Georgia, Chechenia, Crimea y ahora Ucrania: las guerras de Putin y su duración

guerras empezadas por Putin
El presidente de Rusia, Vladímir Putin. Foto: Aleksey Nikolsky, EFE
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La madrugada del 24 de febrero, Putin inició los ataques contra Ucrania tras varias semanas de negociaciones diplomáticas. El interés del presidente ruso por este país no es nuevo, sino que se remonta hasta tiempos de la desintegración de la URSS. Sin embargo, no es la primera vez que el mandatario ha iniciado una operación militar desde su llegada al poder. Desde que llegó a la presidencia, se pueden destacar tres guerras en las que Putin tuvo un papel clave.

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Pasando por la guerra en Georgia de 2008 hasta la anexión de la península de Crimea –en Ucrania–, en 2014, el presidente de Rusia ha impulsado desde Moscú las principales acciones bélicas del país en este siglo XXI, entre las que se incluye el actual ataque a su país vecino

Durante más de 20 años en el poder, la política exterior del presidente de Rusia ha ido evolucionando de manera paulatina hacia una estrategia geopolítica más expansionista. Como cuentan los expertos a Newtral.es, Putin comenzó con una política exterior con “muy poca iniciativa”, hasta alcanzar una “absolutamente personalista”. Hacemos un repaso de estas acciones bélicas.

La anexión de Crimea en 2014: Putin fue el responsable de iniciar el ataque

“En la anexión de Crimea, es obvio que Putin fue el que decidió iniciar este ataque” contra Ucrania. Así lo afirma en declaraciones a Newtral.es, Simón Suárez, profesor de historia y cultura rusa de la Universidad de Granada. Durante el Euromaidán –una serie de manifestaciones europeístas que se produjeron en Kiev entre finales de 2013 y principios de 2014 y que derrocaron al presidente prorruso Víktor Yanukóvich–, la capital ucraniana vivió un periodo de inestabilidad. 

Como explica Suárez, “en marzo de 2014, aprovechando el desgobierno que había en Kiev, Rusia decidió anexionar Crimea y, en un principio, se produjo una ocupación”. El experto recuerda que los soldados iban sin bandera e incluso los propios rusos negaban que eran sus soldados, “pero con el tiempo se ha demostrado que así fue”. El presidente ruso aprovechó la situación, ya que sabía que Ucrania no iba a tener capacidad de respuesta. 

La situación de 2014 guarda ciertas similitudes con la actual ya que, como equipara el experto en historia rusa, al final se está ocupando un territorio que pertenece a Ucrania. “Se puede discutir el origen de Crimea: si era más prorrusa o proucraniana, pero todo está en la base del conflicto actual”, señala Suárez, que apunta, además, que la acción militar que se está tomando ahora es “lógicamente de mayor envergadura que la de Crimea en su momento”. Esto se debe, entre otros motivos, a que en 2014 “no hubo mucha resistencia debido al desgobierno que se produjo en Kiev tras las protestas europeístas”.

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María José Pérez, profesora de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid, insiste en que Crimea fue una base naval de gran importancia, primero para la URSS y después para Rusia. Es decir, el interés de Putin por Ucrania no es nuevo. 

La guerra en Georgia en 2008 significó un nuevo rumbo en la política exterior de Rusia

Tras ocho años en el poder, Vladímir Putin inició una de las primeras guerras que cambiaron su política exterior: el conflicto en Georgia. En el año 2000, Putin tomó posesión por primera vez como presidente de Rusia. Como explicaron los expertos a Newtral.es, durante sus primeros años como mandatario, siguió una política exterior con poca iniciativa, continuando con una tendencia similar a la de la URSS. Pero esa deriva cambió con la guerra de Georgia. 

Suárez explica que “los años 90 y el principio del siglo XXI, Rusia tuvo que hacer frente a una época muy difícil. El ataque a Georgia significó una nueva puesta en escena de la nueva Rusia, de la Rusia de Putin”. 

El experto señala que el conflicto se desarrolló en un territorio en disputa desde hace tiempo entre ambos países. “El entonces presidente de Georgia, Mijeíl Saakashvili, quiso extender sus redes más allá de su territorio y la respuesta de Rusia fue totalmente desmedida, de hecho, el conflicto duró apenas una semana”, observa Suárez, a lo que añade que “Saakashvili pensaba que tanto la OTAN como la Unión Europea, con los que estaba negociando una posible anexión, iban a defenderlo, pero no fue así”. 

José Ángel López, profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Comillas, explica a Newtral.es que el entonces presidente de Estados Unidos, George Bush, invitó a Georgia a entrar en la OTAN, asegurando que sería admitida. “El que era presidente de Georgia cometió un error estratégico: creerse las promesas de Bush”, asevera López. “La OTAN no respondió, mientras que Rusia sí”, afirma el experto.

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Suárez apunta que la causa de esta guerra fue la lucha territorial, pero recuerda que “en este tipo de conflictos suele haber otro tipo de problemas. El Cáucaso es un territorio con bastante gas y petróleo, por lo que todo esto está también por debajo del conflicto”. Uno de los intereses de Rusia era, por tanto, conquistar territorio para tener más acceso a recursos naturales. 

La segunda guerra de Chechenia: el conflicto interno al que hace frente Putin al llegar al poder

Cuando Putin asumió la presidencia de Rusia en el año 2000, se encontró con un conflicto que ya estaba teniendo lugar dentro del territorio ruso: la segunda guerra de Chechenia. “La llegada de Putin no fue nada fácil, ya que había bastantes problemas internos”, cuenta Suárez. 

Durante la guerra interna, se sucedieron varios ataques terroristas dentro del país que se podían relacionar con este conflicto. Uno de ellos fue el asalto al teatro Dubrovka, en Moscú, en 2002, en el que fallecieron más de 90 personas, según recogió El País

En 2004, Putin puso fin a esta guerra a través de una respuesta militar. Rusia consiguió situar en el poder a personas aliadas y afines a sus intereses. “De hecho, ahora mismo Chechenia es una república dentro del territorio de la Federación rusa, con unos líderes en concordancia con la política de Putin”, explica Suárez.

La duración de los conflictos de Putin: dos de las tres guerras terminaron en menos de un mes

Las anteriores ofensivas dirigidas por el presidente ruso tuvieron duraciones diferentes. Dos de ellas –las que tuvieron lugar en territorios fuera de Rusia: Georgia y Crimea– finalizaron antes de alcanzar un mes, mientras que la segunda guerra de Chechenia se prolongó durante aproximadamente cinco años. Georgia fue la guerra que menos duró: nueve días. 

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El 7 de agosto del 2008 se iniciaron los enfrentamientos entre Georgia y Rusia en Osetia del Sur y continuaron hasta el 15 del mismo mes, como recoge la organización Human Rights Watch (HRW). Al día siguiente, el entonces presidente de Rusia, Dmitry Medvedev, –Putin ocupaba entonces el puesto de primer ministro–, anunció de manera oficial el fin del conflicto, como recogió una publicación del Kremlin que se puede comprobar en caché o con la herramienta Wayback Machine, un servicio que permite comprobar versiones anteriores de otras páginas web.

En relación a Crimea, Vladímir Putin envió a las tropas rusas a la península en marzo de 2014, como recoge el Council on Foreign Relations (CFR), un think tank sobre política exterior y relaciones internacionales. El 18 de ese mismo mes, tras la celebración de un referéndum –declarado inválido por la Asamblea General de la ONU– el dirigente ruso firmó un acuerdo por el que el territorio ucraniano pasaba a ser parte de Rusia. Es decir, Putin anexionó el territorio en menos de un mes.

Por el contrario, la segunda guerra de Chechenia duró aproximadamente cinco años. Esta comenzó en 1999, como indica CFR en este artículo, y terminó en 2004 después de que el candidato a la presidencia propuesto por Moscú, Alú Aljánov, asumiera el cargo de forma interina, como explican Félix Vacas y José Luis Calvo en su estudio El conflicto de Chechenia, publicado por el Ministerio de Defensa. No obstante, no fue hasta 2009 cuando el Kremlin consiguió frenar los ataques terroristas. 

Las consecuencias de las guerras de Putin

Los conflictos bélicos que han tenido lugar desde que Vladímir Putin llegó al poder han tenido distintas consecuencias, tanto a nivel humano como político. El dirigente ruso consiguió establecer gobiernos afines a los intereses de Moscú tanto en las regiones de Abjasia y Osetia del Sur, en Georgia, como en Chechenia. Por su parte, en 2014 se celebró un referéndum en Crimea, también calificado de inválido por Naciones Unidas.

La guerra en Georgia, a pesar de su breve duración, dejó tras de sí miles de víctimas mortales. Sin embargo, la organización Human Rights Watch declaró en su informe que no tenía capacidad para hacer una estimación definitiva del número de víctimas civiles y puso en duda la cifra facilitada por las autoridades rusas: entre 1.400 y 2.000 muertos. La organización cifra en 20.000 las personas que huyeron del país.  

La guerra finalizó con la firma del acuerdo de alto el fuego –conocido popularmente como Plan Sarkozy–, en el que Rusia se comprometió a reconocer la independencia de las regiones de Abjasia y Osetia del Sur, como se lee en el documento de Naciones Unidas. Estas regiones se separaron de Georgia y pasaron a estar bajo la influencia del Kremlin, como recoge CFR. 

Tras la anexión de Crimea, un total de 2.084 personas perdieron la vida en Ucrania a causa del conflicto, según datos de Naciones Unidas. Este conflicto terminó tras la celebración del referéndum, en el que, según el Kremlin, hubo una participación superior al 82%, con un 96% de los votos a favor de “la reunificación con Rusia”. 

En Chechenia, se celebraron elecciones en 2005, las cuales fueron dirigidas desde el Kremlin, según aseveró la investigadora del centro de investigación Brookings y ex directora de asuntos europeos y rusos en el Consejo de Seguridad de Estados Unidos, Fiona Hill, al CFR en una entrevista, en la que también afirma que, a pesar de los numerosos conteos para conocer el número de fallecidos durante la guerra, nadie ha sido capaz de dar una cifra exacta. 

Amnistía Internacional cifró en “al menos” 25.000 víctimas mortales a consecuencia del conflicto desde 1999, como se lee en el informe publicado en 2007. “Muchas de ellas murieron durante los bombardeos aéreos de ciudades y pueblos ocurridos durante los primeros meses del conflicto”, se lee en el documento.

*Esta pieza se ha actualizado para añadir la duración y resolución de los conflictos en los que Putin tuvo un papel clave.