Este martes la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ponía como ejemplo el mecanismo adoptado por España y Portugal como vía para “reducir el precio de la electricidad” y proponía que se considerara introducir algo similar a “nivel europeo”. Lo hacía dos días antes de mantener un encuentro con Alberto Núñez Feijóo, a quienes los periodistas le preguntaron sobre la excepción ibérica. “¿Ayer en la reunión le explicó a la presidenta de la Comisión por qué no están de acuerdo con la excepción ibérica, que le llaman timo ibérico, o con el impuesto a las eléctricas que le llaman comunismo envidioso… decisiones no solo aprobadas por la Comisión sino por los 27 en el Consejo?”, le preguntaron.
En su respuesta el líder del PP aseguró que en ningún momento él se había pronunciado en este sentido. Sus palabras exactas fueron: “Usted no ha visto una declaración mía en relación a ese asunto”. Sin embargo, la hemeroteca no refleja lo mismo. Tanto Feijóo como destacados dirigentes de la cúpula popular llevan meses criticando la excepción ibérica.
Feijóo, sobre la excepción ibérica: “No la hubiésemos hecho”
En una entrevista el pasado 14 de septiembre en El Objetivo, el líder del PP criticó la excepción ibérica porque aseguraba que no solo la estaban “pagando los consumidores” españoles sino que implicaba “subvencionar a los consumidores franceses”. Y concluía: “Siendo tan buena la excepción ibérica, por qué Europa no la quiere?”
A continuación aseguró que si él llegara ahora a la Moncloa, suprimiría este mecanismo. “¿Quitaría la excepción ibérica?”, preguntó la periodista Ana Pastor. “Ya le he dicho que sí”, fue su respuesta.
Ese día se mostró en la línea que ya había expresado en una entrevista en El Español en el mes de julio. En ella defendió que si él nunca la habría puesto en marcha: “No hubiésemos hecho esa «excepción ibérica», que lo único que produce es que a uno se les baje la electricidad y a otro se le suba”.
El PP se refería a ella como el “timo ibérico”
Pero no solo Feijóo ha criticado la excepción ibérica, también lo han hecho algunos de los dirigentes que integran la cúpula del PP. El coordinador general del partido, Elías Bendodo, no dudó este verano en calificar el mecanismo como “el timo ibérico”, concepto que también replicó la cuenta oficial de los populares en Twitter.
Para la portavoz en el Congreso, Cuca Gamarra, estaba claro que la excepción ibérica “no era el camino”, según aseguró el 29 de julio. En su opinión, no había funcionado y dudaba de que algún país vecino quisiera adoptar un mecanismo similar: “La excepción ibérica lo que está claro es que no funciona (…) Está claro que este no es el camino. Dudo mucho que el resto de países vayan a adoptar algo que ha quedado claro que no funciona para España y los españoles”.
- Unos meses después, la presidenta de la Comisión Europea ha propuesto, precisamente, extender una herramienta similar a toda la UE.
Para Cuca Gamarra, la excepción ibérica era un “remedio improvisado”
Cuca Gamarra también se pronunció sobre la cuestión cuando España logró el compromiso del Consejo Europeo para poner en marcha la excepción ibérica. Era el mes de marzo y, aseguró, constataba la falta de fortaleza negociadora de Sánchez: “La excepción ibérica es la constatación de una debilidad como país, y ha sido el remedio improvisado de última hora para ocultar que Bruselas ha rechazado sus pretensiones”.
Cuando esta medida tuvo que ser ratificada por el Congreso, el diputado Guillermo Mariscal fue el encargado de defender la postura del PP que, de nuevo, se mostró crítico con ella por considerar que era “una intervención radical” del mercado energético: “La excepción ibérica no es un triunfo, señora vicepresidenta, es la manifestación inequívoca de un fracaso de política energética (…) Supone, sin lugar a dudas, una intervención radical del mercado que genera incógnitas en todos y cada uno de los agentes, productores y consumidores, que va a poner en riesgo inversiones a medio y largo plazo, por ejemplo, en energía renovable”.
Críticas a la excepción ibérica también de los presidentes autonómicos
Desde que se acordó el diseño de este procedimiento, también le llegaron los reproches al Gobierno desde las diferentes comunidades gobernadas por el PP. Cada uno recurrió a un motivo.
Ayuso y los impuestos. En el caso de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, criticaba la medida por ser “un apaño”. En su opinión todo lo que no fuera bajar impuestos no tendría un efecto real en la factura de los hogares. «Creo que todas las medidas que no sean encaminadas a bajar drásticamente impuestos no van a servir. Podrán ser apaños,* pero las familias españolas seguirán pagando los altos costes por luz y carburantes», aseguraba el 27 de marzo.
Moreno y las expectativas generadas por el Ejecutivo. Por su parte, el presidente andaluz aseguró en una entrevista en Las Mañanas de RNE que con la excepción ibérica el Ejecutivo había provocado “frustración” al generar unas expectativas que no se corresponden con el resultado del mecanismo: “El Gobierno está generando frustración, una cierta melancolía en la sociedad. Pasa también con los fondos europeos. Cuando uno crea unas expectativas muy altas sobre cualquier cosa, pues al final se genera frustración (…) Lo estamos viendo con ese pacto ibérico, pacto ibérico que ha generado una frustración porque por lo que había dicho el propio Gobierno eso era prácticamente la solución definitiva”. En contraposición con esto, le pedía “mucha dencia, mucha serenidad, mucha planificación y menos improvisación”.