El Informe Anual de Seguridad Nacional apunta a que la desinformación del Kremlin se está diversificando hacia “organizaciones pantalla”, lo cual dificulta la atribución de sus acciones. Además, advierte que las operaciones de información dependientes de Moscú están explotando especialmente las situaciones de crisis ocurridas en España, como la dana de octubre de 2024.
“El ecosistema de propaganda y desinformación pro-Kremlin, con carácter oportunista, amplificó y adaptó narrativas desinformativas preexistentes en su beneficio” durante la crisis provocada por la dana, advierte el informe que cada año publica el Departamento de Seguridad Nacional (DSN), un organismo dependiente del Gobierno y en el que participan tanto el CNI como otros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Según el informe, “los actores prorrusos se focalizaron en promocionar la desconfianza ciudadana en las instituciones públicas, deslegitimar el apoyo a Ucrania so pretexto de la necesidad real de ayuda a las zonas afectadas por la dana y en proyectar una imagen de país sumido en el caos”.
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En lo que se refiere a la desinformación, son pocas las novedades respecto a los documentos publicados en años anteriores, ya que el Departamento de Seguridad Nacional sigue señalando a Rusia como la principal amenaza extranjera y vuelve a incluir las campañas desinformativas como la principal amenaza para la seguridad a corto plazo junto a la vulnerabilidad en el ciberespacio.
No obstante, destaca que el Kremlin habría encontrado una forma efectiva de sortear las acciones impuestas contra sus actores estatales en el plano de la comunicación, y que afectan a medios como RT y Sputnik. Según el informe, Moscú y otros actores estatales estarían abrazando lo que se conoce como “desinformación bajo demanda”, y que se resume en el empleo de proxies o intermediarios a los que se paga para llevar a cabo operaciones de desinformación.
Rusia estaría utilizando “organizaciones pantalla y colectivos ideologizados de polarización agrupados en asociaciones, ONG o fundaciones”, así como mercenarios digitales “cuya trazabilidad hasta el origen resulta más difícil, ya que utilizan actores y organizaciones desvinculados que operan en infraestructuras múltiples, específicamente creadas y que funcionan de forma independiente”. Esto, indica el Departamento de Seguridad Nacional, dificulta atribuir a un actor estatal concreto la elaboración de una determinada campaña.
“Los cibercriminales, que tradicionalmente operaban con fines exclusivamente financieros, están comenzando a ser utilizados por Estados para llevar a cabo operaciones de ciberespionaje, sabotaje o desinformación”, subraya.
Radicalización, extrema derecha y propaganda
El informe también presta especial atención al incremento de la radicalización a través de las redes sociales, sobre todo en relación al yihadismo y la extrema derecha. De hecho, señala que el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO) ha ordenado a lo largo de 2024 la retirada de un total de 72 contenidos digitales relacionados con el “terrorismo yihadista” y el “terrorismo de extrema derecha” en España.
“El radicalismo de extrema derecha ha incrementado su presencia en Europa y España, donde redes organizadas difunden ideologías nacionalistas y xenófobas”, advierte el informe, que recoge la preocupación de los servicios de seguridad por los discursos basados en el “rechazo hacia la inmigración” que abundan en las redes sociales.
A su vez, el radicalismo de extrema izquierda y el anarco-terrorismo, aunque menos visible, sigue activo en el arco mediterráneo y en España, utilizando —dice el informe— “causas sociales para justificar disturbios que pueden derivar en actos violentos”.
Además, señala que la invasión de Ucrania y el conflicto entre Israel y Palestina “han influido en el crecimiento de estos discursos extremistas, donde tanto grupos de derecha como de izquierda han utilizado el conflicto para justificar sus propias agendas”.
“La polarización y la radicalización social puede derivar en una dinámica violenta que culmine en acciones violentas organizadas o lleguen a constituir una amenaza terrorista”, alerta.
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