra. El PSC sólo contaría a día de hoy con 41 votos favorables, pues En Comú Podem es el único partido que se mostró favorable a facilitar la investidura de Illa durante la campaña.
¿Cómo se elige al president?
El candidato a presidir la Generalitat debe ser designado por la presidenta del Parlament, que previamente habrá llevado a cabo una ronda de consultas con todos los grupos políticos para decidir qué diputado tiene más opciones de congregar los avales necesarios.
El elegido necesita obtener mayoría absoluta en la primera votación. Si no la consigue, puede someterse a un segundo debate -con su consiguiente votación- dos días después. En esta ocasión solo necesitará la mayoría simple (más síes que noes) para convertirse en president.
¿Qué pasa si no consigue los apoyos necesarios?
Si el candidato no consigue los apoyos necesarios en ninguna de las dos votaciones, todo el proceso vuelve a empezar: ronda de consultas y celebración del primer y el segundo pleno.
El tiempo para lograr una investidura válida no es ilimitado: la cuenta atrás para la repetición electoral se activa el mismo día de la primera votación y durará dos meses, tras los cuales el Parlament deberá disolverse.
En ese escenario, los nuevos comicios se celebrarían entre los 40 y 60 días después de la convocatoria electoral.
¿Tiene Aragonès la mayoría absoluta asegurada?
El de Esquerra es el único candidato con opciones reales de gobernar, ya que, en un principio, contaría con los votos afirmativos de los 32 diputados de JxCat y los 9 de la CUP, superando así los 68 escaños de la mayoría absoluta.
No obstante, las negociaciones entre los tres partidos independentistas no han sido fluidas, y Aragonès no ha logrado ponerse de acuerdo con JxCat para que le conceda el voto afirmativo de sus diputados. Es por eso que, si no hay sorpresas, el republicano tendrá que volver a intentarlo en segunda vuelta.
¿Cómo están los pactos?
ERC lleva desde el día después de las elecciones negociando con Junts y los anticapitalistas, pero las conversaciones no avanzan igual de rápido con los dos:
-CUP: ha llegado a un preacuerdo con Esquerra, por el cual ambos partidos asumen compromisos en materia de:
- Estrategia soberanista: quieren preparar un “embate democrático por la autodeterminación” -preferiblemente en forma de un nuevo referéndum– con el Gobierno.
- Mejora de las condiciones sociales: cambios en el modelo de orden público -en lo que se refiere a las actuaciones de los Mossos d’Esquadra-, medidas en vivienda y salud, y adopción de una renta básica universal.
-JxCat: aparte del reparto del poder -Junts quiere la consellería de Economía, que habitualmente se asocia con la Vicepresidencia-, los de Carles Puigdemont quieren pactar un organismo externo que dirija el procés.
- Este órgano decidiría qué se pone sobre la mesa de diálogo con el Gobierno, qué se hace si no ésta da frutos, en qué plazos debería darlos o qué deben votar los partidos independentistas en el Congreso.
- Esta figura externa al Govern serviría, además, para dotar de sentido y dar un papel al Consell de la República, pilotado por Puigdemont desde Waterloo.
¿Se reeditará el Govern independentista?
A falta de confirmar si la CUP está dispuesta a ocupar, por primera vez, una de las consellerías del Govern, JxCat ya ha dejado claro que sólo se implicará si hay un Ejecutivo «estable» que supere las «desconfianzas» entre socios.
El pasado martes 23 de marzo, el secretario general del partido, Jordi Sànchez, aseguró que, por el momento, todavía no hay un acuerdo “lo suficientemente sólido” como para formar gobierno. Lo que sí ha descartado Junts es el escenario de la repetición electoral, pues ha situado el acuerdo “en unos días o semanas”.
¿Cómo han sido las últimas sesiones de investidura?
Los giros de guión de última hora son ya característicos de la política catalana, y las investiduras de los dos últimos expresidents no han sido una excepción:
- Quim Torra (2018): fue investido el 14 de mayo de 2018, más de cinco meses después de las elecciones del 21 de diciembre de 2017. Antes de llegar a su proclamación como president, tuvieron lugar dos intentos de investidura fallidos -el de Jordi Sànchez y el de Jordi Turull-, eso sin contar la casi investidura telemática de Carles Puigdemont, que finalmente fue tumbada por el Tribunal Constitucional.
- Carles Puigdemont (2016): fue investido president el 8 de enero de 2016, tres meses después de las elecciones del 27 de septiembre de 2015. Al igual que Torra, Puigdemont no fue el primer candidato. Antes de designarlo como su sucesor pocas horas antes de que expirara el plazo para la repetición electoral, Artur Mas intentó revalidar su cargo en una primera sesión de investidura en la que la CUP votó en contra.