“No hay casos especiales. Las reglas son las reglas”, dijo el primer ministro australiano, Scott Morrison, al explicar en una rueda de prensa en Camberra que los viajeros que entran a Australia requieren tener la pauta completa de la vacuna contra la COVID-19. El número uno del tenis mundial, Novak Djokovic, no cumplía con estos requisitos de inmigración en opinión de las autoridades de Australia y por eso fue retenido en el Hotel Park de la ciudad de Melbourne el jueves.
Cinco días más tarde, este lunes 10 de enero, un tribunal australiano calificó como «poco razonable» la decisión del Gobierno de revocarle la visa y ordenó que el tenista serbio fuera puesto en libertad, por lo que todavía existe la posibilidad de que juegue en el Abierto de Australia. Los abogados del Ejecutivo federal, no obstante, se reservan su derecho a cancelar el visado por segunda vez.
Sin embargo, sí que hay una diferencia fundamental entre el caso de Djokovic y el de otros extranjeros que también se encuentran retenidos en ese mismo hotel: del tenista habla todo el mundo y del resto no. Es el caso, por ejemplo, de Medhi Ali, que lleva en el hotel nueve años, desde que llegó de Irán con 15 como cuenta el diario The Guardian que ha hablado con él. “Todo el mundo me pregunta por Novak, cómo es el hotel para él. Pero no preguntan por nosotros: hemos estado encerrados en este lugar por meses, años”, dice Medhi, que acaba de cumplir 24 años y que narra su situación personal a través de su Twitter.
“Novak Djokovic, que no es ni un migrante ni un peticionario de asilo, tiene lo que las organizaciones de derechos humanos siempre piden a los gobiernos: que las deportaciones se suspendan hasta que haya decisión judicial”, decía en su cuenta de Twitter oficial Felipe González Morales, relator especial de la ONU para los derechos de los migrantes.
Los abogados de Djokovic han conseguido paralizar su deportación hasta que el próximo lunes se aborde el recurso, cuenta la cadena pública australiana ABC. La propia ministra del interior ha dicho públicamente que el tenista es libre para irse por sus propios medios cuando quiera (y esta es la otra diferencia fundamental con otros extranjeros también en situación irregular).
Te explicamos cómo es la normativa australiana para extranjeros y migrantes y cómo la COVID-19 ha endurecido las condiciones de entrada al país más allá del caso de Djokovic.
Al margen de Djokovic: ¿Cómo es la inmigración en Australia?
El caso de Medhi se ha convertido en un ejemplo de la difícil burocracia australiana y nueve años después de su llegada al país sigue a la espera de regularizar su situación en un país cuya normativa respecto a extranjeros, migrantes y visados de trabajo es muy restrictiva y prioriza para estos últimos a los migrantes cualificados o que demuestren capacidad económica.
Según el informe de 2020 de la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU y los datos del departamento australiano de migraciones, los países de origen de los trabajadores migrantes temporales en Nueva Zelanda y Australia son China e India, seguidos de Reino Unido y Alemania en el caso del primero y Reino Unido y Filipinas en el caso del segundo.
Estos datos contrastan con los de los estudiantes internacionales (la famosa visa “working holiday” que permite a jóvenes de todo el mundo que demuestren tener una capacidad económica concreta residir en el país y trabajar de forma temporal) que alcanzaron en 2018 el récord de 700.000 visados.
En el caso de los españoles que quieren trabajar en Australia, estos visados para jóvenes, cuyos requisitos varían en función del país de procedencia del migrante, piden no tener niños, demostrar tener dinero para su manutención durante todo el año (en la práctica unos 5.000 dólares australianos mínimo, que al cambio son alrededor de 3.100 euros), seguro médico privado y nivel de inglés (un C1 oficial que cuesta unos 200 euros). El desempleo en Australia es de un 4,6%, el último dato disponible según su oficina oficial de estadísticas, lo que se considera pleno empleo.
¿Y la inmigración irregular?
En cuanto a las migraciones más allá de los visados legales de trabajo, explica el informe de la OIM, una gran parte de los desplazamientos de migrantes en los últimos años hacia Australia o Nueva Zelanda (los dos países receptores de la zona) procedían de desastres naturales de otros países de Oceanía: Tonga, Samoa o Fiji. Son los llamados “refugiados climáticos”. Además, el número de migrantes procedentes de países asiáticos se ha incrementado en los últimos años.
En Australia hay un gran número de nacidos en el extranero registrados, que alcanzó el 30% en 2020. “Incluyen también a migrantes de diversos países de fuera de Oceanía, como China, India, Vietnam y Filipinas”, explica el documento de la OIM.
A 30 de septiembre de 2021 había 1.459 personas en instalaciones de detención, según los últimos datos oficiales del Gobierno australiano. La mayor parte de las personas retenidas en estas instalaciones están por cancelaciones de visa y apenas 278 personas llegaron por una vía marítima ilegal.
¿Y cómo es la política de refugiados?
Tanto Australia como Nueva Zelandia participan en el reasentamiento de refugiados con convenios con varios países. El programa de reasentamiento de refugiados de Australia es el tercero mayor del mundo, según la OIM, con cerca de 13.000 refugiados reasentados en el país en 2018. La política de Australia consiste en trasladar a las personas que llegan irregularmente por mar como solicitantes de asilo a centros de tramitación extraterritoriales situados en la Isla de Manus, en Papúa Nueva Guinea, y en Nauru
El problema es que los procesos son largos y tediosos y se eternizan, como en el caso de Mehdi, que como cuenta The Guardian dispone de una aprobación para reasentamiento de refugiados en Estados Unidos, pero su plaza allí sigue sin llegar.
¿Qué pasa con los requisitos por la COVID?
Desde hace dos años, la llegada de la pandemia de COVID-19 ha hecho que las trabas burocráticas a la inmigración en Australia se hayan hecho aún más complejas.
La vacuna es en enero de 2021 obligatoria para entrar en Australia, pero hay exenciones temporales para las personas que tienen "una condición médica grave", que no pueden ser vacunadas por haber contraído la COVID-19 en los seis meses anteriores o han tenido reacción adversa al fármaco, entre otras razones.
En la UE, por ejemplo, estos requisitos son más laxos en tanto en cuanto el pasaporte COVID incluye la posibilidad de haberse realizado una PCR o test de antígenos negativo antes de la llegada al país. Aparte de esto, algunos países incluyen cuarentenas obligatorias para los procedentes de países con grados de incidencia altos y estas listas se van actualizando periódicamente, pero la vacuna no es por el momento un requisito imprescindible.
¿En qué punto está el caso de Djokovic en Australia y su situación respecto a inmigración?
El caso de Djokovic es distinto, por tanto, a una deportación o extradición por motivos de extranjería, aunque sí tiene una cosa en común: que se encuentra en suelo australiano de forma irregular al carecer de la documentación necesaria para entrar al país. La opción de regresar a su país de origen por sus propios medios en lugar de ser extraditado es una opción para el tenista.
"El señor Djokovic no está cautivo en Australia (porque) es libre de salir en cualquier momento en que decida hacerlo y la Fuerza de Fronteras, de seguro, se lo facilitará", manifestó la ministra Andrews en una entrevista con la cadena pública australiana ABC.
La ministra australiana de Interior también defendió el jueves la decisión de las autoridades migratorias que le habían otorgado un visado al serbio de 34 años y que luego se lo revocaron, ya que se determinó cuando llegó al país que él no tenía las evidencias suficientes para demostrar que cumple con los requisitos impuestos en Australia por la pandemia de la COVID-19.
"Es la responsabilidad de la persona asegurarse que tiene toda la documentación necesaria que se necesita para entrar en Australia", precisó Andrews.
Este sábado los abogados del tenista señalaron a través de un documento judicial que Djokovic había recibido la exención médica para entrar en Australia debido a que se había contagiado de COVID-19 el pasado diciembre. "La fecha de la primera prueba PCR positiva de covid se registró el 16 de diciembre de 2021", señala el documento.
“El Sr. Djokovic había recibido, el 30 de diciembre de 2021, una carta del director médico de Tenis Australia que registraba que se le había proporcionado una 'exención médica de la vacunación de covid' porque se había recuperado recientemente de covid”, señala el documento judicial.
Fuentes:
- ‘Everyone asks about Novak’ but Mehdi has languished for nine years in Australian immigration detention
- ABC- Declaraciones Primer Ministro australiano
- ABC- Declaraciones Ministra de Interior australiana
- OIM - Informe sobre las migraciones en el mundo 2020
- Twitter Mehdi Ali
- Requisitos pasaporte COVID en Europa
- Australian Bureau of Statistics
- Migration Visa Statistics Australian Government - Department of Home Affairs
- People in Held Immigration Detention Facilities -30 september 2021
- Djokovic wins legal battle to remain in Australia