El año 2021 marcó un récord de ingresos hospitalarios por motivos de salud mental en los centros públicos de toda España. Si en la última década se han registrado en los hospitales públicos 149.613 ingresos en total, el año 2021, en concreto, fue en el que más casos se contabilizaron: el 10,5% del total.
Una cifra que no se había dado hasta ahora a lo largo de la última década y que es similar a los datos de 2011, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria de 2008. Esta cifra de ingresos en hospitales por salud mental corresponde a pacientes que han sido hospitalizados por presentar cuadros de ansiedad, depresión, ideación suicida o lesiones autoinfligidas a lo largo de los diez últimos años.
Así figura en el registro de ingresos anonimizado aportado por el Ministerio de Sanidad, a raíz de una solicitud de información pública de Newtral.es realizada vía ley de transparencia, con datos desde 2011 hasta 2021, los últimos disponibles. Los expertos consultados indican que este aumento se produce, entre otros motivos, por el desbordamiento del sistema sanitario y por la falta de políticas públicas que ayuden a paliar los problemas producidos por la crisis de la vivienda o la precariedad laboral.
[Salud mental | El eco de la pandemia]
En la mayoría de los casos, el 95%, los pacientes ingresan por la vía de urgencia
Miguel Guerrero, coordinador de la Unidad de Salud Mental Comunitaria Marbella del Hospital Universitario Virgen de la Victoria, es uno de los expertos que confirma este pico de casos con base en los pacientes que atiende en consulta. “Hay un aumento del número de atenciones en urgencias psiquiátricas por autolesiones, conductas suicidas, trastornos de ansiedad, trastornos de conducta alimentaria y descompensaciones de personas con trastornos mentales previos que abandonan o no se reenganchan a sus terapias”, detalla.
Según los datos, entre los casos registrados hay, al menos, 14.000 casos de envenenamientos por uso de benzodiacepinas (medicamento usado contra la ansiedad y el insomnio), más de 13.000 casos de trastornos distímicos (trastorno depresivo persistente) y más de 5.000 por estados de ansiedad como diagnóstico principal.
En la mayoría de los casos, el 95%, los pacientes ingresan por la vía de urgencia y de mediana, pasan ingresados seis días en planta, aunque la mayoría suelen permanecer entre uno y dos días antes de recibir el alta. Con respecto a qué pasa con los pacientes tras ser atendidos, los datos reflejan que el 85% reciben el alta a su domicilio, mientras que entre un 6% y un 1,3% de los pacientes son derivados a otro hospital o a un centro sociosanitario, respectivamente. En las estadísticas también figuran aquellos casos de pacientes que fallecen durante el ingreso, un 1,6% de los casos. El 6% restante corresponde a pacientes que pidieron el alta voluntaria o donde no hay constancia de cómo se cerró el expediente.
- El listado de datos obtenidos se refiere a los casos de salud mental que el Ministerio de Sanidad ha ido registrando a lo largo de los años con base en los códigos de clasificación internacional de enfermedades o códigos CIE, un sistema estándar utilizado a nivel mundial para codificar diversas enfermedades y condiciones de salud.
Los ingresos en hospitales corresponden a los casos “más graves”, cuando la salud mental del paciente ya está muy deteriorada
En la misma tendencia al alza coincide Luz de Myotanh, médica de familia en atención primaria y coordinadora del grupo de salud mental de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC). “El volumen de pacientes que vemos por motivos de salud mental ha incrementado y los que ya presentaban trastornos mentales graves han empeorado”, detalla.
Así, estos registros de ingresos corresponden a los casos “más graves” porque o bien la salud del paciente ya está muy deteriorada y su vida corre peligro o bien no hay perspectiva de mejora con la atención ambulatoria, “nivel clave para detectar, acompañar, valorar e intervenir en los problemas de la población en su ámbito comunitario”, en palabras de Guerrero.
Por lo tanto, este registro de ingresos representa tan solo la punta del iceberg de los casos porque faltarían todos aquellos pacientes que son atendidos en el ámbito privado o en la atención primaria. Por ejemplo, si se tiene en cuenta otra variable como el número de diagnósticos (que no ingresos) por trastornos de ansiedad en los hospitales públicos y privados, las cifras absolutas aumentan y confirman un patrón al alza: los diagnósticos realizados se triplicaron entre 2011 y 2021, según consta en el Registro de Atención Sanitaria Especializada, del Ministerio de Sanidad.
Las cifras de ingresos en hospitales por salud mental de 2021 son similares a las de la crisis financiera
“Los números están peor que nunca y son dramáticos”, sentencia Óscar Pino, coordinador de la División de Neuropsicología del Consejo General de la Psicología. “El estrés que sufrimos a nivel psicosocial es mayor que nunca”, explica. Esto, unido a la inestabilidad laboral y la disminución de las relaciones sociales, “crea un cóctel con estos resultados”, detalla. Además, el confinamiento con la pandemia de la COVID-19 tampoco ayudó. Abril de 2020 fue el mes en el que menos ingresos se registraron, con 745 casos.
Los valores de ingresos en hospitales por salud mental de 2021 son similares a los de 2011, fecha en la que España atravesaba la crisis económica, según apuntan los expertos. De esta crisis financiera que estalló en 2008 en Estados Unidos y que se extendió a nivel mundial, en el caso de España se tradujo en una tasa de paro de más de cuatro millones de personas y en 93.600 ejecuciones hipotecarias en 2010.
Entre las conclusiones del estudio El impacto de la Gran Recesión en la salud mental en España, publicado en la revista National Library of Medicine de Estados Unidos, destacó que la crisis económica se asoció con un empeoramiento de la salud mental de la población residente en España y dejó patente que existía una relación entre desempleo, bajos salarios, trabajos temporales y problemas económicos, y el riesgo de padecer mala salud mental. Para el año 2015, cuando se produce una caída de ingresos en hospitales, el experto Guerrero explica que esto podría corresponder al periodo post crisis económica, aunque no descarta que se pueda tratar de una situación cíclica o una “relación espuria” (correlación no implica causalidad).
- El informe detalló la imposibilidad de arrojar resultados concluyentes que relacionasen “crisis y suicidios”. Esto es porque “el suicidio suele ser una consecuencia diferida en el tiempo de un trastorno mental subyacente, más que la respuesta inmediata a hechos estresantes o traumáticos”.
Ahora, los sanitarios inciden en que el sistema de salud saturado, los trabajos mal pagados, la falta de acceso a la vivienda, el aislamiento tras el uso de las redes sociales y la frustración que supone no poder cumplir con las expectativas vitales que corresponden con la edad o los estudios fomentan este empeoramiento de la salud mental. De los datos más actualizados que hay, que datan de 2020, se sabe que España tiene solo seis psicólogos por 100.000 habitantes, frente a 18 de media en Europa, según un informe del Defensor del Pueblo.
Sin embargo, la solución, reclaman los expertos, no solo pasa por aumentar la plantilla en los sistemas sanitarios, sino en establecer políticas públicas para corregir los factores externos porque “a alguien que le quitan la casa no le faltan herramientas para gestionar sus emociones, le falta una casa”, concluye la experta Myotanh.
Metodología
Desde Newtral.es se se ha obtenido vía ley de transparencia el registro anonimizado de los ingresos que se han producido en los hospitales públicos españoles donde el paciente presentaba como diagnóstico principal estados de ansiedad, depresión o ideación suicida, entre otros conceptos vinculados con la salud mental. También incluye los casos de pacientes que han presentado como diagnóstico principal un motivo distinto (como una herida), pero que como diagnóstico secundario se registró en su ingreso intento de suicidio o lesión autolítica, según indica el Ministerio de Sanidad en su respuesta. Los datos van desde el 1 de enero de 2011 hasta el 31 de diciembre de 2021, los últimos consolidados. El Ministerio de Sanidad en su respuesta no aporta el nombre del hospital «por razones de confidencialidad y secreto estadístico». Para la limpieza y análisis de los datos se ha utilizado Open Refine y SQL. Los datos, según explican los expertos sanitarios consultados, corresponden a los casos de hospitalizaciones más graves; faltarían todos aquellas intervenciones que realizan los facultativos en atención primaria.
- Respuesta del Ministerio de Sanidad a una solicitud de información pública realizada vía ley de transparencia
- Miguel Guerrero, coordinador de la Unidad de Salud Mental Comunitaria Marbella del Hospital Universitario Virgen de la Victoria
- El impacto de la Gran Recesión en la salud mental en España, publicado en la revista National Library of Medicine de Estados Unidos
- Luz de Myotanh, médica de familia en atención primaria y coordinadora del grupo de salud mental de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SemFYC)
- Óscar Pino, coordinador de la División de Neuropsicología del Consejo General de la Psicología
- Registro de Atención Sanitaria Especializada, del Ministerio de Sanidad.
- Informe del Defensor del Pueblo de 2020