La Inspección de Trabajo y Seguridad Social (ITSS) detectó 67.324 infracciones en 2020, el primer año de pandemia del covid, con sanciones por un importe superior a los 244 millones de euros, según el último informe que ha publicado el organismo en diciembre, ya que la institución lanza su memoria anual al final del ejercicio siguiente al evaluado.
En 2020 la Inspección de Trabajo actuó principalmente contra contratos temporales fraudulentos, impago de salarios, horas extras no abonadas o no compensadas con descanso, casos de fraude en la aplicación de los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y medidas de prevención frente al covid en las empresas.
Según explican desde el Sindicato de Inspectores de Trabajo (SITSS) a Newtral.es, la pandemia del coronavirus ha supuesto un verdadero reto para el organismo. “Ha sido un año muy difícil para la Inspección, durante 2020 se publicaron más de 300 nuevas normas que los inspectores hemos tenido que entender en tiempo récord para poder informar, controlar y comprobar correctamente”, afirma Ana Ercoreca, inspectora y presidenta del SITSS.
¿Cuántos trabajadores tiene la Inspección de Trabajo y cuál su presupuesto?
La plantilla de la Inspección de Trabajo la conforman actualmente 1.852 empleados públicos (858 inspectores y 994 subinspectores), según los datos de la organización, que cuentan con una dotación de 176 millones de euros presupuesto.
Tal y como se detalla en el borrador de los Presupuestos Generales del Estado para 2022, la Inspección de Trabajo y Seguridad Social incrementará sus recursos en un 12,5% respecto a 2021, hasta los 198 millones de euros.
Según explican fuentes del Ministerio de Trabajo a Newtral.es, “los primeros presupuestos propios de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social fueron los de 2021, que se aprobaron el año anterior”. Hasta el año pasado, por tanto, la ITSS dependía de la cartera de Trabajo y no era un organismo autónomo.
Las ratios de España están por debajo de las recomendaciones de la OIT
En conversación con Newtral.es, Jesús Cruz, catedrático de Derecho del Trabajo, opina que la plantilla de la Inspección supone “un número muy escaso para controlar todas las posibles irregularidades que puedan cometer en materia laboral las empresas y administraciones públicas”.
“Para una población asalariada de casi de 20 millones de personas, menos de 2.000 inspectores es una cifra muy pequeña”, razona Cruz. “Hay que compararlo con el volumen de inspectores en países de nuestro entorno, como en Alemania (5.783 inspectores en 2018, según la OIT), ya que es una institución muy importante en todo el mundo porque su labor está recogida en los convenios 81 y 129 de la Organización Internacional del Trabajo”.
Según las recomendaciones del organismo internacional, debería haber un inspector por cada 10.000 trabajadores. En España, el ratio es de un funcionario (inspector o subinspector) por cada 11.000 trabajadores, de un inspector por cada 23.000 empleados y de uno por cada 1.515 centros de trabajo. (Según los últimos datos de la Seguridad Social hay casi 20 millones de afiliados y 1,3 millones de empresas)
Los inspectores de trabajo amenazan con la primera huelga si no se refuerza el personal
La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, presentó la nueva estrategia para la Inspección de Trabajo para el periodo 2021 a 2023 que sustituye al Plan por un trabajo digno 2018-2020. El nuevo documento fue publicado en el BOE a principios de diciembre.
El plan fija diversos objetivos, agrupados en cuatro ejes: mejorar la calidad del empleo, reforzar la capacidad de actuación del organismo, modernizar el sistema e incrementar la actividad internacional de la Inspección. Sin embargo, según denuncian desde el SITSS, faltan medidas de concreción, medios y personal. Si no se pone remedio, anuncian, convocarán la primera huelga de su historia en marzo.
Ercoreca confirma a Newtral.es que “es necesario más personal”. “Las nuevas leyes que ha impulsado el Ministerio de Trabajo desde la pandemia requieren de un refuerzo en la inspección”, insiste.
La cartera de Díaz está negociando una reforma laboral pactada ya con patronal y sindicatos que exigirá vigilar que se cumple la nueva legislación sin contemplar, sin embargo, un mayor número de funcionarios. Ercoreca recuerda que los inspectores ejercen un papel fundamental para combatir falsos autónomos, restringir contratos temporales o vigilar que se aumenta el ingreso mínimo vital. “No es realista impulsar reformas laborales sin inspectores de trabajo: la legislación se cumple porque la inspección de trabajo lo está vigilando”, critica la presidenta del sindicato.
¿Cuáles han sido los sectores de actuación durante el año de la pandemia?
La pandemia del coronavirus impactó sobre la actividad de la inspección de forma que, a partir de marzo de 2020, se modificaron las líneas de actuación de la ITSS. Por ello, los resultados del 2020 están desvirtuados por el cambio de rumbo al que obligó el covid.
Los últimos datos que se disponen así lo demuestran. De los 352.910 centros de trabajo inspeccionados, se detectaron 67.324 infracciones que se corresponden con multas por un importe total de 244.241.693 millones de euros. En 2019, el año previo a la pandemia, se detectaron 89.230 casos de fraude y se impusieron sanciones por más de 309 millones de euros.
A lo largo del 2020 se puso en marcha una campaña específica para impulsar las actuaciones inspectoras dirigidas a detectar casos de fraude en la aplicación de los ERTE. Además, se llevaron a cabo actuaciones preventivas de seguridad e higiene en el trabajo con el fin de asistir a las Autoridades Sanitarias “de manera temporal” tras la emergencia del covid.
Según informa el Ministerio de Trabajo a Newtral.es, desde que comenzó la pandemia hasta ahora, la Inspección ha detectado y sancionado 6.388 casos de fraude en la aplicación de los ERTE que llegó a cubrir a 3,4 millones de trabajadores en abril de 2020. El importe recaudado ha superado los 30 millones de euros. “El volumen de fraude alcanza el 15% del total de las aplicaciones de ERTE”, confirma Ercoreca.
[2020, el año en el que redescubrimos los ERTEs para sostener el empleo en plena crisis COVID-19]
Por ello, los resultados en otros ámbitos se han resentido respecto a los logros alcanzados en años anteriores. “La actividad se ha visto ralentizada y hay empresas que han tenido que cerrar. Si no hay actividad, se cometen menos infracciones y menos accidentes”, añade la presidenta del SITSS.
¿Cómo ha afectado la crisis sanitaria a la Inspección de Trabajo?
La lucha contra la contratación temporal fraudulenta fue una de las prioridades para la institución, como ocurrió en años anteriores. Sin embargo, las cifras se resintieron frente al ejercicio anterior. Durante 2020, se transformaron en fijos 83.853 contratos temporales frente a los 169.252 que se consiguieron regularizar en 2019, antes de la pandemia del covid.
Además, las cifras del trabajo en negro aflorado por la ITSS también se vieron afectadas por el coronavirus. En 2020 la Inspección consiguió regularizar menos de la mitad de los empleos irregulares que regularizó en 2019. En total fueron 60.951 situaciones de trabajadores que no estaban dados de alta a la Seguridad Social o que contaban con un contrato parcial cuando en realidad estaban desarrollando una jornada laboral superior.
Las actuaciones contra los falsos autónomos fueron también prioritarias durante 2020 “especialmente en el ámbito de las nuevas plataformas colaborativas”. La inspección regularizó a 9.907 trabajadores, una importante disminución respecto al año anterior por el covid y porque en 2019 se alcanzó el mayor número de regularizaciones de la historia de la ITSS: 22.383 falsos autónomos se convirtieron en asalariados el año previo a la pandemia.
Otro de los grandes retos de la institución es el control del trabajo no declarado bajo la figura del “falso becario”. Es decir, supuestos en los que la realización de prácticas no laborales se utiliza bajo la falsa apariencia de una actividad formativa, cuando realmente se está prestando servicios por cuenta ajena en el marco de una relación laboral. Los resultados del 2020 suponen un incremento del 56% en el número de empleos de este tipo sacados a la luz respecto del año anterior. En total, la Inspección de Trabajo detectó 1.859 falsos becarios.
Otra de las especialidades de los inspectores es la prevención de riesgos laborales. En 2020, debido a la pandemia, hubo menos accidentes laborales leves (-24%) y graves (-19%). Sin embargo, durante la crisis del covid, los accidentes mortales aumentaron en más de un 6% si se compara con 2019.
Fuentes:
- Inspección de Trabajo y Seguridad Social
- Memoria de actividad de la Inspección 2020
- Jesús Cruz, catedrático de Derecho del Trabajo
- Ana Ercoreca, inspectora y presidenta del Sindicato de Inspectores de Trabajo
- Ministerio de Trabajo
- Presupuestos Generales del Estado