La épica violenta de un parto por cesárea en ‘La casa del dragón’: historia de cómo parir ha sido un campo de batalla

Historia del parto de Aemma Targaryen en La casa del dragón
Imagen de la escena del parto del primer capítulo de 'La casa del dragón' | HBO Max
Tiempo de lectura: 8 min

“Tú que podrías acabar con tantas guerras”, cantaba Rigoberta Bandini en su oda a las maternidades, destacando que, históricamente, las mujeres daban la vida y los hombres la arrebataban. Sin embargo, es la historia de un parto lo que propicia un conflicto familiar y previsiblemente político en la recién estrenada serie La casa del dragón, la precuela de Juego de tronos, también perteneciente al género de fantasía medieval.

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La reina Aemma Targaryen, que debía parir al heredero de los Siete Reinos, muere desangrada a causa de una cesárea practicada con el fin de salvar la vida de la criatura, futuro rey Targaryen. A las pocas horas, el bebé también fallece. El rey se queda viudo y huérfano de hijo. El destino de la humanidad aguardaba en un vientre que rajan de lado a lado.

Poco antes de romper aguas, la reina Aemma le había dicho a su hija: “El parto es nuestro campo de batalla”. Con esa épica es con la que se narra algo tan cotidiano como parir. A diferencia de los combates, los partos nunca han sido material para epopeyas. “Es algo que debemos afrontar con entereza”, añadía Aemma, con la convicción de una soldado. Las imágenes del parto de la reina, inmovilizada y desgañitada, se entrelazan con las de una pelea entre caballeros. Porque, como advertía Aemma, a caballo o en un paritorio, ambos terrenos son campos de batalla. 

Y con la violencia propia de un campo de batalla han narrado los guionistas de La casa del dragón, todos hombres, tanto el parto como la pelea. Una especie de homenaje a La boda roja. Sin embargo, Montserrat Cabré i Pairet, catedrática de Historia de la Ciencia en la Universidad de Cantabria y doctora en Historia Medieval, considera que hay una traslación de la mirada masculina de la guerra al parto: “Es una épica imitativa de la heroicidad que ellos consideran que tienen las batallas. Es cierto que parir no ha tenido centralidad en la Historia a pesar de su importancia para dar continuidad a la humanidad. Sobre todo en el caso de una reina, cuyo objetivo principal era parir herederos al trono, algo que condicionaba no solo sus vidas, sino el curso de los acontecimientos políticos”, explica Cabré i Pairet en conversación con Newtral.es.

Escena de La casa del dragón
Escena de ‘La casa del dragón’. Aemma Targaryen con su hija | HBO Max

Historia del parto: qué es real y qué no en la cesárea de 1×01 de ‘La casa del dragón’

El parto de Aemma en el primer episodio de La casa del dragón se trunca porque el bebé viene de nalgas. Así se lo comunica el gran maestre Mellos, médico, al rey Viserys Targaryen, para a continuación añadir: “No hemos conseguido darle la vuelta”. Después le habla de “sacrificar a uno o perderlos a ambos”, señalando que “hay una posibilidad de salvar al niño”: “En la ciudadela se enseña un método que consiste en abrir el vientre para sacar al infante”, dice. El médico también advierte de que la mujer no sobrevivirá al consecuente sangrado.

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Aunque el universo de Juegos de tronos es irreal, al llevarlo a un hipotético equivalente en nuestra historia, lo primero que señala Montserrat Cabré i Pairet es que “no hay documentación de que las cesáreas se realizasen realmente en la Antigüedad y en la Edad Media”. “Sí que hay evidencia de que se realizaban post mortem, es decir, cuando la madre había muerto. El objetivo era rescatar al bebé, aunque se temiera que finalmente no viviría, para bautizarle”, añade esta catedrática. 

Lola Ruiz Berdún, historiadora de la ciencia, investigadora en la Universidad de Alcalá y autora del ensayo Historia de las matronas en España (Editorial Guadalmazán), también apunta que lo que se pretendía con la cesárea cuando la madre ya había fallecido durante el parto era, sobre todo, “salvar la vida inmortal del bebé”: “Aunque este también hubiese muerto, era importante bautizarle para que no fuese al limbo. Por eso se abría la tripa”, añade en conversación con Newtral.es.

Historia del parto, representación de una cesárea
Representación de una cesárea (alrededor de 1600)

¿Dónde están las matronas en ‘La casa del dragón’?

Por otro lado, en la historia del parto que narra La casa del dragón es el médico real quien asegura haber maniobrado para tratar de dar la vuelta al bebé. “Esas maniobras obstétricas las hacían las matronas, invisibilizadas en esta serie”, apunta Cabré i Pairet. 

Ruiz Berdún comparte esta opinión al señalar que “aunque se tratase de una reina, eran las mujeres, parteras, matronas, comadres, las que principalmente acompañaban y asistían el parto”.

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“Incluso antes de que aparecieran estos términos, ya existían mujeres acompañando partos y nacimientos. Hay referencias de parteras en todas las culturas, en todas las civilizaciones, desde tiempos inmemoriales y con diferentes nombres”, apunta esta historiadora de la ciencia e investigadora. Ruiz Berdún reconoce que la profesionalización como tal fue paulatina porque “no había una formación reglada”: “Era conocimiento empírico que se transmitía de forma oral, donde no había afán investigador. Hasta que llegaron los hombres. Ellas no dejaban las cosas escritas, por lo que luego había médicos que se hacían famosos con cosas descubiertas y practicadas por mujeres mucho tiempo atrás. Ellas acompañaban, ellos querían pasar a la posteridad”, añade. 

En definitiva, la catedrática de la Universidad de Cantabria concluye que, en lo referente a la historia del parto, “está bien documentado que muchas reinas murieron de parto, pero que se les practicaran estas cesáreas in extremis y estando vivas, no”. “Entiendo que es una mezcla de fantasía y de situaciones plausibles que están documentadas, pero la sensación viendo la escena, aunque no sea una ficción histórica, es que se ha narrado desde una mirada masculina que lo impregna todo de violencia y que elimina cualquier atisbo de agencia femenina”, puntualiza Cabré i Pairet.

De hecho, es al rey a quien consultan la posibilidad de realizar la cesárea y es él quien decide. En ningún momento Aemma consiente, ni tan siquiera es informada de que para intentar salvar la vida del bebé, la única opción es abrir su tripa. “La mirada masculina está ahí precisamente, en esa condescendencia a la hora de recrear, aunque sea desde la fantasía, una situación así. Las reinas tenían poder y autoridad por sí mismas también”, apunta Cabré i Pairet.

Representación de la historia del parto
Representación de un parto. Jost Amman, 1580 | Philadelphia Museum of Art

La cesárea: un procedimiento seguro a partir del siglo XIX

En el siglo XIX fue cuando la cesárea, como procedimiento médico, se comenzó a perfeccionar. Así lo expone este paper publicado por investigadores de la Universidad de Bournemouth (Journal of PAHS, 2021): “Con la introducción del cloroformo, con el desarrollo de técnicas quirúrgicas y con la disponibilidad de transfusiones de sangre a principios del siglo XX, la cesárea se convirtió en un procedimiento relativamente seguro, a lo que ayudó aún más la introducción de antibióticos después de la Segunda Guerra Mundial”. 

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Otro artículo científico publicado en la Australian and New Zealand Journal of Obstetrics and Gynaecology (2007) apunta que las cesáreas documentadas tienen mucho de “misticismo”: “Se cree que el origen del término es porque Julio César nació de esta forma. Sin embargo, esto es poco probable considerando que su madre, Aurelia Cotta, vivió muchos años después. En la antigüedad, se realizaba solo cuando la mujer estaba muerta. Con pocas excepciones, este fue el patrón hasta la era de la anestesia en el siglo XIX”, escribe el médico Donald Todman

Cabré i Pairet insiste en que la cesárea se considera un método médico como tal a partir del siglo XIX “con el desarrollo de técnicas como la anestesia o la asepsia, que permiten mejorar los niveles de supervivencia, tanto de las mujeres como de los bebés, al poder controlar hemorragias e infecciones”. “Pero cuando realmente se generaliza la práctica de la cesárea en la historia del parto es en el siglo XX, y a partir de la segunda mitad de este siglo, aumenta de forma exponencial”, añade.

Decía el paleontólogo José Luis Arsuaga que, dado que todos nacemos, “no hay un tema más universal e interesante” que el de la historia del parto. Pero como apunta Lola Ruiz Berdún, “los hombres han sido quienes han contado la Historia y para ellos el parto no era algo extraordinario ni una gesta”. No sé por qué dan tanto miedo nuestros partos.

Fuentes
  • Episodio 1×01 de La casa del dragón (HBO Max)
  • A history of caesarean section: From ancient world to the modern era (Australian and New Zealand Journal of Obstetrics and Gynaecology, 2007)
  • A brief history and indications for cesarean section (Journal of PAHS, 2021)
  • Montserrat Cabré i Pairet, catedrática de Historia de la Ciencia en la Universidad de Cantabria y doctora en Historia Medieval
  • Lola Ruiz Berdún, historiadora de la ciencia, investigadora en la Universidad de Alcalá y autora del ensayo Historia de las matronas en España (Editorial Guadalmazán)

1 Comentarios

  • Es increible como estas mujeres andan x ahí desparramando la idea de que la violencia es en si una característica intrínseca a lo masculino, una vergüenza viniendo de personas que se presupone tienen una formación seria.