Boris Johnson dimite como líder del Partido Conservador, pero se mantiene como primer ministro hasta el nombramiento de un sustituto

El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha dimitido este jueves como líder del Partido Conservador después de que en los últimos dos días más de 50 miembros de su gabinete hayan renunciado a su cargo, según adelantan medios británicos. «El proceso para elegir un nuevo líder debe empezar ahora», ha señalado el primer ministro, que se mantendrá en el cargo hasta que se nombre a su sustituto, una fecha que previsiblemente se alargará hasta el próximo otoño.

La razón por la que me he resistido a abandonar el cargo es porque mi trabajo, mi deber y mi obligación hacia vosotros es continuar haciendo lo que prometimos en 2019″, ha aseverado el ya exlíder conservador, quien ha manifestado estar «inmensamente orgulloso de los logros de este Gobierno». «Estoy muy triste de dejar el mejor trabajo en el mundo», ha lamentado Johnson.

El premier británico logró salir victorioso tanto del partygate como de la moción de censura interna presentada por su partido en su contra el pasado junio. Sin embargo, su Gobierno no ha soportado el escándalo sexual destapado esta semana en torno al diputado Chris Pincher, sobre el que pesan varias acusaciones de abuso sexual a otros hombres que habrían estado en conocimiento de Johnson cuando éste lo nombró responsable de disciplina del Partido Conservador.

Aunque renuncia a su cargo como líder conservador, Johnson se mantendrá como primer ministro al menos hasta el próximo otoño, cuando se anuncie su sustituto o sustituta, como ha adelantado la BBC.

Dimisión en cascada en el Gobierno de Boris Johnson, que se niega a dimitir

A Johnson le han dimitido ya cuatro ministros en 24 horas: el ministro del Tesoro, Rishi Sunak; la ministra de Medio Ambiente, Jo Churchill; el responsable de Sanidad, Sajid Javid; y el de Irlanda del Norte, Brandon Lewis. Además, según adelantó la BBC, un comité de ministros se reunió con Johnson a última hora del miércoles para pedirle que renuncie a su cargo.

En sus cartas de renuncia, el primero considera que el primer ministro «no cumple los estándares de conducta y competencia requeridos». El segundo defiende que no puede «seguir sirviendo en este Gobierno». «Soy una persona de equipo por instinto, pero los ciudadanos británicos esperan acertadamente que haya integridad en el Gobierno«, manifiesta. Churchill, la última en renunciar, ha resaltado que “los eventos recientes han demostrado que la integridad, la competencia y el juicio son esenciales para el papel del Primer Ministro, mientras que un enfoque jocoso y egoísta tiene sus limitaciones”.

Estas renuncias han propiciado una cascada de deserciones en el segundo nivel del Ejecutivo. En total se estima que han presentado su dimisión más de 50 altos cargos del Gobierno de Boris Johnson, entre ellos numerosos secretarios de Estado.

Así, entre el martes y el miércoles también han presentado su renuncia Bim Afoli, vicepresidente del Partido Conservador; los secretarios privados de los ministros de Sanidad, Irlanda del Norte, Gales y Transportes; los enviados comerciales a Kenia y Marruecos; el fiscal general; el secretario de Estado de la Infancia; y la ayudante parlamentaria en el ministerio de Transporte.

¿Quién es Chris Pincher?

Pese que el descontento dentro de los tories hacia su primer ministro lleva meses cocinándose debido a la imposibilidad del Gobierno de Boris Johnson de cerrar los flecos todavía abiertos del Brexit y crisis institucionales como el Partygate, la gota que ha colmado el vaso y podría costarle la dimisión al premier ha sido el escándalo sexual del responsable de disciplina de la formación conservadora, Chris Pincher.

La semana pasada, Pincher fue suspendido como diputado conservador después de que el organismo de control de comportamiento del Parlamento británico fuera alertado de que el torie había “manoseado” supuestamente a dos hombres en el club privado de los parlamentarios conservadores. No era la primera vez que alguien denunciaba comportamientos inadecuados de Pincher. De hecho, en 2017 llegó a renunciar a su cargo tras ser acusado de haber realizado comentarios inapropiados al deportista olímpico y activista conservador Alex Story, aunque acabó siendo absuelto.

Boris Johnson negó conocer los hechos, pero le acusan de mentir

El primer ministro llevaba semanas negando conocer el comportamiento de Pincher cuando lo propuso para ocupar el puesto el pasado febrero. Pero el martes, el exdiplomático Simon McDonald publicó una carta en la que señalaba que Johnson fue “informado en persona” de que varios miembros del Partido Conservador habían denunciado el comportamiento de Pincher ya en 2019.

Con todo, no es el primer escándalo sexual al que Downing Street se ha enfrentado en los últimos meses. El pasado mayo, un parlamentario conservador anónimo fue arrestado bajo sospecha de violación y otros delitos sexuales. En abril, el diputado torie Neil Parish renunció a su escaño después de admitir que consumió pornografía en la Cámara de los Comunes, su compañero Imran Ahmad Khan fue declarado culpable de agredir sexualmente a un niño de 15 años después de darle alcohol en una fiesta en 2008, y el también diputado conservador David Warburton fue suspendido de su cargo  tras una serie de acusaciones relacionadas con el acoso sexual y el consumo de cocaína.

La popularidad por los suelos y el desastre de las elecciones locales

La popularidad de Johnson ha ido cayendo en picado desde junio del año pasado. Alrededor del 60% de los británicos desaprueban a su primer ministro, según el recopilatorio de encuestas de Politico.

Ese rechazo al premier se ha dejado notar en las últimas elecciones locales del pasado mayo, donde el Partido Conservador fue incapaz de imponerse y perdió más de 300 representantes. En las elecciones locales de junio en Wakefield y Tiverton and Honiton (adelantas, precisamente, por sendos escándalos sexuales entre las filas conservadoras), los tories también perdieron ambas regiones.

El Partido Conservador celebrará en octubre la convención de la formación, donde se espera que los rivales del primer ministro den un paso al frente para presentarse como sus sucesores.