Desde el inicio de la campaña de vacunación han circulado numerosos bulos sobre supuestos efectos adversos de las vacunas contra la COVID-19, muchos de ellos centrados en la infertilidad: desde falsas recomendaciones de congelar el esperma o casos de hinchazón de los testículos, hasta aumentos no comprobados de abortos en países como Estados Unidos o Reino Unido.
Sin embargo, como hemos explicado en Newtral.es, no hay evidencias de que las vacunas contra la COVID-19 provoquen este tipo de efectos. A continuación recopilamos algunas de nuestras verificaciones:
Las vacunas no causan “infertilidad indefinida”
En diciembre de 2020 circulaba por redes sociales un texto en el que se afirmaba que Michael Yeadon, exempleado de Pfizer, había pedido a la Agencia Europea del Medicamento (EMA) que suspendiera la distribución de las vacunas contra la COVID-19 por provocar, supuestamente, infertilidad indefinida y otros problemas de salud.
Sin embargo, como explicamos en nuestra verificación a través de diferentes especialistas, no hay ninguna evidencia de que la vacuna de Pfizer-BioNtech cause “infertilidad indefinida”. Además, Yeadon tampoco fue exvicepresidente de Pfizer, como se afirma en el contenido.
El profesor de la Universidad Miguel Hernández y miembro del Grupo de Difusión de la Sociedad Española de Microbiología, Manuel Sánchez, señaló entonces a Newtral.es que “no hay ninguna evidencia científica de que la vacuna de Pfizer cause infertilidad en las mujeres”.
No, un estudio de Estados Unidos no revela un “82% de abortos” entre las vacunadas contra la COVID-19

Otro de los bulos difundidos aseguraba que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) “han sido sorprendidos manipulando datos” sobre casos de abortos en vacunadas contra la COVID-19 en Estados Unidos.
Según se asegura en este contenido, que fue compartido por redes sociales, un estudio de esta agencia estadounidense “indicó que solo el 12% de las mujeres sufrieron un aborto espontáneo después de la vacuna”, pero que “la cifra real fue del 82%”.
No obstante, el mensaje viralizado se basaba en una interpretación errónea de los resultados preliminares de una investigación publicada en junio de 2021 en la revista científica The New England Journal of Medicine (NEJM). El mensaje que se ha compartido no ha tenido en cuenta a todas las participantes del estudio, sino solo a las que han recibido la vacuna durante el primero o el segundo trimestre de su embarazo, por lo que se trata de una muestra sesgada que lleva a conclusiones tergiversadas.
Reino Unido no ha registrado “un aumento del 5.400%” en el número de abortos por las vacunas

En julio de 2021 circulaba un mensaje que aseguraba que los datos oficiales de Reino Unido sobre abortos “muestran un aumento del 5.400% en el número de mujeres que han perdido a su bebé después de recibir las vacunas contra la COVID-19”.
Sin embargo, el mensaje se basa en los datos del sistema de monitorización de la seguridad de las vacunas Yellow Card, de la Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios de Reino Unido (MHRA). En esta plataforma se registran las sospechas de efectos adversos que coinciden de manera temporal con el momento de la vacunación, pero estos acontecimientos no son necesariamente reacciones probadas de las vacunas.
Desde la MHRA han explicado a Newtral.es que no se ha detectado “ningún patrón que sugiera un riesgo elevado de aborto espontáneo relacionado con las vacunas contra la COVID-19 durante el embarazo”.
No, investigadores de la Universidad de Miami no “aconsejan a los hombres congelar su esperma” antes de vacunarse



En redes se viralizó un texto que afirmaba que “investigadores de la Universidad de Miami han recomendado a los hombres que se sometan a una evaluación de fertilidad antes de recibir la vacuna COVID-19 y que consideren congelar sus espermatozoides antes de la vacunación para proteger su fertilidad”.

El texto indicaba que “Ranjith Ramasamy, urólogo reproductivo de la Universidad de Miami, inició un estudio en el que encontró que el virus estaba presente en los testículos hasta seis meses después de la infección”.
Pero desde Newtral.es nos pusimos en contacto con el propio Ramasamy, quien desmintió dicha información. Además, destacó que la cita que le han atribuido “es errónea” y está fuera de contexto.
Como explicamos en nuestra verificación los investigadores de Miami recuerdan que no hay evidencias científicas hasta la fecha que vinculen la vacuna con la infertilidad masculina, por lo que no aconsejan que los hombres que se vayan a vacunar contra la COVID-19 “congelen su esperma”.
No hay evidencias de que las vacunas contra la COVID-19 causen impotencia

En los últimos tiempos también han generado revuelo unas afirmaciones de la actriz y rapera Nicky Minaj, quién dijo que la vacuna ha provocado hinchazón de los testículos e impotencia sexual a “un amigo de su primo” en Trinidad y Tobago.
Sin embargo, tanto los CDC de Estados Unidos como el Ministerio de Salud de Trinidad y Tobago han negado que las vacunas contra la COVID-19 provoquen este tipo de efectos. El ministro de Salud de Trinidad y Tobago, Terrence Deyalsingh, informó de que el país caribeño no ha registrado ningún caso de inflamación testicular a causa de la vacuna.
Las vacunas, como el resto de medicamentos, pueden presentar efectos adversos, en su mayoría leves o moderados, pero las agencias reguladoras confirman que los beneficios de la vacunación superan a sus posibles riesgos. Las autoridades sanitarias también vigilan de cerca cualquier reacción secundaria que pueda aparecer e informan de ello a través de informes públicos.
"El mensaje que se ha compartido no ha tenido en cuenta a todas las participantes del estudio, sino solo a las que han recibido la vacuna durante el primero o el segundo trimestre de su embarazo, por lo que se trata de una muestra sesgada que lleva a conclusiones tergiversadas." Pues la verdad es que tampoco sea muy alentador