El Informe PISA, desarrollado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es un sistema internacional de evaluación académica, que compara trianualmente los resultados de alumnos de secundaria en tres áreas: matemáticas, ciencias y comprensión lectora. El informe de 2021 se retrasó como consecuencia de la pandemia, y por tanto pasó a corresponder a 2022.
Los resultados se han publicado el 5 de diciembre, y tanto la media total de la OCDE como la española han empeorado respecto a 2018. En el área de matemáticas, los alumnos españoles han obtenido su peor resultado en la serie histórica, aunque se sitúan ligeramente por encima de la media de la OCDE.
- Reacciones: La ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, ha destacado que los centros educativos españoles "se han adaptado mucho mejor a la adversidad" que han vivido todas las instituciones docentes en el continente europeo con la Covid-19. Ha subrayado que la caída de España en este informe es de 8 puntos, mientras que la de los países de la UE o de la OCDE es de 17 y 20, respectivamente, con una bajada "mucho más importante".
Sin embargo, la OCDE ha calificado de "simplista" atribuir a la pandemia la importante caída global de los resultados académicos durante la última década que refleja el último informe PISA, ya que hay una serie de evidencias que sugieren que la covid-19 "intensificó una tendencia negativa" que venía de antes.
El analista de la OCDE Daniel Roberto Salinas ha explicado que no existe una "varita única" para poder explicar esta situación negativa ya que es multifactorial y, además, aun no se ha hecho un análisis sistemático para conocer todos los elementos que han influido en esta ocasión.
¡Qué curioso “El Machista”! Comenzaste razonablemente bien tu discurso y, de repente, se tornó casposo hasta llegar a un final apoteósico con el que te habrás quedado a gusto.
Y es que como tú no hay nadie, claro. Aunque me conformaría con que cada vez fuesen menos, pues sobran ideas simplistas (simplonas, más bien) que sólo pretenden revolver el río para su ganancia.
La educación pública en España es mala o muy mala en términos generales pero cualquier comparación, interna o externa, debe hacerse a partir de datos estratificados por ingresos y regiones.
Sin cuestionar su método siquiera, PISA evalúa instrucción y ciertas habilidades mentales muy concretas e importantes pero no educación en un sentido propio. Para que se pudiese hablar de educación como tal tendríamos que abordar más que la mera instrucción y determinar las capacidades lógicas, críticas, heurísticas o creativas del alumnado. Por desgracia, en la anglosfera, en las pruebas dizque objetivas de evaluación, nada de esto se tiene en cuenta. Hay mucho zoquete con buenas notas pero resabiado y aprendidito incapaz de participar realmente en un contraste espontáneo, organizado, productivo y auténtico de ideas; como también hay mucho ingeniero o mucho abogado o lo que sea que tiran de memorieta o de un simple análisis-síntesis semirutinario y que habrían obtenido una puntuación alta con métodos como los de PISA aplicados a la enseñanza superior. Lo que España y el mundo necesita es dejar de lado eso del STEAM y recuperar conceptos clásicos de retórica y dialéctica.
El alto índice del fracaso escolar ni es ni puede ser el resultado de rebajar baremos y expectativas. El fracaso escolar tiene o puede tener causas extraescolares también. Entre éstas se encuentra tener retenido en la escuela para maquillar las cifras del desempleo a gente debiera ya estar descargando sacos de un camión para ayudar a su familia. También la importación de linajes tercermundistas en ciertas áreas del país explicaría en parte el descenso en puntuación. El aumento de la comida chatarra como resultado de la destrucción de la cocina familiar como resultado del feaminismo también debilita las capacidades cognitivas de los menores.
La educación, con Franco en España (como hoy en China) era el verdadero motor de la movilidad social. Hoy no lo es y no sólo por el número u oferta de licenciaditos sino también por la calidad de éstos. Han desclasado a mucho cafre dándoles títulos para que no se perciban como lo que son y no se orienten políticamente como les correspondería. Si bien el problema es político, tampoco podemos creer que darle todo el poder a los pedagogos va a resolver nada porque tampoco éstos han aportado nada de valor en mucho tiempo o pensado mejor el problema.