La precampaña electoral en las granjas se olvida de otros pilares de la industria de Castilla y León

industria Castilla y León
Foto: César J. Pollo (ShutterStock)
Tiempo de lectura: 11 min

Los datos de Castilla y León demuestran que la región tiene un alto grado de industrialización. Más allá de la defensa de las granjas como eje central de la precampaña electoral que ha arrancado en la región, la industria castellano y leonesa es mucho más.

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Justo antes del parón que supuso la pandemia del coronavirus para la economía española, en 2019 la industria de Castilla y León representó el 19,8% del valor añadido bruto (VAB) de la región frente al 15,8% donde se situó la media nacional. Por secciones de actividades, el peso de las manufacturas alcanzó el 16,24%, por encima del 12,2% de la media de España, según los datos de la Consejería de Economía.

El tejido empresarial industrial de la región es otro tractor de la economía, a pesar del pequeño tamaño de las empresas (un 87% tienen menos de 10 asalariados). En el año 2020, la Junta castellano y leonesa registró 160.199 empresas, de las cuales el 7% son compañías industriales, que equivalen al 6% de las firmas españolas de este sector. Castilla y León es la sexta región española por el peso del sector industrial en su tejido empresarial, según los datos de la Junta.

En cuanto a su estructura productiva, el sector agroalimentario, aunque con mucho peso en el tejido industrial de Castilla y León, no es el único importante. La automoción y la producción de energías renovables sustentan también las cifras de industrialización castellano y leonesa.

Te explicamos los detalles de los tres sectores estratégicos de Castilla y León: la automoción, la agroalimentación y la producción de energía. 

La automoción, un sector estratégico en la región

La automoción en la autonomía supone actualmente en torno al 22% del PIB industrial de Castilla y León, frente al 11% nacional, según los datos del clúster de automoción Facyl, la entidad que aglutina el 92% de facturación del sector en la comunidad autónoma. “El sector mantiene el mismo peso que ha tenido a lo largo de los años prácticamente inalterable, ocupa una tercera parte de la industria de la región”, explica a Newtral.es Pedro Calero, profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Salamanca.

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La consejería de Economía y Hacienda ha compartido los últimos datos disponibles del sector a Newtral.es. Según la Junta, en 2021 se fabricaron 398.000 vehículos, el 18% de la capacidad de producción de España. Las 180 empresas de proveedores de automoción acumularon 9.100 millones de euros en facturación. 

Castilla y León cuenta con cinco plantas de fabricación de automóviles: Renault (Valladolid y Palencia), Grupo Fiat-Iveco (Valladolid), Nissan (Ávila) y una planta de montaje en Palencia; centros que en 2021 produjeron el 20% de los vehículos que se fabricaron en España, según las cifras que ha compartido Facyl con Newtral.es. 

El motor es un sector tan importante en la región que en 2016 y 2017 la situó en la primera posición en vehículos producidos, según la memoria anual de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). En 2018 y 2019, la autonomía continuó en el pódium de las regiones más importantes aunque en un segundo puesto tras Cataluña.

En todo caso, esta rama industrial sigue siendo la primera en la exportación castellano y leonesa. Antes de la pandemia, las exportaciones de la industria del automóvil ocupaban casi la mitad de las ventas al extranjero de Castilla y León (el 48% del total). 

Sin embargo, se desplomaron en 2020 (-14,7% frente a un -10,2% en el conjunto nacional) aunque consiguieron remontar en 2021. La recuperación de la automoción permitió crecer las exportaciones hasta el 18,5% interanual y hasta el 2,4% respecto al mismo periodo de 2019 (2,8% en media nacional), según las cifras del último informe sobre Castilla y León que ha realizado La Caixa.

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La automoción genera un efecto arrastre en Castilla y León 

El motor tiene un gran efecto tractor sobre otros sectores, no solo industriales, sino también de comercio y servicio. Además, genera 30.300 empleos directos “cualificados y de calidad”, según explican fuentes del clúster a Newtral.es. “Alrededor de los fabricantes de vehículos  se ha desarrollado un potente tejido empresarial de la industria de componentes del sector de automoción, compuesto por alrededor de 180 empresas, que incluye numerosas plantas de fabricación de piezas, elementos, conjuntos y subconjuntos”.

Calero lo define como “efecto arrastre”. “Metalurgia, componentes, volantes… Hay mucha industria vinculada, que se conoce como el efecto arrastre. Además, este sector industrial paga salarios mucho más altos que el servicios o el primario y eso genera otro efecto arrastre de mayor riqueza”, argumenta. 

La automoción tiene también desventajas frente a otros sectores en la industria de Castilla y León, tal y como explica a Newtral.es Pablo Alonso Villa, doctor en Economía de la Universidad de Valladolid. “El capital invertido en este sector, a diferencia de lo que ocurre en el agroalimentario, es mayoritariamente extranjero. Esto puede ocasionar situaciones críticas para el tejido industrial porque, en cualquier momento, este capital puede desplazarse a otros países. No solo me refiero a Renault, que lleva años amenazando con esta estrategia, sino a otras empresas de la industria auxiliar del automóvil”, concluye.

El sector de agroalimentación gana peso en la economía de Castilla y León 

El sector agrario y la industria alimentaria en Castilla y León son pilares estratégicos de su estructura económica por su aportación a la generación de riqueza y empleo. En total, suponen en torno al 14% del VAB regional y el 15% del empleo castellano y leonés, según recoge un informe impulsado por Cajamar y que ha elaborado el director adjunto del Ivie y catedrático de la Universitat de València, Joaquín Maudos, en colaboración con la economista del Instituto Jimena Salamanca.

Dentro de la agroalimentaria, Calero destaca la de transformación como la más importante. “Conservas, vino con muchas denominaciones de origen, procesos en general que, además, en muchos casos se alimentan de producción que no tiene por qué venir de Castilla y León”, indica el profesor de la Universidad de Salamanca.

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Según la Consejería de Economía, en 2020 la industria agroalimentaria castellano y leonesa estaba constituida por 3.060 compañías (principalmente microempresas), el 10% del total de España y en torno al 31,5% de las firmas de la industria manufacturera regional. 

La cifra de negocios del sector supera los 11.300 millones de euros, lo que supone un 28,4% de la facturación de la industria regional, situando a Castilla y León como la tercera comunidad autónoma por nivel de negocios en la industria agroalimentaria, detrás de Andalucía y Cataluña.

La industria cárnica es la que más contribuye a la cifra de negocio del sector, con el 26,8% del total. Tras esta, destacan la de productos de alimentación animal (15,7%), los lácteos (14,1%) y la de panadería y pastas alimenticias (11,3%).

Aunque de las nueve provincias que forman la comunidad autónoma, el mayor número de establecimientos dedicados a la industria agroalimentaria se concentra solo en cuatro: Salamanca (741), León (668), Valladolid (649) y Burgos (557).

Castilla y León produce más de la mitad de la energía renovable de todo el país

Castilla y León es la región española que más energía renovable produce, según Red Eléctrica Española (REE). En 2020, la comunidad produjo el 56% de electricidad renovable de todo el país. Según los últimos datos de la Junta, en 2020 la producción energética en Castilla y León creció un 14% respecto a 2019, a pesar de la incidencia de la pandemia, frente a un descenso del 3% de la producción nacional en el mismo periodo.

En el 2020 el 87% de la producción de energía en la comunidad fue de origen renovable, siendo la eólica la tecnología líder al aportar el 49,4% del total, tal y como detalla REE. “Donde más destacamos en Castilla y León es en energía eólica”, insiste Calero. “En 2021, según la CNMC teníamos una potencia en energía eólica de 6.422 megavatios eólicos”, prosigue. 

Además, es la comunidad autónoma que cuenta con más potencia instalada renovable y eólica, ya que el 95,2% de su parque está basado en recursos naturales, según REE. Por otro lado, en el 2020 se dieron de baja los 2.110 MW de carbón que tenía esta comunidad.

No obstante, este sector no tiene tanto peso en la industria castellano y leonés como el agroalimentario y el motor. “Las centrales eólicas comparado con las nucleares -que producen las 24 horas del día todos los días del año-, no pueden competir, la nuclear genera mucho más dinero”, detalla el experto de la Universidad de Salamanca. “Aunque tengamos muchísima potencia, por las características de interrumpibilidad, (cuando no hay aire no produce y no genera valor añadido, no aporta nada al PIB) la riqueza que produce es inferior frente a la que puede aportar una central de otras características”, prosigue Calero.

La proyección futura de la energía renovable es positiva

En conversación con Newtral.es, María Jesús Jiménez, economista del clúster de energía renovable de Castilla y León, Cylsolar, explica que la región es líder en energías renovables. “Aunque la principal fuente de generación es la eólica, el resto de energías también tienen mucha importancia, destacando de esas otras la energía solar fotovoltaica”, indica. 

La posición del sector es fuerte desde 2010, el año en que se organizó el grupo de empresas más importantes de la energía renovable en un clúster para aumentar su productividad. “En 2010, Castilla y León contaba ya con seis fábricas dedicadas a la producción de componentes fotovoltaicos y al ensamblaje de los módulos, siendo la única comunidad autónoma en aglutinar ese número de fabricantes”, añade Jiménez. 

Las previsiones futuras son, por tanto, positivas para la industria de Castilla y León. “El sector está viviendo una nueva fase expansiva, todo ello propiciado por las políticas europeas que fomentan el impulso de las economías a través de las energías renovables y la economía verde”.

Además, según Calero, “Castilla y León es la región más extensa de toda la Unión Europea en términos de superficie, lo que nos da una gran base física para potenciar las renovables”. El profesor de la Universidad de Salamanca prevé que se desarrollen más proyectos solares y eólicos “en un contexto de revolución y de transición hacia la sostenibilidad”.

Disparidad industrial en el territorio

El sector industrial presenta una alta disparidad. De las nueve provincias que conforman la comunidad autónoma, Valladolid y Burgos concentran el 43% de las 5.000 mayores empresas y más de la mitad de las 138 grandes compañías con una facturación superior a los 50 millones de euros, según el ranking que realiza la revista Castilla y León económica.

Según el II Plan Director de Promoción Industrial 2021-2025 de Castilla y León, Valladolid y Burgos son las provincias que aglutinan una mayor actividad productiva. En concreto, Burgos, que aporta el 29% del VAB industrial de la región. “Burgos tiene mucho peso por su industria manufacturera, no hay fábricas de automóviles, pero tiene mucha industria de componentes relacionado con la automoción (volantes, cinturones de seguridad, airbags…)”, comenta Calero.

En el otro extremo se encuentran Soria, Zamora, Ávila y Segovia, las provincias menos industrializadas de Castilla y León.  

Fuentes:

1 Comentarios

  • Vale, hay fábricas de automóviles..pero todas son marcas extranjeras y cuando no les interese se van......siendo una región con tanta agricultura no existe ni una marca o fabrica de maquinaria propia...falta de emprendimiento total....