Fact Fiction

Una embajadora en un país que no ha pedido: los detalles y la historia real detrás de ‘La diplomática’

La diplomática historia real
Frame de la serie 'La diplomática'. | Foto: Netflix
Tiempo de lectura: 6 min

Política internacional, llamadas de madrugada, la CIA y el presidente de los Estados Unidos envuelven a Kate Wyler en un viaje inesperado como nueva embajadora de su país en Londres después de que un misil no identificado impacte contra un portaviones inglés. Así comienza La diplomática, la nueva serie de Netflix que contiene detalles que también pueden encontrarse en la historia real de la embajada de Estados Unidos en Londres.

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Antes de comenzar, un aviso: la serie es ficción. No existe ni ha existido una embajadora de Estados Unidos en Londres llamada Kate Wyler. Tampoco ha impactado un misil no identificado en un portaviones inglés por el que haya habido víctimas militares, al menos no recientemente. Y esto tampoco ha generado una crisis internacional que requiera un cambio estructural en el funcionamiento de las embajadas estadounidenses.

Aun así, hay ciertos detalles de La diplomática que coinciden con la historia real de esta embajada y este puesto, como también han querido recalcar desde el propio organismo en su cuenta de Twitter.

Solo dos mujeres han sido embajadoras de Estados Unidos en Londres en la historia real, como refleja La diplomática

Un encuentro fortuito −pero cargado de intenciones políticas− lleva a Kate Wyler a conocer al primer ministro inglés, Nicol Trowbridge (interpretado por Rory Kinnear). En su primera interacción, el primer ministro comenta a Kate que “hacía mucho tiempo que no había una mujer embajadora” y, añade: “Unos cien años, más o menos”. A esto, Kate responde “cincuenta, pero sí”.

Lo que afirman los personajes en esta conversación de La diplomática coincide con la historia real. La primera embajadora estadounidense en Londres fue Anne Legendre Armstrong, entre 1976 y 1977, y no ha habido una segunda hasta la actual, Jane Hartley. Hartley llegó al puesto en mayo de 2022, tras haber sido embajadora de Francia y Mónaco en el periodo de Barack Obama, entre 2014 y 2017, como recoge la página web oficial de la embajada.

La residencia y el lujo que llaman la atención de Kate en La diplomática

En La diplomática muestran la residencia de la embajadora de Estados Unidos en Londres como una mansión inglesa en el centro de la ciudad, y la llaman por el nombre de Winfield Park. Pero aunque en la historia real así es como se denomina, el edificio que utilizan para la grabación es otro: Wrotham Park.

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El verdadero Winfield Park y residencia de los embajadores de Estados Unidos en Londres | Foto: US Embassy
Wrotham Park, el edificio que utilizan en la serie como residencia de la embajadora | Foto: Web de Wrotham Park

Hay un dato que también mencionan en la serie que representa bastante el lujo que rodea a este puesto: los jardines de Winfield son los segundos más grandes de Londres, solo por detrás de los del Palacio de Buckingham. Todas estas comodidades llaman la atención de Kate, diplomática de carrera, acostumbrada a trabajar en países con conflictos constantes, como Irán.

Mientras que los edificios de la residencia de la embajadora son diferentes, la embajada que se muestra en La diplomática es la misma que en la historia real. Un edificio grande −es la embajada estadounidense más grande de Europa− y moderno que se encuentra en Nine Elms.

Embajada de Estados Unidos en Londres | Foto: US Embassy
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Eduardo Puig de la Bellacasa, responsable internacional de América CEU-CEFAS, explica a Newtral.es que “el edificio es un reflejo de esa ‘relación especial’ de la que presumen ambos países de mantener”.

La diplomática refleja algo que pasa en la historia real sobre los personajes que ocupan la embajada

A medida que se desarrolla la serie se pueden escuchar comentarios sobre cómo la embajada de Estados Unidos en Londres había estado ocupada con anterioridad por perfiles muy diferentes a los de Kate. Más políticos, menos diplomáticos. Más dedicados a las fiestas, eventos y actos institucionales que a la política internacional. Y esto sucede en la realidad, con matices.

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Puig de la Bellacasa explica que lo que mencionan en la serie sobre que los embajadores destinados en Europa tienen un puesto “fácil” se acerca a la realidad. “Los embajadores de Estados Unidos destinados en las principales capitales europeas suelen ser grandes donantes de campañas electorales presidenciales. Darles el puesto es una forma de premiar su apoyo, no suelen ser diplomáticos de carrera”. “A las embajadas más sensibles, como puede ser la de Kabul, en Afganistán, van diplomáticos como tal”, añade. 

De hecho, el responsable internacional de América CEU-CEFAS destaca la figura del ayudante de Kate, Stuart (interpretado por Ato Essandoh), ya que, como refleja la serie, “es el que se encarga de organizar el día a día de la embajadora”, afirma. “Esto en la realidad suele ser más acuciante todavía”, como explica el experto.

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Ser embajadora como trampolín a la vicepresidencia de los Estados Unidos

Otro hecho destacable de la serie −cuidado, vienen spoilers− es que personas señaladas, como el presidente de los Estados Unidos, el ayudante de Kate o su propio marido, saben que darle el puesto de embajadora de Londres en medio de una crisis internacional es en realidad una prueba para comprobar si tiene el perfil para convertirse en vicepresidenta del país. Nada más lejos de la historia real de este puesto pese a lo que se ve en La diplomática.

Puig de la Bellacasa asegura que “es bastante inverosímil esta parte de la serie. En Estados Unidos el presidente elige al vicepresidente de su partido, suelen tener en cuenta que forme parte del mismo para ser elegible. Podría darse que un vicepresidente de los Estados Unidos hubiera sido embajador antes de acceder al puesto, pero tiene que haber tenido relación con la política de alguna forma, ya sea siendo congresista o senador en algún momento, no ser un simple funcionario”, analiza el experto.

Lo mismo sucede con la importancia que tiene Kate en La diplomática, algo que Puig de la Bellacasa también ve lejos de la realidad. “Es poco creíble que el presidente de los Estados Unidos consulte a la embajadora antes de tomar una decisión, que además acaba de llegar al puesto. O que sea ella la que se reúna con el primer ministro inglés y su secretario de Asuntos Exteriores en vez del secretario de Asuntos Exteriores de Estados Unidos, que es la figura de mayor autoridad en materia de políticas internacionales”, asegura el responsable internacional de América CEU-CEFAS.

Fuentes