Ventanas rotas, fachadas derruidas, tuberías de calefacción dañadas, centrales térmicas arrasadas. Se acerca el invierno en Ucrania, y millones de ciudadanos viven actualmente en casas “inadecuadas para brindar la protección necesaria contra unas condiciones invernales severas”, según las Naciones Unidas. Desde el 10 de octubre, Rusia ha intensificado los ataques a las infraestructuras energéticas de Ucrania.
El objetivo es, entre otros, “privar a los civiles de calor, electricidad y agua a medida que se acerca el frío invierno”, asegura un comunicado de la organización internacional. Los ataques rusos del pasado 10 de octubre dejaron al menos 1.307 asentamientos sin electricidad. Las regiones más afectadas son Sumy, Lviv y Ternopil, y también Kiev y Khmelnytskyi, según el Servicio Estatal de Emergencia de Ucrania.
Desde el inicio de la invasión el 24 de febrero se han producido, al menos, 85 ataques rusos contra infraestructuras energéticas en todo el país. Sin embargo, más de la mitad de ellos (51) se han llevado a cabo en octubre, según la Oficina del Fiscal General de Ucrania.
El presidente Volodímir Zelenski aseguró que cerca del 40% de la infraestructura energética del país se ha visto afectada. Esto está provocando cortes de electricidad y planes de apagones por todo el país. Hasta septiembre de 2022, al menos diez centrales térmicas han quedado completamente destruidas o seriamente dañadas, de acuerdo con los datos de la Escuela Económica de Kiev. El think tank calcula que alrededor del 50% de la generación térmica ucraniana ha sido destruida o está ubicada en los territorios ocupados.
Los ataques a las infraestructuras energéticas se expanden por todo el país
Más de 222 km de tuberías de calefacción y 322 salas de calderas están parcialmente dañadas o completamente destruidas. Los principales daños se han producido en Járkov, Kiev, Chernihiv, Donetsk y Mykolaiv. Mientras, Zaporiyia, la planta de energía nuclear más grande de Europa, sigue funcionando dentro del sistema energético ucraniano. Sin embargo, se encuentra en territorio controlado por Rusia y bajo constantes amenazas.
“Cientos de miles de ucranianos se encuentran en la oscuridad, sin electricidad. Casas, hospitales, escuelas, infraestructura comunal…”, aseguraba Zelenski en su canal de Telegram. “Los misiles rusos impactan precisamente en aquellos objetos que no tienen absolutamente nada que ver con la infraestructura de las Fuerzas Armadas de nuestro país.”
Las autoridades ucranianas han pedido a las personas que abandonaron el país desde el inicio de la invasión que no regresen al país durante el invierno. "Si es posible, quédense en el extranjero por el momento", pidió a los refugiados la viceprimera ministra Iryna Vereshchuk, en una entrevista transmitida por la televisión nacional ucraniana. Además, acusan a Rusia de provocar una nueva crisis humanitaria. Los nuevos ataques están provocando la huida de más personas, asustadas por la idea de tener que sobrevivir sin electricidad durante la temporada de frío.
La población se enfrenta a temperaturas de -20 grados en algunas regiones de Ucrania
En Ucrania, la temperatura media anual es de 7 a 9 grados centígrados. Durante los meses de invierno –de diciembre a marzo-, la media varía entre los -4ºC y los 2ºC. Regiones como Ivano-Frankivsk, Sumy, Járkov o Lugansk, registran temperaturas medias de hasta -7 grados, tal y como muestran los datos del Banco Mundial.
Se pronostica que en algunas partes del país las temperaturas mínimas alcanzarán los -20 grados en invierno, alertan las Naciones Unidas. En enero de 2006, en Lugansk se registró la temperatura más baja desde que se tienen registros: el termómetro cayó hasta los -30,9 grados.
Viendo la llegada de los meses más fríos del año y con las infraestructuras dañadas, la organización internacional pide medidas para evitar el que podría ser “el peor invierno desde la independencia de Ucrania”.
En Kiev, la capital, se están anticipando ante el posible desastre. El alcalde de la ciudad, Vitali Klitschko, ha asegurado por Telegram que se están preparando cerca de 1.000 puntos de calefacción con generadores por si el sistema de calefacción urbana queda desactivado a causa de los ataques rusos. “Podrán calentarse, tomar té, recargar sus teléfonos y obtener la ayuda necesaria”, especifica el alcalde en el mensaje.
La guerra de Ucrania deja las ciudades a oscuras ante la llegada del invierno
La central térmica destruida de Kremenchuk (en la región de Poltava) cubría alrededor del 70% de las necesidades de la ciudad. Ahí residen cerca de 180.000 habitantes, que pueden quedarse sin calefacción y agua caliente en los próximos meses invernales. “No podremos restaurar este año la refinería [...], y consultaremos sobre la central termoeléctrica”, aseguraba en Ukinform el jefe de la Administración Regional Militar de Poltava, Dmytro Lunin.
Otro ejemplo es Kiev, donde los ataques rusos de la semana pasada contra la infraestructura dejaron al 80% de sus tres millones de habitantes sin agua. Además, unos 350.000 hogares se quedaron sin electricidad. El gobernador regional aseguró el 1 de noviembre que 20.000 hogares todavía seguían sin energía eléctrica.
Para asegurar las reservas energéticas, las autoridades ucranianas instan a las personas de todo el país a minimizar el uso de electricidad. Se pide a la ciudadanía que reduzca el consumo entre las 7 de la mañana y las 11 de la noche todos los días. El uso de las luces de las calles también ha empezado a limitarse en toda Ucrania, informa el comunicado de las Naciones Unidas.
En total, el daño total causado a las infraestructuras ucranianas desde el inicio de la guerra asciende a 127 mil millones de dólares, según el informe de septiembre de la Escuela Económica de Kiev. “La evaluación del daño de la energía se encuentra en una "etapa inicial" debido a la falta de datos precisos sobre objetos que son de propiedad privada, acceso a objetos que están en la zona de combate y en los territorios temporalmente ocupados de Ucrania”, aseguran desde el instituto.
Durante 8 largos anos y aun rn la actualidad lleueven los misiles ucranianos sobre la poblacion civil del Donbass, que lastima no haber escuchado ningun reclamo de la ONU, ni de la Oficina del Discal Gral de Uckraina, ni de nadie de la OTAN, 8 inviernos en sotanos, sin luz electrica, exactamante como prometio Poroshenko que estarian los separatistas, bueno se volvieron las tornas, le toca ahora sufrir...