Qué es la gordofobia y por qué más peso no implica siempre peor salud

La gordofobia afecta a la salud mental de quienes la sufren
La gordofobia afecta a la salud mental de quienes la sufren | Shutterstock
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“Defender y hacer apología de enfermedades como la obesidad me parece peligroso”, escribía en su Instagram la presentadora Adriana Abenia a cuenta de un anuncio de bikinis de la marca Roxy. En la imagen publicitaria aparecían un grupo de mujeres de diferentes tallas, entre ellas Malia Kale Opaa, una surfista profesional de talla grande, a la que Abenia señalaba directamente alegando que a pesar de su enfermedad, servir “como ejemplo estético a otras mujeres puede dar lugar a equívocos”. Sin embargo, como explica a Newtral.es Diana Díaz-Rizzolo, dietista-nutricionista, investigadora biomédica y profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), “no se puede diagnosticar obesidad o sobrepeso a simple vista”. Te explicamos qué es la gordofobia y cómo afecta a la salud mental de las personas que la sufren.

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Qué es la gordofobia

Juan Ramón Barrada, profesor del Departamento de Psicología de la Universidad de Zaragoza (UNIZAR) que ha investigado sobre alimentación e imagen corporal, señala en conversación con Newtral.es que el concepto “gordofobia es un campo de investigación que, habitualmente, se llama discriminación por peso o sesgo por peso”. “Consiste en asociar sobrepeso y obesidad con una imagen negativa, entendiendo que son personas perezosas, responsables de su propio peso, fracasadas…”, añade. 

Barrada apunta que la gordofobia afecta en la medida en que una persona se aleja de lo que se considera normotípico: “La discriminación se puede ver a muchos niveles. Desde comentarios despectivos sobre tu peso o el prejuicio de que eres más perezoso o responsable de lo que te pasa, pero también tener problemas para encontrar ropa, sentir miradas ajenas o no verte reflejada en ningún anuncio”.

El psicólogo investigador también apunta a la gordofobia desde el ámbito médico, algo que tendría una implicación directa en la salud física de las personas: “Muchos profesionales sanitarios tienen el comodín de la obesidad y si vas con alguna dolencia, en seguida lo achacan a la obesidad o al sobrepeso cuando, en realidad, puede que tengas otro problema. Esto es problemático porque se dejan de hacer pruebas médicas que podrían ser necesarias”. 

Barrada, además, explica que a menudo la gordofobia se esconde tras una pretendida preocupación por la salud: “Se disfraza de algo legítimo para no decir ‘tu cuerpo me desagrada’. Pero, realmente, desconoces los hábitos de esa persona, no sabes cuál es su estado real de salud. De hecho, a nadie parece preocuparle que una persona delgada controle absolutamente todo lo que come, a pesar de que podría ser un predictor de un trastorno de la conducta alimentaria”.

La relación entre sobrepeso, obesidad y salud

Actualmente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga la obesidad como una enfermedad, así como como uno de los principales factores de riesgo de otras patologías como la cardiopatía coronaria, la hipertensión y el accidente cerebrovascular, determinados tipos de cáncer o la diabetes de tipo 2.

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Sin embargo, apunta Juan Ramón Barrada, si bien “algunas organizaciones tienen etiquetada la obesidad como enfermedad, la decisión relativamente reciente en el campo de salud, y otros investigadores discrepan respecto a la idea de entenderla como una enfermedad, entendiendo que hay una sobredimensión”.

En esta línea se pronuncia la nutricionista Diana Díaz-Rizzolo al señalar que “en la práctica clínica habitual se mide con el Índice de Masa Corporal (IMC), que en realidad es poco sensible, ya que se sobreestiman muchos casos que no son obesidad al no tener en cuenta otras variables como la alimentación o la actividad física que hacen esas personas”. “En realidad, no está claro cómo clasificar la obesidad”, puntualiza Díaz-Rizzolo.

“Sabemos que la obesidad es el principal factor de riesgo de la diabetes pero, cuando incluimos la variable de la calidad de la dieta, el hecho de tener exceso de peso ya no importa tanto como el hecho de comer bien”, expone esta nutricionista.

Para ella, en lugar de incidir en el aspecto físico de las personas, lo que supondría gordofobia, habría que replantearse las dinámicas que impiden tener hábitos menos saludables, es decir, los condicionantes socioeconómicos: “Uno de los mayores determinantes de la obesidad es el nivel adquisitivo, pero, además, sabemos que hay más de 100 variables que juegan un papel importante. ¿Por qué no pensamos en que las ciudades no están preparadas para llegar a los sitios a pie, en que pasamos demasiado tiempo trabajando o en que no hay tiempo para hacer deporte o para cocinar?”.

¿Cómo afecta la gordofobia a la salud?

“Cuando vemos a alguien con infrapeso, aunque pueda tener probabilidad de tener ciertos déficits, nadie piensa en los problemas de salud asociados. Pero cuando ves a alguien que no está en el normopeso, mágicamente todo el mundo se preocupa por su salud”, explica en conversación con Newtral.es la nutricionista Virginia Gómez.

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Por ello, apunta Gómez, “puedes ser una persona con más porcentaje de grasa pero con una buena relación con la comida, que hagas deporte y seas activa, y con una salud mental excelente”. 

Así, la gordofobia tiene un efecto en la salud de quienes padecen estos prejuicios: “Esa hipervigilancia sobre la salud de las personas grandes puede provocar una relación insana con la comida, con el ejercicio, con su propio cuerpo. Eso conlleva también desarrollar patologías que afectan tanto a nivel físico como a nivel mental”, añade Virginia Gómez. 

En ese sentido, el psicólogo Juan Ramón Barrada apunta que “la idea de que el peso es controlable es muy discutible”: “La evidencia nos muestra que los intentos por controlar el peso pasan por dietas de restricción hipocalórica, dietas que, muy habitualmente, se asocian con efectos rebote y posteriores incrementos de peso”. 

Por otro lado, cuestiona que el cuerpo sea en sí mismo un marcador de salud: “Una persona puede estar en el normopeso pero no hacer ejercicio, fumar e ingerir alimentos de poca calidad. Su imagen corporal nos dice poco de su estado de salud, en realidad”.

Fuentes consultadas

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  • Organización Mundial de la Salud
  • Juan Ramón Barrada, profesor del Departamento de Psicología de la Universidad de Zaragoza (UNIZAR)
  • Diana Díaz-Rizzolo, dietista-nutricionista, investigadora biomédica y profesora de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)
  • Virginia Gómez, nutricionista