Más allá de Filomena: tres ingredientes de una nevada histórica

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La nevada histórica vivida en enero de 2021 en el centro peninsular ha quedado grabada con el nombre de Filomena. Pero la borrasca que lleva ese nombre es sólo uno de los ingredientes del temporal con que el que se estrenó el año.

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En una gran nevada como esta se juntan por un lado: una gran borrasca. Filomena llegó desde el suroeste. Bien cargada de aguas más cálidas del Atlántico, todo gracias a un segundo factor: una vaguada que se ha abierto paso desde el océano.

«Una vaguada se refiere al ascenso de masas de aire cálido y húmedo a lo largo de una zona alargada de bajas presiones atmosféricas», explica desde eltiempo.es la doctora en física y meteoróloga Mar Gómez. Esta vaguada se ubica entre dos áreas de mayor presión.

El tercer elemento es el obvio: el frío. No tiene por qué hacer muchísimo para que nieve. «La invasión de aire polar desde principios de mes hizo descender los termómetros y se ha mantenido con nosotros durante estos días».

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El pasado jueves se registró un récord en la Vega de Liordes, en Picos de Europa (León), con -38,5ºC. -34.1ºC alcanzaron en Clot del Tuc de la Llanca, en el Pirineo de Lleida. Un anticiclón hacia Groenlandia favoreció la bajada de latitud de los aires fríos del ártico.

Bus de la EMT atrapado por la nieve en Chamberí | Efe

De hecho, se han invirtieron los clásicos papeles: allí han tenido tiempo más estable y relativamente más suave. Es el caso de Siberia, en Rusia, con temperaturas 20ºC por encima de lo normal para estas fechas.

Por el momento, es difícil atribuir o no este fenómeno concreto a la emergencia climática, si bien es cierto que los modelos proyectan más fenómenos extremos hacia nuestras latitudes, especialmente en lo que a temporales destructivos, olas de calor y sequías se refiere.

El hecho de que apenas se estén superando los cero grados centígrados en buena parte de la meseta ayuda a que la nieve cuaje y se mantenga, permitiendo estas acumulaciones históricas, que dan paso, después, al hielo.

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Récord en Madrid

«Es una situación excepcional y bastante insólita en las últimas décadas», señala la meteoróloga. Es verdad que hay regiones de nuestro país que en los últimos años han recibido nevadas importantes «la situación en el centro peninsular de este calibre no se recordaba en años».

En nuestra memoría, la de 2009, que obligó a cerrar el aeropuerto de Barajas. Se acumuló más nieve, en ciertos puntos, que los 6 cm de media registrados en Madrid ciudad. Hasta 14 cm en la parte más oriental de la provincia y unos 20 cm en la Sierra. «En Madrid podemos haber superado la nevada de 1971″, señalan desde eltiempo.es.

Todo apunta a un récord de acumulación de nieve en décadas.

Según apuntan desde la Aemet, las precipitaciones en forma de nieve fueron de 33 litros por metro cuadrado en las 24 horas previas a las 07:00 horas del sábado.

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La Agencia cuenta con un buscador de efemérides con datos de fenómenos meteorológicos extremos. La mayor nevada en la ciudad de Madrid de la que se tienen registros meteorológicos fue la que cayó entre el 27 y el 30 de noviembre de 1904, y que acumuló más de un metro de espesor en las calles.

En 1971, la otra nevada histórica comenzó a caer sobre la ciudad la tarde del 7 de marzo y continuó hasta la madrugada del día 9, dejando un manto de 20 cm de espesor, y de hasta 30 cm en algunos barrios del noreste de la ciudad, cantidades que se han superado ampliamente en esta ocasión.

Entre las grandes nevadas en la capital destacan también la que cubrió las calles el 7 de febrero de 1907, que en algunos puntos alcanzó los 50 cm de espesor, y la registrada entre el 26 y el 27 de enero de 1952, que dejó un manto de 30 cm, según los registros históricos, recogidos por Efe.

1 Comentarios

  • Excelente y didáctica la explicación. Gracias.