Ni reuniones familiares de más de diez personas ni grandes aglomeraciones en las tiendas para las compras de última hora. Dsmentimos las falsas creencias sobre la alimentación, teniendo en cuenta que las grandes celebraciones siguen siendo alrededor de una mesa.
Con el regreso del roscón de reyes, los polvorones y las gambas a nuestros hogares a finales de diciembre, también vuelven a difundirse algunas falsas creencias o mitos asociados a la alimentación que desmentimos en Newtral.es con base a las evidencias científicas disponibles hasta ahora.
No hay evidencias de que puedas contagiarte de COVID-19 a través de los alimentos
¿Qué pasa si la persona que cocina está infectada por COVID-19 y no lo sabe? Si ocurre esto, el riesgo de transmisión no estará en los alimentos, sino en otras vías de contagio como la proximidad con la persona infectada si no lleva mascarilla o los aerosoles, finas partículas respiratorias que pueden contener coronavirus y que, tras ser exhaladas, pueden quedar suspendidas en el aire por un tiempo elevado.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “actualmente no hay pruebas de que se pueda contraer la COVID-19 a través de la comida”. De hecho, el SARS-CoV-2 puede ser eliminado a temperaturas similares a las de otros virus y bacterias conocidos que se encuentran en los alimentos. Por ello, “los productos como la carne, las aves de corral y los huevos siempre deben cocinarse bien a una temperatura mínima de 70°C”, señala la OMS.
En el caso de los productos frescos, como las frutas y verduras, tampoco hay evidencias científicas de que la COVID-19 pueda transmitirse a través de ellos.
Asimismo, las autoridades sanitarias descartan por el momento que el SARS-CoV-2 pueda vivir en las superficies de los envases de los alimentos, por eso, no es necesario desinfectar estos productos. “Pero sí hay que lavarse las manos adecuadamente antes y después de manipular los envases”, recuerda la OMS.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos(CDC, por sus siglas en inglés) también señalan que «actualmente, no hay evidencia que sugiera que el hecho de manipular alimentos o consumirlos esté asociado al COVID-19”.
Falsas creencias sobre la alimentación: no, no hay que chupar la cabeza de las gambas por su contenido en cadmio
La ciencia lo tiene claro: cada vez que una persona chupa la cabeza de una gamba está consumiendo pequeñas cantidades de cadmio, un metal pesado perjudicial para el organismo. En 2011, la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), dependiente del Ministerio de Sanidad, ya advirtió que “la mayor fuente de exposición humana al cadmio es la alimentación”.
Presente en los crustáceos y los mariscos, este metal pesado se acumula principalmente en las vísceras de los animales, por eso los expertos hacen especial hincapié en que no es recomendable chupar la cabeza de las gambas.

“Con el consumo diario de alimentos ya llegamos a los niveles máximos de cadmio recomendados, por eso, si a la dieta normal le añadimos productos como cangrejos o las cabezas de las gambas, es probable que superemos la dosis tolerable”, explica a Newtral.es la nutricionista y divulgadora científica Beatriz Robles, experta en seguridad alimentaria.
No obstante, es frecuente oír que “no pasa nada por chupar la cabeza de las gambas de vez en cuando”. ¿Es cierto o se trata de una falsa creencia? Según Robles, “la recomendación es no hacerlo, pero si lo hacemos una vez al año esa exposición extra al cadmio va a ser muy pequeña”.
“Otra cosa diferente es que hagamos todos los domingos paella y consumamos las gambas enteras, entonces el riesgo aumenta. Pero mientras se haga con moderación estas Navidades, no hay que obsesionarse con ello”, añade la experta.
El azúcar es perjudicial, pero no potencia de manera directa e inmediata la COVID-19
En los polvorones, el turrón y el roscón de reyes: el azúcar es uno de los grandes protagonistas de los típicos alimentos navideños. Sobre este producto existe consenso científico: los expertos coinciden en que el azúcar en grandes cantidades es perjudicial para el organismo.
“Mucho azúcar es malo porque la glucosa aumenta los niveles de insulina y mucha insulina provoca una resistencia a su sensibilidad. También se asocia con enfermedades metabólicas”, explica a Newtral.es Nabil Djouder, jefe de grupo de factores de crecimiento, nutrientes y cáncer en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.
Además, el pronóstico grave de algunos pacientes con COVID-19 también está relacionado con altos niveles de azúcar en sangre y condiciones como la obesidad y diabetes. En un estudio español, publicado en octubre en la revista científica Annals of Medicine y liderado por el investigador Javier Carrasco, se ha analizado la asociación entre los niveles de glucosa en sangre y la mortalidad hospitalaria en pacientes no críticos hospitalizados con COVID-19 en España a partir de los datos clínicos de 11.312 pacientes.

Según los resultados de la investigación —que tiene en cuenta a los pacientes hospitalizados, no a las personas asintomáticas o con síntomas leves— “la hiperglucemia puede ser un marcador que favorece que la COVID-19 evolucione peor en pacientes COVID-19 hospitalizados no críticos, independientemente de sus antecedentes de diabetes”, explica a Newtral.es Carrasco, especialista de Medicina Interna en el Hospital Juan Ramón Jiménez (Huelva), quien es el coordinador del Grupo de Trabajo de Diabetes y Obesidad de la Sociedad Española de Medicina Interna.
No obstante, hay que diferenciar entre el consumo regular y elevado de azúcar y la ingesta ocasional y moderada. “No hay evidencias de que el consumo directo e inmediato de azúcar agrave la COVID-19. Es decir, la gente puede creer que tomar una bebida azucarada o un dulce teniendo coronavirus puede agravar sus síntomas y no es así, por eso hay que dejarlo claro”, apunta el científico del Instituto de Biología Molecular de Barcelona, Timothy Thomson, quien investiga sobre las tormentas de citoquinas que causa la COVID-19 en algunos casos graves.
Falsas creencias sobre la alimentación: una copita de vino al día no es “buena para la salud”
Producto esencial en muchos hogares españoles, la OMS advierte que consumir bebidas alcohólicas, aunque sea en pequeñas cantidades, aumenta el riesgo de cáncer y que “la situación ideal para la salud es no beber nada de alcohol”. Sin embargo, cada año se publican nuevos artículos que afirman que beber una copa al día es bueno para la salud.

Los supuestos beneficios del vino se asocian a uno de sus componentes, los polifenoles, a los cuales pertenece el resveratrol. “En principio, el resveratrol es una sustancia saludable que se ha asociado con una reducción de la inflamación relacionada con la aterosclerosis”, explica a Newtral.es el doctor Alfonso Valle, vocal de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), jefe del Servicio de Cardiología del Hospital de Denia y cardiólogo en el Hospital Casa Salud de Valencia.
No obstante, Robles recuerda que “frente a los potenciales efectos beneficiosos, sobre los que no hay evidencias científicas, tenemos la certeza de que el consumo de alcohol es perjudicial”. La Unión Europea también advierte que “un consumo moderado de alcohol aumenta el riesgo a largo plazo de sufrir cardiopatías, enfermedades hepáticas y cáncer”.
Beber alcohol tampoco es “bueno para la resaca”
Del brindis con cava en Nochevieja al vino durante las cenas, el alcohol cobra mayor protagonismo en estas fechas. Para combatir el malestar y el dolor de cabeza que estas bebidas generan se suele recomendar “tomar una cerveza”. De hecho, en inglés hay una expresión coloquial para referirse a la pequeña cantidad de alcohol que se consume para disminuir los efectos de la resaca: hair of the dog.
Pero ni hay evidencias científicas de que beber una pequeña cantidad de alcohol funcione frente a la resaca ni existen otros tratamientos efectivos para paliarla. Es más, a día de hoy no se conocen por completo los mecanismos moleculares que originan el malestar tras la ingesta excesiva de bebidas alcohólicas.
“La búsqueda de un tratamiento contra la resaca es tan antigua como esta dolencia, pero a día de hoy casi no existen ni estudios rigurosos al respecto, ni tratamientos efectivos, ni un especial interés farmacéutico en obtenerlos”, explica a la Agencia SINC Joris C. Verster, investigador de la Universidad de Utrecht (Holanda) y reconocido experto mundial en la materia.
El pan integral no engorda menos que el blanco
Pilar de la dieta mediterránea, el pan es otro de los productos que no suelen faltar en la mesa. Pero es una falsa creencia que el integral siempre engorda menos que el pan blanco. “Si nos fijamos únicamente en los valores nutricionales, veremos que el integral tiene más o menos las mismas calorías que el blanco”, señala Robles.
“Los beneficios del pan integral son otros como su mayor contenido en fibra, que no solo ayuda a una mayor movilidad intestinal, sino que además puede tener efectos positivos sobre la microbiota (los microorganismos, sobre todo las bacterias, que habitan en nuestro intestino)”, añade la experta.
Según una investigación publicada en 2016 en la prestigiosa revista British Medical Journal, el consumo del grano entero del cereal está asociado con un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes e incluso cáncer de colon.
En cualquier caso, Robles destaca que “lo más importante no es fijarse en las calorías de un producto sino en la calidad nutricional de las mismas”.
Falsas creencias sobre la alimentación: las frutas no engordan “solo por la noche”
Después de cada Navidad vuelven a circular por internet recomendaciones y consejos para la pérdida de peso. Pero los expertos advierten de la importancia de mantener una dieta saludable y equilibrada y de no dejarse llevar por falsas creencias como que “las frutas solo engordan por la noche”.
“Es falso. No engordan más dependiendo de a qué hora las consumamos. Las calorías van a seguir siendo las mismas”, subraya Robles, quien explica que “todavía se está investigando el efecto que tienen nuestro reloj biológico en el metabolismo humano y aún no lo tenemos absolutamente claro, por lo que no tenemos que fiarnos de estos mitos”.
Como parte de una dieta saludable baja en grasas, azúcares y sodio, la OMS recomienda consumir más de 400 gramos de frutas y verduras al día para mejorar la salud general y reducir el riesgo de determinadas enfermedades no transmisibles. Por eso, Robles insiste en que, frente a los consejos y recomendaciones sobre nutrición que circulan por redes sociales, “lo mejor siempre es fiarse de las autoridades sanitarias o consultar a un experto”.
Fuentes:
- Entrevista a la nutricionista Beatriz Robles sobre las falsas creencias respecto a la alimentación.
- Entrevista a Javier Carrasco, especialista de Medicina Interna en el Hospital Juan Ramón Jiménez (Huelva).
- Entrevista a Nabil Djouder, jefe de grupo de factores de crecimiento, nutrientes y cáncer en el Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas.
- Entrevista al científico del Instituto de Biología Molecular de Barcelona, Timothy Thomson.
- Entrevista de Newtral.es a Alfonso Valle, vocal de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
- Recomendaciones de la OMS sobre el consumo de azúcar.
- Recomendaciones de la OMS sobre el consumo de frutas y verduras.
- Informe de la OMS sobre la supuesta transmisión de la COVID-19 a través de los alimentos.
- Estudio de la British Medical Journal sobre el consumo del grano entero del cereal.
- Recomendaciones de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan).
- Declaraciones de Joris C. Verster a la Agencia SINC.
Un artículo interesante y necesario.