En lo que va del año 35 mujeres han sido asesinadas por violencia de género y 39 menores han quedado huérfanos por la misma causa. Además, este año también se registró un menor de edad víctima mortal por violencia machista.
Según el Ministerio de Igualdad, la cifra de 2023 de menores de edad en situación de orfandad por violencia machista supera los datos recogidos de cinco de los 10 años registrados. Así, se contabilizó que en cinco de los diez años de los que se tienen registro hubo menos niños huérfanos por esta lacra. En 2016 (30), en 2017 (26), en 2020 (26), en 2021 (32) y en 2022 (38).
Los menores de edad víctimas directas e indirectas de la violencia machista
Desde el 2013, el Ministerio de Igualdad contabiliza la cifra de menores víctimas de violencia contra las mujeres. Esto incluye a menores asesinados por la pareja de su madre, como a quienes quedan en situación de orfandad tras el asesinato de su madre.
En total, 416 menores de edad han quedado huérfanos desde que se tienen registros y 49 han sido asesinados, según el portal estadístico de Violencia de Género. Los mismos datos señalan que en el 73% de los casos con menores víctimas mortales no se había interpuesto ninguna denuncia.
Las consecuencias de la violencia de género en los menores
Beatriz Mata, psicóloga de la Federación de Mujeres Progresistas, señala a Newtral.es que los menores que quedan huérfanos por violencia de género cargan con toda la violencia que han experimentado previamente en su hogar. Como consecuencia, “tienen todas las secuelas psicológicas de vivir en un hogar con violencia y maltrato infantil”. Como explica Mata, estas secuelas incrementan su situación de vulnerabilidad al haber perdido a su madre y, en muchas ocasiones, a su padre debido a las penas de prisión, lo que provoca un impacto psicológico y emocional “terrible”.
En este sentido, Belén Hernández Zoido, psicóloga clínica, explica a Newtral.es que las consecuencias a las que se enfrentan los menores afectados por la violencia de género no son únicamente psicológicas, sino cognitivas e incluso físicas. “Los niños tienen dificultades de atención, de concentración y, por tanto, tienen un bajo rendimiento escolar. Además, pueden tener síntomas depresivos, de tristeza y ansiedad. Si se añade el asesinato de la madre, entra el trauma con una situación de shock y de bloqueo”.
Si bien no hay una edad “adecuada” para entender la violencia machista, en edades muy tempranas puede ser más complejo. “Les cuesta contar lo que han vivido y a veces la narrativa de contarlo ayuda a exteriorizar el trauma y recolocarlo de una forma diferente”, señala Benjamín Ballesteros, portavoz de la fundación ANAR. Mata añade que en el caso de los menores de cinco años la situación es de mayor riesgo ya que “los adultos, que deben ser un lugar seguro para buscar salud y cuidado, son quienes les aterrorizan o no les pueden cuidar”.
Los menores que presencian el asesinato están en una situación de mayor vulnerabilidad
El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género analiza las sentencias dictadas por el Poder Judicial relativas a los asesinatos por violencia machista. El último informe publicado en junio de 2023 sobre las sentencias dictadas en 2020 señala que en al menos nueve de los casos de violencia de género analizados, los hijos de la víctima que se quedaron huérfanos presenciaron el asesinato de su madre. El informe estudia un total de 17 asesinatos en los que la víctima tenía hijos. Así, en uno de cada dos casos los menores fueron testigos del crimen.
Ballesteros explica que estos son los menores más afectados. “Han visto, vivido e interiorizado ese momento enormemente traumático”, e incide en la importancia de que reciban un tratamiento psicológico.
Hernández Zoido coincide en que estos menores están en una situación de mayor vulnerabilidad. También añade que corren un riesgo de tener un trastorno por estrés postraumático. Como aclara la experta, esto implica “que han vivido una escena tan dura, que la reviven permanentemente a través de pesadillas o de flashbacks”.
Los expertos coinciden en que este trastorno es “grave” y requiere un tratamiento con un psicólogo clínico para evitar que se cronifique y que más adelante conduzca a adicciones o conductas agresivas.
El 48% de los menores huérfanos por violencia de género son extranjeros
Desde que se tienen registros, uno de cada dos menores que ha quedado huérfano es de nacionalidad extranjera, según los datos del Ministerio de Igualdad. Zoido señala que el nivel de desprotección en el que se encuentran estos niños es “absoluto” y, por tanto, “necesitan estar con figuras que sientan lo más cercanas posible y que puedan suplir sus necesidades afectivas”.
Ballesteros señala que en los casos de los menores extranjeros “es esencial el tratamiento que reciben en los centros de acogida”. En este sentido, la asociación ANAR explica que al encontrarse solos, la tutela de los menores la asume la comunidad autónoma y los servicios de protección de menores, que son los responsables de “ofrecer un tratamiento psicológico adecuado para desarrollar una vida normal”.
- Portal estadístico de Violencia de Género, Ministerio de Igualdad
- Observatorio contra la violencia doméstica y de género
- Beatriz Mata, psicóloga de la Federación Mujeres Progresistas
- Belén Hernández Zoido, psicóloga clínica
- Benjamín Ballesteros, portavoz y director técnico de Fundación ANAR
La violencia existe. La violencia machista no existe ni puede existir. Es un contrasentido porque el "machismo" es una actitud cultural antigua y tradicional que tiene en alta estima a la mujer y considera que su función social, al igual que la de los hombres, así como la división del trabajo en razón del sexo viene, en principio al menos, determinada por el sexo. El machista protege a la esposa en cuanto esposa, a la hija en cuanto hija, a la madre como en las canciones de Juanito Valderrama y a la mujer en cuanto mujer como en La Mujer Rusa del Maestro Sorozábal.
Los rojos y los globalistas, en su afán por desacreditar la cultura tradicional han querido torticeramente asociar ambos términos -machismo y violencia- para designar un fenómeno totalmente distinto como es del crimen pasional de siempre -lo que quede de él- o como pueda ser los estadísticamente pocos significativos casos de violencia intrafamiliar grave o trágica. También la gentuza globalista y su aliados, el lumpenproletariado metido en política, ocultan que detrás de estas tragedias se encuentra no sólo ni principalmente casos de deriva individual sino, principalmente, el sufrimiento infligido a la unidad familiar hoy desde las política, las leyes, la fiscalidad, la tele, la economía y las instigaciones de diverso tipo.
*Poco significativos.
eres tonto adiós
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