Gerardo Ceballos: “La sexta extinción acelerada está en marcha, hemos mutilado el árbol de la vida”

Gerardo Ceballos, investigador de la sexta extinción masiva | G.C., M.V.
Gerardo Ceballos, investigador de la sexta extinción masiva | G.C., M.V.
Tiempo de lectura: 11 min

El doctor no era doctor aún cuando se plantó ante la directora general de Vida Silvestre. El licenciado Gerardo Ceballos (Toluca, México, 1958) se confesó triste ante la política. Había descubierto hasta 600 especies en peligro de extinción en su país. Apenas una docena estaban censadas y supuestamente protegidas. Aquel encuentro terminó en una puntera Ley de Especies en Peligro. Hoy, Ceballos, fundador y jefe del Laboratorio de Ecología y Conservación de Fauna Silvestre de la UNAM, lanza una advertencia a toda la clase política del mundo. La sexta extinción va más rápido de lo pensado. Y se nos llevará por delante si no actuamos hoy.

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“Lo que se extinguió en 500 años debería haber ocurrido, de manera normal, en 18.000 años“, sentencia por videollamada con Newtral.es desde México. Ceballos acaba de publicar en PNAS junto a Paul Ehrlich (Universidad de Stanford, EE.UU.) el mayor estudio sobre la extinción no sólo de especies, sino de géneros y familias completas de vertebrados.

Un ejemplo: Al iniciarse el siglo XX había unos 10 millones de ejemplares de elefantes. Hoy quedan menos de 500.000 y su distribución por el planeta ha encogido. Pero el estudio va más allá. En el ejemplo de los elefantes, quedan en la Tierra dos géneros: los africanos y los asiáticos. Imaginemos que cortamos una de las ramas, la africana (que está en peligro de extinción). Desaparecerían todas las especies que penden de esa rama. Y no hay ingeniería genética que pueda revertir esta desmesura, como contamos en este capítulo de Tampoco es el fin del mundo.

La conclusión es algo sobrecogedora: Los humanos apenas componemos el 0,01% de la masa viva del planeta. Pero hemos colonizado masivamente el espacio para otros animales desatando la sexta extinción masiva. No únicamente de especies concretas, sino de linajes enteros, como el de los delfines de Yangtsé, por ejemplo.

En los últimos cinco siglos han desaparecido 73 ramas completas del árbol de la evolución.

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“La sexta gran extinción está en marcha, es completamente inapelable. Quien no está de acuerdo básicamente es por una cuestión filosófica o política”. Este estudio apuntala los datos de otros anteriores, también descubiertos por el equipo de Ceballos. La extinción de las especies (y géneros) se ha acelerado un 35% desde que los humanos estamos en el planeta. A diferencia de las cinco anteriores extinciones masivas, esta está provocada por el sobrecrecimiento de una única especie, el Homo sapiens. La única que puede pararlo. Y, según Ceballos, ha nacido la última generación que puede evitar el colapso.

  • PREGUNTA: ¿Hay negacionismo extincionista?
  • RESPUESTA: Hay un par de de gentes, por ahí, que han sido pagadas por las corporaciones para que digan que no estamos ante una sexta extinción, igual que en el tema de el cambio climático, que no es causado por el ser humano. Ojalá que nos hubiéramos equivocado en los cálculos y ojalá que hubiera una posibilidad de que esto no fuera cierto. El tema es que estamos perdiendo no sólo especies, sino familias a unas tasas que no se han visto en los últimos 65 millones de años y que si esto sigue, estamos ante una posibilidad importante de causar un colapso de la civilización.

  • P: Respecto a esa pérdida de ‘familias’ enteras de del reino animal, ¿es a lo que se refieren cuando hablan de que se ha mutilado el árbol de la vida?

  • R: El árbol de la vida fue como llamó Darwin a la diversidad biológica donde estamos integrados todos los organismos. Lo interesante del concepto de Darwin es que hay ramas gordas, ramas pequeñas y tiene hojitas. Los estudios anteriores decían que estamos perdiendo ‘las hojas’ (especies). En este nuevo estudio lo que estamos diciendo es que estamos mutilando el árbol de la vida porque estamos cortándole ramas completas y ramas de diferentes tamaños, es decir, géneros y familias completas de animales vertebrados. Es grave, porque cuando acabas con una familia entera destruyes el bagaje evolutivo que tenía durante millones de años. Hay familias con una sola especie. Pero otras tienen muchas. Y se pierden todas. Nuestra sorpresa fue que las tasas de extinción de géneros y familias son muy altas, parecidas a las tasas de extinción en especies.

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  • P: ¿Hasta qué punto pesa la existencia y la acción humana en la tasa o ritmo acelerado de la sexta extinción de vertebrados que ustedes señalan? ¿Se librarían sin nosotros?

  • R: La evolución funciona como un balance entre extinción de especies y generación de especies. En términos normales, hay mayor generación de especies que pérdida. En los últimos 600 millones de años, cada cada millón de años ha habido más especies. Pero en tiempos de crisis habido extinciones masivas. Con una pérdida del 70% de todas las plantas y animales en un lapso de varios cientos de miles o millones de años. Eso es muy rápido en tiempos geológicos. Es difícil comparar extinciones, pero entendemos que han sido catastróficas porque han sido ocasionadas por el impacto de un meteorito o de alguna cuestión natural (vulcanismo, carbón ardiendo, etc.).

    Esperaríamos que si las tasas de extinción actuales fueran similares a las que ocurrieron en los últimos millones de años, perderíamos un género cada 250 años. Esperaríamos la pérdida de dos géneros en 500 años, pero perdimos 73 géneros. Y hay más: Y si ves nada más los últimos dos siglos, lo que se extinguió equivale a lo esperable en 15.000 años. Esa es la magnitud acelerada de la extinción en que estamos. No sé si queda claro.
  • P: A ese ritmo, ¿llegaríamos pronto a las cifras de la gran extinción masica, la ‘gran mortalidad’ del Pérmico-Triásico? ¿Vamos hacia la peor extinción conocida en la Tierra?

  • R: Sí, si sigue esto así, en los próximos 200 años. El problema es que con semejantes tasas y una pérdida de biodiversidad similar, no es posible que haya vida humana en el planeta. Pensemos en una pared hecha de ladrillos. Si tú quitas un ladrillo empieza a funcionar peor, más ruido, más polvo, más aire, humedad, etc. Si quitas dos ladrillos, peor, pero no colapsa. Estamos quitando tantos ladrillos que llegará un momento en que todo colapse. Las plantas y los animales silvestres nos dan a los seres humanos servicios ambientales. Dependemos de ellos para la fertilización de los suelos, la polinización y, por tanto, el alimento, etc. Ya está ocurriendo. 2,5 millones de personas no tienen acceso a agua limpia. Hay más de 1.000 millones no comen lo suficiente. Todos los días, la mitad de la población vive en la pobreza o en o en el límite de la pobreza. Hubo 20 millones de refugiados ambientales en los últimos dos años…

El doctor Ceballos casi pasa de puntillas sobre un dato que suena escalofriante: ¿la humanidad se enfrenta a su extinción en los próximos dos siglos? No sería el primero, ni el más extremo. El paleontólogo, biólogo evolutivo y editor de la revista Nature Henry Gee adelanta la fecha a 2100. “Las señales ya están ahí para quien quiera verlas”, decía en Scientific American.

Dicho esto, este tipo de calendarios del apocalipsis no dejan de ser proyecciones para resaltar la aceleración a la que se ha sometido la sexta extinción de las especies. Ese grado de destrucción, que va de la mano de la emergencia climática, extiende sus consecuencias a poblaciones humanas enteras. Pero se traduce, dentro de nuestra especie, en desigualdad. “Ya hay migrantes climáticos”, recuerda Ceballos. Es decir, el Homo sapiens ya ha tenido que abandonar ciertos nichos ecológicos. Otra cosa es el colapso total. Ahí hay bastante debate.

Ya antes, la humanidad estuvo al borde de la extinción. La humanidad estuvo al borde de la extinción con solo 1.280 individuos vivos. Un equipo de China, Italia y EE.UU. ha esclarecido unos datos hasta ahora inexplicables en el registro fósil de África y Eurasia. Sus conclusiones apuntan a que los primeros antepasados humanos atravesaron un prolongado y grave cuello de botella en el que aproximadamente 1.280 individuos reproductores fueron capaces de mantener una población durante unos 117.000 años.

  • P: ¿En 200 años, la humanidad extinguida si esa proyección fuera lineal? Es paradójico, porque somos cada vez más personas en el planeta.

  • R: El problema fundamental del planeta es que somos demasiados seres humanos. Ya somos 8.000 millones. Cada diez años se aumenta la población alrededor de 900 millones. Una locura, porque implica que hay mucho consumo. Y eso con desigualdad e ineficiencia. Y eso se refleja en la naturaleza: La pérdida de los ambientes naturales, los selvas, los bosques, el fondo del mar, los casquetes polares… Después, en la sobreexplotación de especies, las pesquerías comerciales del planeta están al límite ya ahorita. Cada vez se requiere más área para cultivo o para ganado. Y, en tercer lugar, el tráfico ilegal de especies. Esto no queda en el daño en los ecosistemas (o la extinción). Tiene consecuencias en la salud. También humana. Hemos experimentado más de 40 epidemias graves, la de covid se nos fue de las manos, pero ahí están las fiebres de Marburgo, Lassa, ébola, etc.

    Pero al final hay dos cosas que a mí me dejan relativamente tranquilo: una es que no se va a acabar la vida en la Tierra, salvo holocausto nuclear. Si algo hemos aprendido de las extinciones anteriores es que la vida va a resurgir. Si va a volver a alcanzar los niveles de diversidad actuales es diferente. Lo segundo es que conocemos las cuatro causas fundamentales [de esta sexta extinción] y podemos tratar de pararlas. Empezando por disminuir el consumo.

    Yo creo que hablar de la extinción del ser humano se vuelve irrelevante en este contexto. Aquí tendríamos que hablar de que todavía hay tiempo de hacer las cosas uno, pero tenemos que actuar con mucha urgencia.

  • P: ¿Somos los humanos el ‘meteorito’ y los que lo frenarán?

  • R: Siempre hemos visto que la buena noticia es que todavía hay tiempo, pero el tiempo es un poquito. Lo que ocurra en los siguientes 15 o 20 años va a definir lo que sobreviva en el planeta o qué tan rápido o no puede ser un colapso de la civilización, tal y como la conocemos.

  • P: ¿Qué taxones están mostrándose más vulnerables y cuáles más resilientes?

  • R: Hace unos años pensábamos que las especies más grandes estaban más amenazadas. O las que tenían distribuciones más pequeñas. Sin embargo, hemos visto en los últimos años que esas características empiezan a desaparecer. Es decir, nuestras actividades están afectando animales grandes y pequeños. No obstante, se nos puede decir que las especies más adaptables tienen que ver, por ejemplo, con las ratas, con animales invasores, con cucarachas…

  • P: Menciona usted a las cucarachas, su estudio se centra en vertebrado, pero ¿cómo valora la sexta extinción para los insectos?

  • R: Apocalipsis de los insectos. Varios investigadores han demostrado que la extinción masiva está ocurriendo en invertebrados de manera dramática. Insectos, invertebrados marinos e, incluso, microbios. La variedad de bacterias de la microbiota de nuestro intestino está desaparenciendo, con consecuencias en nuestra salud.


  • P: ¿Hay lecciones que podamos emplear de las extinciones anteriores, en un contexto de emergencia climática?

  • R: La pérdida de las especies, se retroalimenta con el cambio climático. Que perdamos tantas especies y, ahora, tantos géneros, lo que implica aparte de las cuestiones éticas, filosóficas o religiosas es que el planeta pierde capacidad de mantener vida en general y de mantener vida humana en particular. La pérdida de estas condiciones de vida que hemos tenido en los últimos miles de años y que han permitido que seamos lo que seamos. Somos lo que somos gracias a que estuvimos acompañados en nuestra evolución por todas las plantas y animales silvestres que están desapareciendo y paradójicamente el salvarlas es una manera muy eficiente de garantizar nuestro bienestar.

5 Comentarios

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  • Es cosa de tiempo. Los humanos son depredadores por naturaleza, han arrasado y seguirán destruyendo hasta la extinción de la especie humana. Al cabo del tiempo el planeta se regenerará esperando no vuelvan a surgir los humanos o "homo sapiens". Sin embargo, se seguirá tratando de hacer algo que a la fecha no se concreta. La desaparición de las especies y los hábitats es la extinción humana.

  • El factor que más está incidiendo en la desaparición de especies es la continua invasión del hábitat natural de animales y plantas para implantar cultivos. Se fragmentan las poblaciones y se dificultan mucho los canales de migración

  • Porq no se denuncia el peor factor q esta generando la extinción de insectos?la geoingenieria es el principal motivo y estos científicos ni palabra.

  • Ojalá se extinga el humano,yo soy animal

  • Ojalá y fuese verdad "la extinción de la sexta"