Lo que reserva el Estado para asegurar grandes obras de arte

Museo Thyssen | Shutterstock
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Asegurar una pintura del artista Lucian Freud para su exposición en el Thyssen puede llegar a suponer para el Estado más de 31 millones de euros. La protección de esta obra de arte, al igual que a todas las que se les otorga la garantía del Estado, es asumida mediante un sistema de seguro público que cubre los posibles daños que puedan sufrir durante su exhibición temporal.

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Junto a la obra Retrato del barón H.H. Thyssen-Bornemisza de Freud, el 16 de julio se ha concedido la garantía del Estado a un total de 26 obras de arte que recoge el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Un total de 23 se han asegurado para su exhibición en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid en la exposición temporal Non Finito. El arte de lo inacabado. El valor económico de estas obras cubiertas por la garantía del Estado asciende a 1,3 millones de euros. Entre ellas, se encuentran algunas como la escultura Lo profundo es el aire, de Eduardo Chillida; la obra gráfica Rotoreliefs, de Marcel Duchamp; o Gran Bailarina, de Pablo Gargallo.

No obstante, el seguro de las tres obras procedentes de particulares y cedidas al Museo Nacional Thyssen-Bornemisza para ser exhibidas en su colección permanente supera, en total, los 68 millones de euros. En la siguiente tabla se muestra el coste de la cobertura de cada una de ellas.

Un seguro “clavo a clavo”

La garantía del Estado protege a las obras de arte que cubre frente a los posibles incidentes que puedan sufrir desde que se presta la obra hasta que se devuelve a su titular. Esta modalidad de seguro denominada “clavo a clavo” cubre tanto el transporte de la obra como su estancia en el museo, y está protegida ante una posible sustracción, pérdida o cualquier otro daño.

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La cuantía de las indemnizaciones se determina en función del daño ocasionado, tal y como se recoge en el real decreto 1680/1991. Así, en caso de pérdida, sustracción o destrucción de la obra, el Ministerio de Cultura y Deporte tendrá que abonar al prestador una cantidad igual al valor de la obra declarado en la solicitud y reconocido en la orden de otorgamiento de garantía del Estado que se publica en el BOE. 

Por ejemplo, en el caso de que la escultura San Sebastián de Bernini sufriera alguno de estos daños durante su estancia en el Thyssen, al tener la garantía del Estado el Ministerio de Cultura tendría que pagar al prestador, en este caso una colección particular, los 20,7 millones de euros que vale la obra de arte.

En caso de que las obras sufrieran algún otro daño, la indemnización cubriría el coste de la restauración de la obra acordado entre el prestador y el Ministerio sin que esta cuantía llegue a exceder su valor. Si no llegasen a ningún acuerdo, sería un perito quien determinara esa cantidad. Además, se debería abonar una cantidad igual a la depreciación de su valor de mercado después de la restauración.

Fuentes