La factura de la luz de 2021 baja respecto a la de 2018, pero no para todos los hogares, según CaixaBank

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Foto: G. Tbov / Shutterstock
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El año 2021 ha llegado a su fin y el Gobierno incide en que ha cumplido su promesa sobre mantener la factura de la luz en valores de 2018. En los últimos días, la cuenta oficial del PSOE y algunos miembros del Ejecutivo, como la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Pilar Cancela, han compartido en Twitter las conclusiones de un artículo del servicio de estudios CaixaBank Research, que señala que en 2021 “el importe del recibo de la luz mediano fue bastante similar al del año 2018”.

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[Contador de la luz: ¿cuál es el precio de la luz cada hora?]

El jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, se comprometió a que la factura de la luz de 2021 fuera de “una cuantía semejante y similar” para “todos los ciudadanos con un consumo medio”, como recoge una entrevista del periódico El País publicada el 5 de septiembre de 2021. El Gobierno matizó sus palabras después. En diciembre, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, sustituía a “todos los ciudadanos con un consumo medio” por “el conjunto de los hogares españoles (…) pagará en promedio”.

Sin embargo, del estudio de CaixaBank se extrae que la evolución del precio de la electricidad no ha sido igual para todos los consumidores. Pese a reconocer que el recibo mediano de 2021 es inferior al de 2018 (es decir, el del consumidor medio, sin tener en cuenta los valores extremos, que sí se consideran cuando se hace la media, habitualmente llamada también el promedio), casi cuatro de cada 10 hogares –cuya factura depende del coste de la luz en el mercado mayorista– “han tenido subidas en el recibo”, excepto los que tienen facturas de un importe menor dentro de ese grupo y suelen recibir el “bono eléctrico”, como apunta a Newtral.es Josep Mestres, economista en CaixaBank Research y coautor del artículo con Alberto Graziano.

[Casi cuatro de cada 10 hogares, fuera de la promesa de pagar lo mismo por la luz que en 2018]

Te explicamos cómo se pueden comparar los datos de la factura de la luz de 2021 con los de 2018 y qué consumidores han percibido en sus bolsillos la variación del precio de la electricidad.

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El importe del recibo de la luz depende del tipo de contrato y de la cantidad consumida

El estudio de CaixaBank busca evaluar el “impacto final” del incremento de los precios de la luz en el mercado mayorista sobre la ciudadanía. En su introducción reconoce que, “a pesar de todos los acontecimientos”, el coste de la luz para el consumidor mediano “fue bastante similar al del año 2018”. Pese a ello, incide en que el resultado “cambia radicalmente” si se tiene en cuenta el tipo de contrato y la cantidad consumida.

En concreto, el estudio divide a los consumidores entre mercado libre y regulado. En el primero, el recibo mediano en 2021 fue 41 euros menor que en 2018, mientras que en el segundo fue de 20 euros mayor.

El mercado libre aglutinaba en 2020 a alrededor del 63% de los consumidores, según el último informe de supervisión de los cambios de comercializador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Para ellos, el precio de la energía está fijado en un contrato entre la comercializadora y el consumidor, que, como matizó a Newtral.es, Jorge M. Uribe, profesor de Economía y Empresa de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), salvo posibles excepciones, no está relacionado con las variaciones del precio mayorista de la luz. Por el contrario, en el mercado regulado, la factura depende del coste de la luz en el mercado mayorista.

Así, quienes se ven afectados directamente por el aumento del precio de la luz en el mercado mayorista son los clientes que pertenecen al mercado regulado. Estos son unos cuatro de cada diez consumidores, también de acuerdo con la CNMC como recoge el propio estudio de CaixaBank.

Además, en el artículo, los clientes de mercado libre y regulado se dividen a su vez por importe del recibo. De esta forma, en el mercado libre los precios de la factura de la luz se han reducido respecto a 2018 en todos los hogares. Frente a este resultado, se encuentra el del mercado regulado. En él los valores aumentan para los consumidores que gastan un importe medio y alto, aunque disminuye para los recibos de menor coste.

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La factura de la luz de 2021 del consumidor medio, mayor que la de 2018 en el mercado regulado

La reducción del IVA, entre otras medidas del Gobierno, puede haber servido para atenuar el efecto del incremento del coste de la electricidad. Aun así, los hogares del mercado regulado han pagado “más” por la luz que en 2018. De hecho, según Josep Mestres, coautor del estudio, todos ellos “han tenido subidas en el recibo”, a excepción de quienes partían de facturas de menor importe, y que, señala Mestres, “seguramente son los que tienen ayudas con el bono eléctrico”.

[¿Es más barato el mercado libre en la factura de la luz?]

Además, no solo estos consumidores podrían percibir el aumento del precio de la electricidad. Una vez los contratos del mercado libre se actualicen y renueven, “parte del aumento de precios en el mercado mayorista en 2021 puede trasladarse” también a estos hogares, como apunta el artículo de CaixaBank.

¿Para comparar la factura de la luz de 2021 con la de 2018 hay que tener en cuenta la inflación?

El presidente del Gobierno también señalaba en su promesa que, para los cálculos del Ejecutivo, se descuenta el IPC del precio de la luz. Sin embargo, para Jorge M. Uribe, profesor de Economía y Empresa en la UOC, esto “no tiene sentido”. “Si ajustas la factura teniendo en cuenta la inflación, estás quitando el efecto del aumento del precio de la electricidad”, expone.

En particular, según un informe del Banco de España sobre el papel del coste de los derechos de emisión del CO2 y del gas en la variación de los precios de la electricidad, el aumento del precio de la luz explica “cerca de una tercera parte” del aumento del IPC interanual del país entre diciembre de 2020 y junio de 2021. 

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Así, ajustar el coste de la factura de la luz al IPC implicaría que pierdes el componente de la electricidad que se encuentra en la inflación, explica Uribe. El profesor sugiere que no solo se mantenga el IPC sino que también se valore si ha habido una reducción en la cantidad de electricidad consumida. “Incluso si pagas exactamente lo mismo ahora que en el 2018, pero los precios ahora son mucho más altos que en el 2018, quiere decir que redujiste tu consumo de electricidad”, agrega.

El estudio de CaixaBank ofrece los valores nominales, es decir, sin ajustar el precio al IPC. Aun así, según Mestres, “no cambia lo que ha pasado con los precios”. No obstante, destaca que, para interpretar los resultados, hay que ser consciente de si está incluida la inflación o no.

¿Por qué se escoge 2018 como año con el que comparar la factura de la luz?

En la promesa del Gobierno se contempla 2018 como año base de la afirmación sobre la factura de la luz. Se trata del año en el que se produce la moción de censura y termina la legislatura de Mariano Rajoy. Además, es el año en el que las tarifas del mercado mayorista “son muy similares al promedio que había en el primer semestre de 2021”, expresa el coautor del estudio Josep Mestres.  

Por esa razón, como año de referencia se excluyen 2020, marcado por la pandemia, y 2019, con “precios muy bajos de electricidad”, indica Mestres. Aun así, en el informe hay datos de 2021 comparados respecto a 2019 y a 2020.

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