Polonia, Hungría y Eslovaquia han decidido prohibir las importaciones de grano y otros alimentos procedentes de Ucrania para proteger el sector agrícola local. El gobierno polaco lo anunció este sábado 15 de abril en un comunicado donde precisó que la prohibición de importaciones será temporal y hasta el 30 de junio. Poco después, el Ejecutivo húngaro apoyó la medida y anunció que también que vetará temporalmente la importación de grano ucraniano hasta finales de junio. El último país en sumarse a la prohibición ha sido Eslovaquia, que lo ha anunciado este lunes 17 de abril.
Los gobierno de estos tres países toman esta decisión para tratar de contener las protestas de los agricultores que se quejan de los efectos en los mercados locales de la llegada de productos ucranianos que no están sometidos a aranceles y han provocado el desplome de los precios, como recoge la prensa local, en este caso, de Polonia.
La Comisión Europea ha calificado la decisión de Polonia, Hungría y Eslovaquia como “inaceptable”. Fuentes del ejecutivo comunitario explican, en unas declaraciones recogidas por Reuters, que han solicitado más información a las autoridades de ambos países para evaluar el impacto de estas medidas. Bruselas recuerda, además, que la competencia en materia comercial es exclusiva de la Unión Europea y que en un contexto tan complejo la coordinación y la unidad son fundamentales.
El origen del problema: La Unión Europea suspendió los aranceles de los productos agrícolas ucranianos tras la guerra
El 27 de abril de 2022, unos meses después del inicio de la ofensiva rusa en Ucrania, la Comisión Europea decidió suspender todos los aranceles sobre las importaciones de Ucrania por un año. El objetivo de la propuesta, un gesto sin precedentes de apoyo a un país en guerra, era impulsar las importaciones de Ucrania a la UE y aliviar la crisis alimentaria global.
“La decisión de Bruselas tenía una triple finalidad”, explica a Newtral.es Antonio Sanabria, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). “Permitir a Ucrania recibir divisas a través de las exportaciones de su grano, facilitada al quitar los aranceles; presionar a la baja sobre el precio de esos alimentos en un contexto de auge inflacionario precisamente por la guerra en Ucrania; y mandar un mensaje político de apoyo a un país candidato al club comunitario”, enumera Sanabria.
El impacto de esta medida económica de Bruselas fue inmediato. Las importaciones de la UE procedentes de Ucrania aumentaron un 88% en 2022 en comparación con 2021 (hoja seis del informe de la Comisión Europea). “Este aumento en las importaciones tiene un efecto directo sobre los precios, que los presiona a la baja, especialmente en los países eminentemente agrícolas que limitan con Ucrania que, además, al estar más cerca, el coste del transporte es menor”, señala el profesor de la UCM.
Cuando se eliminan aranceles de un producto, los consumidores se benefician porque el precio se reduce. Sin embargo, los productores locales del bien importado se ven perjudicados porque con los precios más bajos, el producto importado sustituye al local y ellos tienen que vender más barato para ser competitivos. Su margen de beneficio se reduce y empiezan las protestas. En este caso concreto, la política comercial de Bruselas ha provocado revueltas de los agricultores en varios países, no solo en Hungría y Polonia, también en Rumanía, Bulgaria y Eslovaquia.
“Se unen dos elementos”, argumenta Sanabria. “Por un lado, los costes de producción en Ucrania son más bajos que en otros países de la UE”, indica el experto que añade que, además, “dado que Ucrania amplía la capacidad de entrada de cereales al resto de la UE, aumenta la oferta y baja los precios”.
Como reacción, en una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, los primeros ministros de estos cinco países han pedido apoyo económico, medidas para evitar distorsiones del mercado o reintroducir los aranceles. En la misiva, con fecha a 31 de marzo, los cinco gobiernos afirman que la magnitud del aumento de productos como cereales, semillas oleaginosas, huevos, aves de corral y azúcar a sus países ha sido “sin precedentes”. Lo que ocasiona “dificultades en la gestión de los excedentes de cereales en los almacenes, que desestabiliza el mercado de cereales e impone costes adicionales a los productores agrícolas [locales]”.
Hungría y Polonia dan el paso y prohíben la importación de productos básicos desde Ucrania
Sin embargo, los gobiernos de Polonia, Hungría y Eslovaquia no se han quedado en la carta, han decidido actuar y prohibir las importaciones de Ucrania. El Ejecutivo polaco de Ley y Justicia (PiS) ha prohibido la importación de 18 productos ucranianos de manera temporal, hasta el 30 de junio. La lista incluye alimentos básicos como cereales, azúcar, piensos, semillas, frutas y hortalizas, vinos, carne de vacuno o leche y productos lácteos.
“Esta es una ayuda real para los agricultores. Quiero enfatizar que somos amigos de Ucrania y que la apoyaremos. Pero el deber de las autoridades es, ante todo, apoyar a los ciudadanos”, afirmó el lider de PiS, Jaroslaw Kaczynski.
Desde que comenzó la guerra, Polonia se ha posicionado como uno de los aliados principales de Ucrania. Es el país que más refugiados acogió tras Rusia, ha enviado armas para ayudar a los militares ucranianos, y su primer ministro ha visitado el país invadido en numerosas ocasiones para mostrar su apoyo firme frente a Rusia. Sin embargo, más de un año después del inicio de la guerra, las costuras comienzan a abrirse. Además de la prohibición de las importaciones de grano ucraniano, Alemania ha desbancado a Polonia como primer destino europeo para los refugiados de Ucrania y ha empezado a cobrarles por la estancia en ciertos casos.
“Polonia ha mostrado solidaridad con Ucrania desde el principio de la guerra, es cierto, pero empieza a matizar su posición conforme la guerra se alarga”, advierte Sanabria. Además, hay elecciones parlamentarias en otoño y el gobierno ultranacionalista polaco del PiS, en un intento por conseguir la reelección, trata de contentar a los agricultores como parte de su estrategia electoral, “en un intento de trasladar el coste político de esta crisis a la UE y no al Gobierno”. El peso del sector primario es importante en la economía polaca por lo que, con esta decisión, el Ejecutivo culpa a Bruselas de la crisis de precios en el país y se coloca como el protector de la agricultura polaca.
De la misma forma ha actuado Hungría. Aunque su decisión sorprende menos ya que el país mantiene buenas relaciones con Rusia y su líder, Viktor Orban, ha reafirmado su posición neutral respecto a Ucrania. “El Gobierno húngaro siempre estará al lado de los agricultores húngaros y protegerá la agricultura húngara”, subrayó el Ministro de Agricultura, István Nagy, al anunciar la medida.
Bruselas considera la medida como “inaceptable”
La Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la Unión Europea, ha calificado la decisión de Hungría y Polonia de prohibir las importaciones de Ucrania de “inaceptable”. Según afirmó en un comunicado, la política comercial es un asunto de “competencia exclusiva de la UE”, lo que significa que sólo el bloque puede adoptar decisiones jurídicamente vinculantes. “Las acciones unilaterales no son aceptables”, afirma el comunicado.
“La Unión Europea es, desde sus inicios, un mercado común”, subraya Sanabria. Es decir, la decisión unilateral de Polonia, Hungría y Eslovaquia va en contra de este pilar fundamental de la estructura de la Unión. “La decisión sobre los aranceles entre los veintisiete y el resto del mundo es común, no es unilateral, por lo que, ante la decisión de los gobiernos polacos y húngaros, la UE tendrá que imponer sanciones y congelar los fondos”, añade el experto de la UCM.
Una estrategia que ya han seguido ambos gobiernos en otras ocasiones, como ante la falta de independencia de los jueces, al considerar el derecho nacional por encima del comunitario, al promulgar leyes antiLGTBI o restrictivas legislaciones sobre el aborto.
Por su parte, el ministro de Agricultura ucraniano, Mykola Solskyi, señaló que Kiev comprende que sus exportaciones agrícolas representaban una “dura competencia” para otros países, aunque añadió en una declaraciones que recoge el portal Ukrinform: “El agricultor ucraniano se encuentra en la situación más difícil”.
*Este artículo se ha actualizado para añadir la decisión de Eslovaquia para prohibir las importaciones de productos de Ucrania
- Antonio Sanabria, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid (UCM)
- Comunicado del Gobierno polaco
- Comunicado del Gobierno húngaro
- Reuters
- Propuesta de la UE para eliminar aranceles de los productos ucranianos
- Carta de los gobiernos de Hungría, Polonia, Rumanía, Bulgaria y Eslovaquia a la Comisión Europea
- Ukrinform
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