Sexismo moderno y hombres que se sienten discriminados: argumentos para interpretar los datos del CIS

hombres discriminados
Manifestación feminista | Shutterstock
Tiempo de lectura: 8 min

La primera encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre la percepción social de la igualdad de género muestra que un 44,1% de hombres aseguran estar muy o bastante de acuerdo con la afirmación “Se ha llegado tan lejos en la promoción de la igualdad de las mujeres que ahora se está discriminando a los hombres”. También un 32,4% de mujeres responde afirmativamente a la idea de que hay hombres discriminados.

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Algunos expertos cuestionan que el porcentaje sea realista. Uno de ellos es el politólogo Lluís Orriols, profesor en la Universidad Carlos III de Madrid, quien en conversación con Newtral.es señala que “es una pregunta mal diseñada porque contiene dos cuestiones y no sabes a cuál de ellas está respondiendo la ciudadanía”.

“Por un lado, se podría estar contestando a la pregunta de si se ha llegado muy lejos en la promoción de la igualdad de las mujeres, que, dado el contexto actual, creo que se interpreta como una referencia a las políticas feministas y antidiscriminación del Gobierno. Por otro, está la idea de si ahora se está discriminando a los hombres. Creo que una parte nada desdeñable de hombres y de mujeres no está respondiendo que sí al hecho de que los hombres están discriminados, sino que está mostrando rechazo a las políticas feministas del Gobierno”, apunta Orriols. 

La politóloga Sílvia Claveria y la socióloga Marga Torre, ambas profesoras e investigadoras en la Universidad Carlos III de Madrid, concuerdan con Orriols en que la pregunta contiene dos cuestiones, y no solo una. Sin embargo, ambas consideran que no necesariamente es lo más relevante. “Creo que esta encuesta muestra lo que ha calado el sexismo moderno: personas que creen en la igualdad pero que consideran que esta ya se ha alcanzado. Esto es preocupante primero porque no hay una igualdad real, pero también porque esa asunción refuerza la desigualdad e impide avanzar en aspectos más complejos y abstractos, menos objetivables”, apunta Claveria en conversación con Newtral.es.

En una línea similar se pronuncia Torre: “Más allá de la cuestión de los hombres discriminados, uno de los aspectos más graves a mi parecer es que casi la mitad de los hombres [45,7%] niega la brecha salarial, que es una de las cosas más objetivas y medibles que existen”. 

Y es que la encuesta recoge que un 3,6% de los hombres cree que las mujeres tienen mejores salarios que los hombres. Y un 42,1% cree que, respecto a salarios, hombres y mujeres están igual. Por eso, Marga Torre apuntaba a una “negación de la brecha salarial”: “Es un porcentaje muy pequeño el de hombres que creen que las mujeres cobran más. Pero los que creen que los salarios son iguales es un porcentaje muy alto y también niega la desigualdad salarial. Efectivamente, los hombres que se sentirían discriminados salarialmente son muy pocos, ese 3,6%, pero son un 42% de hombres los que, sin sentirse discriminados, creen que la igualdad ya se ha logrado. Aquí es donde debemos fijarnos”, añade. 

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Paridad versus integración

Una de las claves que da Marga Torre respecto a la encuesta del CIS es que “la paridad no genera integración”. La socióloga e investigadora lo dice en referencia a las aparentes contradicciones de los resultados. Una inmensa mayoría de hombres está de acuerdo con afirmaciones como que un hombre debe acogerse “al permiso de paternidad de 16 semanas para cuidar a su hijo o hija”, que un hombre debe asumir “una parte igualitaria de las tareas del hogar” o que un hombre debe recriminar “a sus amigos por tener comportamientos machistas”. Sin embargo, el 44% de hombres se sienten discriminados y un 49,2% de encuestados cree que las desigualdades entre hombres y mujeres son pequeñas o inexistentes. 

Una de las últimas investigaciones encabezadas por Marga Torre evalúa la homofilia en las colaboraciones científicas de todo tipo de ámbitos (letras, ciencias…). “Esperábamos encontrar más integración a medida que se feminizan las áreas más masculinizadas. Es decir, un área comenzaba a ser más paritaria, aumentaría la colaboración entre hombres y mujeres, disminuyendo la homofilia. Lo que hemos encontrado es que aumenta la homofilia: cuando entran mujeres en un área copada por hombres, ellos colaboran más con hombres y ellas más con mujeres. Esto no ocurre en áreas feminizadas. Cuando empiezan a llegar hombres a un área con mayoría de mujeres, ellas sí colaboran tanto con hombres como con mujeres. Esto evidencia que las áreas masculinizadas, cuando empieza a haber paridad, ellos se sienten amenazados. Es decir, que cuando las mujeres aumentan y se convierten en masa crítica, ellos se defienden”, explica Torre. 

En este sentido, la socióloga invita a no aferrarse a la única idea de “hombres enfadados”. “Es importante saber por qué la paridad no está generando integración. Más que de pérdida de privilegios, que también hay una parte, preferimos hablar de alteración del statu quo. Si tú tienes un empleo precario o estás entrando y saliendo del desempleo, la narrativa única de que eres un privilegiado choca con tu propia percepción individual. El género es muy importante a la hora de dimensionar la desigualdad, pero hay otros factores: la clase social, la edad, tu origen…”, apuntala Marga Torre.

El melón de los hombres discriminados

Sobre esta hipótesis de que la paridad no genera integración, Alberto López, politólogo especializado en populismos e investigador en la Universidad Libre de Amsterdam, explica a Newtral.es que “no es conveniente usar el trazo grueso y acogernos a que la única explicación es que son todo hombres en contra de avanzar en derechos de las mujeres”. “Es evidente que hay un crisol de derrotas que genera una sensación de cabreo y de enfado hacia las conquistas LGTBI, feministas y raciales, una reacción colectiva masculina. Pero es que también hay hombres migrantes a los que les están criminalizando como potenciales violadores, también hay hombres LGTBI que sufren violencia sexual, también hay hombres a los que la pérdida de empleo les provoca gran malestar psicológico”. 

López prosigue en su análisis al señalar que “es habitual escuchar que ‘el feminismo es para todo el mundo, también para los hombres’” y que, sin embargo, “se ha contribuido a fomentar la idea de que la igualdad es una suma cero”. “La propia encuesta solo recoge ítems de cuestiones que afectan a las mujeres, que es importantísimo, pero por qué no integrar otros factores. Por ejemplo, estaría bien saber cómo afectan ciertas cuestiones a mujeres trans, a trabajadoras sexuales, a mujeres migrantes… Y lo mismo en el caso de hombres: por qué no se reflejan las percepciones de desigualdad que pueden experimentar hombres migrantes, hombres LGTBI, hombres jóvenes precarios… Quizá así sabríamos mejor por qué hay hombres que se sienten discriminados sin que la única explicación sea que son hombres que odian a las mujeres”, añade el investigador y politólogo. 

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Alberto López también ha realizado estudios sobre cuestiones de género en países como Holanda y Alemania: “Encontramos cosas curiosas. Por ejemplo, sí que hay gente que piensa que los hombres están más discriminados que las mujeres hoy en día, pero son una minoría. Un grupo más mayoritario ve discriminación a ambos, en distintos grados, seguramente algo que dependerá del tema concreto”. 

La politóloga e investigadora Sílvia Claveria se pronuncia de forma similar: “El discurso feminista y los avances generan un backlash, un sentimiento a la contra por así decirlo. Pero hay que intentar dimensionarlo correctamente. Por ejemplo, vemos que son mayoría los jóvenes de entre 16 y 24 años que afirman sentirse discriminados. Quizá la única explicación no es que cada vez haya más jóvenes reaccionarios, es que también ellos se sienten perdedores en la sociedad tras varias crisis económicas, no se sienten privilegiados en cuestiones como la vivienda o el empleo pero sí se sienten culpabilizados por su género. Y la culpa es poco movilizadora”, añade. 

Por ello, Claveria apunta que “más allá de que ese 44% pueda estar sobredimensionado tanto porcentualmente porque la pregunta no esté muy bien perfilada como mediáticamente porque se desliza la idea de que la mitad masculina no está a favor de la igualdad, quizá debemos tratar de aterrizar esas percepciones”.

Fuentes
  • Percepciones sobre la igualdad entre hombres y mujeres y estereotipos de género (Centro de Investigaciones Sociológicas, 2024)
  • Marga Torre, socióloga y profesora en la Universidad Carlos III de Madrid
  • Sílvia Claveria, politóloga y profesora en la Universidad Carlos III de Madrid
  • Alberto López, politólogo especializado en populismos e investigador en la Universidad Libre de Amsterdam
  • Lluís Orriols, politólogo y profesor en la Universidad Carlos III de Madrid
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8 Comentarios

  • Pura basura de artículo. Un artículo que además pregunta a mujeres sobre porque se sienten de X manera. Luego tenéis las narices de hablar de mansplaning

    Prácticamente se discrimina al hombre en todos los ámbitos. No es una "percepción" o un "sentir" Es la realidad objetiva. Por poner un ejemplo, si le pagáis el primer año de carrera a las mujeres que van a una ingeniería porque hay pocas, también deberíais hacerlo con los hombres que estudian farmacia. Si solo aplicáis eso en una dirección, es discriminación.

    Parece mentira que en 2024 todavía haya que explicar porque los hombres están discriminados.

    • Manuel, no te enteras de nada. Sal de tu ombligo

  • womanplainning de manual.

  • Je, je, ya os vale, tomáis la parte por el todo, el "rabamo también tiene hojas". Y es absoluto que cuando se cambia la situación, vivida, las actualizaciones producen disentimiento o eso creemos algunos, pero ya nos vale. Viva la Pepa, "to el mundo es gueno". Así nos va, pero a todos y todas y......, ?

  • Retrasaditos mentales, ¿a quién quieren apantallar? La justicia, toda justicia en cuanto tal, reconcilia y conjuga mérito y equidad. Por equidad se debe entender lo mismo que por igualdad ante la ley, en contra de la "igualdad efectiva" preconizada por jaurías feaministas y comunistoides. El rechazo al adefesio moral del feaminismo actual procede tanto del sentido natural de justicia de toda persona y sociedad bien nacidas como de la reflexión jurídica. No es una cuestión sociológica o de resentimiento de machos frustrados. El rechazo al feaminismo procede de los estratos más cultos de la sociedad, no de los telecreyentes. No es ser reaccionario sino saber posicionarse. Discriminación, para los que conocen su significado real, no su significado polítiquero, para los que conocen su etimología y su uso culto, no es sino un acto de juicio que otorga a cada individuo o a cada elemento del conjunto de una categoría general, una determinada calificación distinta a la que se otorga a los otros. Discriminar viene del verbo kρίνειν, discernir, juzgar, cribar, etc.; el cual es el origen de palabras diversas tales como crisis o criterio. Es más, actuar "indiscriminadamente" es un error... Por tanto, discriminemos y hagámoslo bien.

    • La brecha salarial no es que el hombre cobre más sino que algunos hombres tienen trabajos más remunerados esto hace que haya la llamada brecha salarial, se habla del fútbol, baloncesto, pero no se habla de modelos , actrices, cantantes, el feminismo actual no aporta, quiere dar una imagen del hombre machista, violador, que cobra más que la mujer, solo hay que ver las manifestaciones feministas con pancartas anunciando muerte al macho, muerte al al patriarcado. El feminismo real y sin odio sin rencor que lucho por los derechos de la mujer murió, hoy lucha por despreciar al hombre y llevar su bandera sin causa ninguna solo una ideología para captar votantes que si desean igualdad pero que no ven el fondo, estos datos irán aumentado por qué la ideología no parará y la consecuencia será más división entre hombres y mujeres