“Sabía que era un secreto. Pero también sabía que había jurado servicio al pueblo americano”. Con esta frase pronunciada por Reality Winner en su historia real termina Reality, la película protagonizada por Sydney Sweeney y disponible en Filmin. El filme cuenta de forma literal el interrogatorio que sufrió su protagonista a manos del FBI −como refleja su transcripción− tras filtrar a la prensa de Estados Unidos información secreta sobre la influencia de Rusia en las elecciones del 2016 en las que acabó ganando el republicano Donald Trump.
La escalada de tensión que se vive durante la conversación de 104 minutos entre los dos agentes del FBI y Reality Winner no solo sucede en la historia que narra la película: fue real. De primeras, cuando los dos agentes se enfrentan a ella y le confiesan que está ahí por haber filtrado información clasificada, Reality pone todas las facilidades: se muestra nerviosa, pero no demasiado y permite que entren en su casa y la interroguen ahí.
Comienza alegando que no recuerda haber protagonizado un evento así para finalmente reconocer todos los hechos cuando los agentes federales demuestran tener pruebas. ¿El delito de Reality? Dar información clasificada de la Agencia de Seguridad Nacional al medio The Intercept que demostraba numerosos intentos de un ciberataque ruso para interferir en las elecciones del 2016.
Pero el porqué, las razones detrás de la decisión de Reality, se desdibujan. ¿Fue por hartazgo de la política nacional? ¿Como venganza por la victoria de Donald Trump? ¿Quería ser la nueva Edward Snowden? Lo analizamos en este Fact-Fiction.
La historia real de Reality Winner: ¿quién es?
La película de Reality es fiel a la historia real y cuenta la vida de su protagonista a pinceladas, como cuando muestra imágenes de su casa durante el interrogatorio de los dos agentes del FBI. Pero ¿quién fue realmente?
Reality Winner es una veterana de la Fuerza Aérea de Estados Unidos que había trabajado como lingüista y traductora para el ejército y el Gobierno estadounidense. En el momento en el que transcurren los hechos que narra la película, la protagonista del relato consigue un empleo en la Agencia de Seguridad Nacional en Georgia, como una de las muchas personas que escuchan interacciones entre personas de interés de países como Afganistán o Irak.
Gracias a su puesto de trabajo y a sus credenciales, Reality podía acceder a información clasificada y confidencial. Es decir, tenía la autorización del Gobierno para poder ver y leer artículos de la Agencia de Seguridad Nacional, pero no para compartirlos, imprimirlos o difundirlos bajo pena de delito de revelación de secretos.
En mayo de 2017, Reality decide saltarse esta obligación. Encuentra, buscando en la página web de la Agencia de Seguridad Nacional, un informe que apunta a que habría habido influencia rusa en las elecciones presidenciales de Estados Unidos de 2016. Y toma la decisión no solo de leerlo e imprimirlo, sino de sacarlo también del edificio, doblado entre sus medias, y meterlo en un sobre y enviarlo al medio The Intercept.
Así se publicó el 5 de junio de 2017 un artículo en este medio que, con el informe en la mano, explicaba cómo los rusos habrían empleado ciberataques a un proveedor de software de votación estadounidense y enviado correos electrónicos de phishing a más de 100 funcionarios electorales locales apenas unos días antes de las elecciones con la intención de influir en su resultado. “Un resultado que, finalmente, le dio la victoria a Donald Trump por el voto electoral, no el voto popular que ganó Hillary Clinton”, explica a Newtral.es María Corres, profesora del departamento de Relaciones Internacionales e Historia Global de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Carlos III de Madrid.
La campaña electoral de 2016 en Estados Unidos y lo que implicó
Antes de que Reality Winner tomara la decisión de revelar información confidencial y ponerla en la agenda mediática, tanto en la película como en la historia real, Donald Trump ganó las elecciones presidenciales de 2016. Pero, a pesar de haberse alzado con la victoria tras conseguir el voto electoral sin el voto popular, lo que realmente fue novedoso fue la campaña electoral, según explican los expertos a Newtral.es.
Corres afirma que “se produjeron situaciones que nunca se habían visto”, como por ejemplo, colas de gente en los colegios electorales de más de dos horas de duración, lo que dificultaba ejercer el derecho al voto a aquellas personas que trabajaban ese día y hubieran tenido que pedir un permiso. Según la experta, “hubo varios informes a posteriori que demostraron que por múltiples hackeos se habían cambiado pequeños detalles de la información personal de votantes, como el número de su domicilio, lo que retrasó el proceso de votación”.
No solo eso. Como indica Corres, pero también Antonio Alonso, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad CEU San Pablo, la campaña del 2016 estuvo muy presente en redes sociales, donde los hackers rusos también tenían influencia. “Al estar tan presentes en el ciberespacio con bots o perfiles falsos, ejercían un mayor control de la narrativa”, explica Alonso.
¿Hartazgo, rabia, sensación de deber? Lo que llevó a Reality Winner a ingresar en prisión sin fianza en la historia real
Tras estas elecciones Reality Winner trabajaba de lingüista para el Gobierno y en su oficina siempre tenían puesta Fox News, una cadena de televisión de corte republicano. El retrato que hace la película de ella es de una joven cansada de la narrativa proTrump, con ganas de destapar que las elecciones no habían sido del todo limpias y con convicción de poder demostrarlo. Así toma la decisión de filtrar el informe.
Reality ingresó en prisión el mismo día en el que los agentes del FBI la interrogaron, el 3 de junio de 2017. Sin posibilidad de pagar una fianza para salir de prisión provisional, estuvo un año en la cárcel antes de ser condenada a cinco años de prisión finalmente “por espionaje y colaboración con los enemigos” de Estados Unidos, como recoge Reporteros Sin Fronteras. Aunque ahora está en arresto domiciliario, los cargos durarán hasta noviembre de 2024.
Aun así, la extrabajadora de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos considera que lo hizo por deber a su pueblo, “como una forma más de servirle”, como recogen medios como The New York Times.
- María Corres, profesora del departamento de Relaciones Internacionales e Historia Global de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y del departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Carlos III de Madrid
- Antonio Alonso, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad CEU San Pablo
- Película ‘Reality’
- The Intercept
- Reporteros Sin Fronteras
- The New York Times