Los macrofestivales se han convertido en una de las principales formas de consumir música en directo y en una nueva forma de turismo. En 2023, se registraron más de 28 millones de espectadores en macrofestivales y conciertos, de acuerdo con la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE). Las ciudades no quieren dejar escapar la oportunidad de tener estos eventos que atraen a cientos de personas, por lo que fomentan que se asienten en su territorio otorgándoles grandes ayudas públicas y subvenciones.
- Este año, los 10 festivales con mayor número de asistentes han obtenido, al menos, 8.501.355 euros públicos, sin contar los contratos menores, de acuerdo con los contratos localizados por Newtral.es.
Los grandes festivales. De acuerdo con la información publicada en el anuario de la Asociación de Productores Españoles (página 37), los 10 festivales de mayor tamaño suman más de 1,7 millones de asistentes.
- Son el Arenal Sound (Burriana, Castellón), Primavera Sound (Barcelona), Viña Rock (Villarobledo, Albacete), Mad Cool (Madrid), FIB (Benicassim, Castellón), Sónar (Barcelona), O Son Do Camiño (Santiago de Compostela), BBK Live (Bilbao), Granca Live Festival (Las Palmas de Gran Canaria) y Low Festival (Benidorm).
- Algunos de ellos, como el Sónar o el Viña Rock, tienen relación con el fondo KKR, vinculado con Israel.
Dinero público. El festival que más dinero recibe entre los 10 analizados es O Son Do Camiño, que poseía un contrato de patrocinio con la Xunta de Galicia de 3 millones de euros con IVA incluido. Este contrato no es una excepción: en los últimos cinco años el festival gallego ha recibido 11,5 millones de euros en contratos de este tipo por parte de la Agencia de Turismo de Galicia.
- En el lado contrario se sitúa el Viña Rock, sobre el cual no se ha encontrado ninguna subvención ni contrato público este año. Se trata de un festival registrado por el Ayuntamiento de Villarrobledo, que ofertó en 2022 la explotación de la marca y los terrenos municipales durante un periodo de 15 años, como han confirmado fuentes municipales a este medio.
- La licitación se adjudicó a Reacción Rock Villarrobledo S.L. por un importe de 182.710 euros. Se trata de una sociedad que comparte domicilio fiscal y cargos directivos con Conciertos The Music Republic AIE. Asimismo, en la página de The Music Republic se publicita el festival como uno de los de la promotora.
Control público de las ayudas. Algunos de estos contratos se dan sin concurrencia pública, como es el caso del Mad Cool. Nando Cruz, periodista musical y autor del libro Macrofestivales: El agujero negro de la música, señala que muchos de los contratos con festivales “son acuerdos de despacho”.
- Para Cruz, las ayudas a los macrofestivales “son un tema económico, no cultural. Están pensadas para atraer a la gente de fuera”.
- Asimismo, se ha producido un cambio en la percepción de las Administraciones sobre los festivales. Cruz lo ilustra a partir del ejemplo del FIB. Mientras que hace un par de décadas eran los festivales los que se acercaban a los ayuntamientos para intentar lograr financiación, cuando vieron el crecimiento económico que generaban estos eventos, las instituciones públicas empezaron a aumentar sus inversiones en ellos.
- Estas grandes inversiones “son la prueba de que hay un interés enorme por parte de las Administraciones para tener sus propios festivales”. Cruz destaca el caso de Madrid, que “como capital no puede no tener un gran festival”, o el de Galicia, donde un festival que comenzó como un evento del Año Xacobeo se ha terminado asentando gracias a ayudas públicas millonarias.
Subvenciones indirectas. Las ayudas a algunos festivales, como el Primavera Sound o el Sónar, no son directas, sino que se conceden a eventos que tienen lugar dentro de estos festivales, organizados por las mismas promotoras.
- En el caso del Sónar, una ayuda de 300.000 euros está destinada al Sónar +D, un espacio con exposiciones, charlas y debates integrado en el festival musical. Aunque desde el consistorio aseguran que se trata de un evento desvinculado del festival.
- Con el Primavera Sound ocurre algo similar. El Instituto Catalán de las Empresas Culturales destina una subvención de 180.000 euros al Primavera Pro, que también está centrado en la celebración de conferencias y exposiciones.
- Asimismo, la Generalitat Valenciana ha concedido una subvención de 2,3 millones de euros a la Asociación de Promotores de Grandes Festivales de Música de la Comunitat, que incluye, entre otros, al Arenal Sound, al Sónar y al Low Festival. Newtral.es se ha puesto en contacto con la Asociación para conocer cómo se distribuye esta ayuda, pero a fecha de publicación de esta noticia no hemos recibido respuesta.
- En la misma comunidad puede localizarse un caso similar en el convenio de colaboración entre la Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Benicassim para promocionar el turismo de festivales inteligentes, por valor de 250.000 euros.
Otras subvenciones a los festivales. Las cifras de los contratos no siempre incluyen el total de dinero público que llega a los promotores de los grandes festivales. Junto a los contratos mencionados, las Administraciones también destinan partidas de menor magnitud a los festivales mediante contratos menores, que no se han incluido en el cómputo total.
- Por ejemplo, en 2023 la Comunidad de Madrid gastó 1.204 euros (con IVA) en 110 chorizos para regalarlos durante la celebración del Mad Cool. Este tipo de gastos son frecuentes: en 2025 el gobierno regional también destinó 1.137 euros en regalos comprados a una bodega, y otros 941 euros en 2024 en 300 botellas de aceite de oliva.
Nota metodológica. Para la elaboración de este artículo se han consultado los portales de transparencia de los diferentes niveles administrativos en los que se localiza cada festival (ayuntamiento, diputación y comunidad autónoma). Asimismo, también se ha consultado a los respectivos organismos por la adjudicación de las licitaciones. De algunos de ellos no se ha llegado a obtener respuesta a fecha de publicación de la noticia.
Aun así, no se puede asegurar que no se hayan adjudicado más contratos o subvenciones públicas a los festivales. También conviene incidir en que no se han tenido en cuenta los contratos menores a la hora de hacer la suma total de dinero público recibido.
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