La sobreexposición a internet altera el cerebro adolescente aun no considerándose una adicción como tal

El cerebro adolescente ante internet | M.V.
Tiempo de lectura: 3 min

Sí, internet nos cambia el cerebro, sobre todo en la adolescencia. Mas tras esta afirmación hay muchos peros.

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  • Lo nuevo: Han visto que adolescentes que declaran un uso problemático de dispositivos conectados tienen alteraciones en varios circuitos neuronales. Así se desprende de una revisión de 12 estudios en que observaron con resonancia magnética el funcionamiento cerebral de 237 jóvenes (10 a 19 años) en países asiáticos, que fueron diagnosticados con adicción a internet.
  • Los hechos: Los autores, Max Chang e Irene Lee (UCL), detectan que adolescentes enganchados a pantallas conectadas tienen casi un tercio menos de conexiones en el lóbulo parietal inferior izquierdo, típico en personas adictas a sustancias.

  • Lo controvertido: Se asume que existe algo diagnosticable como adicción a internet. Pero esto, formalmente, no está tan claro.

A vueltas con si existe la ‘adicción a internet’ que la OMS no reconoce

Desde la UPV, el doctor el Psicología Juan Manuel Machimbarrena reconoce que el estudio puede ser interesante. Pero recuerda que, tras analizarse la evidencia existente, la OMS concluyó que “el concepto de adicción a internet era inconsistente y por ello optaron por incluir únicamente el trastorno por videojuegos en línea”. De hecho, añade desde la Universidad de Bath David Ellis que “el término fue inicialmente ideado por Ivan K. Goldberg en 1995 como una broma”.

Sin embargo, otros equipos sí hablan abiertamente de adicción a internet o adicción a las pantallas, para referirse a trastornos asociados a usos problemáticos de dispositivos conectados.

  • Un dato curioso: Internet son muchas cosas, usos y servicios. Hace dos décadas, no tantos. En cada época, unos están más de moda que otros. Se ha llegado a describir la adicción al correo electrónico. Igual que pasó luego con los chats o Facebook.
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Internet también son los videojuegos en línea (que sí pueden generar adicción reconocida) o las redes sociales. Y dentro de ellas, mecanismos de enganche como los agoritmos de presentación de vídeos personalizados al hacer scroll infinitamente. Aquí está ahora el tema central del debate.

Lo que el scroll infinito en internet hace en el cerebro adolescente

Max y Lee toman trabajos de varias épocas (con usos distintos de internet) y ven que, en común, quienes reportan adicción no sólo tienen un cerebro distinto, sino que la conectividad se interrumpía durante tareas que requerían autointrospección y atención.

Reconocen que estamos ante “un cuadro inacabado que no necesariamente describe el uso de internet como abrumadoramente positivo o negativo“. Pero, hilando más fino, ¿qué sabemos de lo que hace en nuestro cerebro el scroll infinito en Instagram, YouTube o TikTok? Relativamente poco, pero Machimbarrena apunta algunos indicios:

Este profesor aboga por la regulación, ante un fenómeno que están explotando intencionadamente las plataformas.

Fuentes
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