Especialistas y centros de investigación han vuelto a detectar a la hormiga loca (Paratrechina longicornis) en Barcelona. Según estos expertos, de momento no se trata de una plaga, sino de la aparición de una especie invasora que se creía erradicada de la ciudad desde 2021.
Además, aseguran que no es peligrosa para los seres humanos, aunque aún se desconoce el impacto que puede tener sobre la biodiversidad autóctona.
La hormiga loca se ha detectado en Montjuïc y plaza Catalunya, zonas próximas al puerto de Barcelona
Joan Pino, catedrático de Ecología de la Universitat Autònoma de Barcelona y director del centro CREAF, explica a Newtral.es que esta hormiga, llamada “loca” por su comportamiento nervioso, no ha provocado una plaga en Barcelona como apuntan algunas publicaciones en redes sociales, sino que ha reaparecido en la ciudad cuando se creía erradicada.
“Se detecta por primera vez en el puerto de Barcelona entre 2019 y 2020 y se elimina rápidamente. Entonces se piensa que se ha erradicado, pero no se sabía si estaba en otras partes y simplemente no se había encontrado”, señala Pino.
Según el director de CREAF, ahora la hormiga loca se ha encontrado en Montjuïc y plaza Catalunya, zonas próximas al puerto de Barcelona, lo que hace “probable” que entonces no se hubiese eliminado por completo.
Se está estableciendo en Barcelona, pero no está en fase de expansión
La hormiga loca es una especie invasora, es decir, que no pertenece a la fauna autóctona de la península ibérica. Según la página web de la Generalitat, la especie podría provenir de regiones tropicales en África.
La especie figura en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras del Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, donde se especifica que ya había aparecido en Canarias. En 1998 se encontró por primera vez en la península, en el puerto marítimo de Almería.
Según Pino, todo apunta a que la hormiga loca se está estableciendo en Barcelona pero, por el momento, “no está en fase de expansión”. Además, destaca que no es peligrosa para los seres humanos. “Puede morder, como muchas hormigas, pero no se han constatado efectos contra seres humanos”, afirma el catedrático.
No obstante, no está claro el impacto que puede tener sobre la biodiversidad autóctona. Tanto la Generalitat como Pino apuntan a que puede desplazar a otros invertebrados y vertebrados nativos y, si no se controla, puede constituir una plaga en edificios y en el sector agrícola.
El transporte de mercancías como vía de entrada de especies invasoras
Pino apunta a que la vía de entrada principal de la hormiga loca a Barcelona es a través del transporte de mercancías. “Muchas mercancías que vienen de muchas partes del planeta pueden traer especies de esas regiones, lo que hace a los puertos una zona de invasión”, señala el catedrático.
Esto puede ser de forma voluntaria, como la introducción de aves exóticas para venderlas como mascotas, o de forma involuntaria, cuando el barco o el producto trae especies como “polizones”.
Además, destaca que las zonas metropolitanas son especialmente vulnerables, ya que “hay basura y materia orgánica disponible”. Si esto se une a unas condiciones climáticas más cálidas, como es el caso de Barcelona, puede ser favorable para algunas de estas especies invasoras.
En este sentido, Pino señala que el cambio climático no es una causa directa de estas invasiones, aunque puede ser un factor indirecto que las favorezca. “Por un lado, el cambio climático hace retroceder a las especies nativas y afecta a sus hábitats, lo que le da una ventana de oportunidad a las invasoras. Además, como fomenta un clima más cálido y seco, favorece a determinadas especies, sobre todo de climas subtropicales”, apunta Pino.
- Declaraciones a Newtral.es de Joan Pino, catedrático de Ecología de la Universitat Autònoma de Barcelona y director del centro CREAF
- Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras
- Nota de prensa sobre la hormiga loca de la Generalitat de Catalunya
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