La gestión y ejecución de los fondos europeos entró en el debate del pleno del Congreso el pasado 10 de octubre, cuando la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, advirtió que es “un reto” ejecutar los fondos europeos que tiene asignados España.
Arrimadas explicó que lo considera así porque «venimos de una trayectoria en la que España ha ejecutado muchos menos fondos europeos de los que podría haber ejecutado. Si uno revisa la serie histórica, constantemente, cada año España ha dejado en un cajón mucho dinero sin ejecutar» (pág. 32 diario de sesiones).
Sin embargo, España ha ejecutado el 99% de los fondos europeos que tenía asignados para el último programa ya cerrado (2007-2013) y 96,4% del Fondo de Cohesión (FC) del programa 2000-2006, como confirma la Comisión Europea a Newtral.es. Además, tiene hasta 2023 para ejecutar los fondos del programa 2014-2020, de los que tiene comprometidos el 100%, como consta en la web de la Comisión Europea. En Newtral.es hemos preguntado al equipo de prensa de la presidenta de Cs, que ha respondido que se trata de «datos públicos».
España ejecutó el 99% de los fondos europeos del plan 2007-2013
Los recursos europeos se reciben en planes de seis años a través de varios fondos estructurales diferentes. En el plan 2007-2013, el último del que se dispone de datos finales, se muestra que España ejecutó y recibió el 99% de los 34.677 millones que tenía asignados, como se puede ver en la web de la Comisión Europea.
Para el programa 2000-2006, se gastó el 99,7% del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) y 96,4% del Fondo de Cohesión (FC), como confirman a Newtral.es desde el organismo europeo.
Una ejecución del 49% del plan vigente, pero con dos años más de margen
Sobre el plan vigente, 2014-2020, España cuenta con más de 60.000 millones de euros de financiación de la UE, de los que tiene decididos el 100% y ha ejecutado, hasta ahora, el 49%, como figura en la web de la Comisión Europea.
Aunque todavía cuenta con plazo hasta el 31 de diciembre de 2023 para gastar el resto por el mecanismo se conoce como la regla n+3, que amplía a tres años el plazo para ejecutar la asignación financiera de cada programa operativo, explican desde Hacienda a Newtral.es.Por ahora, España se encuentra por debajo del promedio de ejecución europeo, del 57%, y por debajo de otros países como Francia, con el 60%, o Portugal, que ha implementado el 63% de su presupuesto.
La tendencia del sur de Europa: agotar los plazos de ejecución
Jorge Soto, socio director del área de consultoría de Idel, que gestiona fondos europeos para la Administración pública, entre otros, explica que “normalmente los fondos europeos al final se acaban ejecutando porque los ministerios sí que tienen la capacidad de absorber gasto que por parte de la Administración local o autonómica no se consigue absorber”. Por eso también la tendencia en España es agotar el plazo del n+3.
“Estas circunstancias se dan sobre todo en el sur de Europa; España, Italia, Grecia, Portugal, etc., donde los montos que se negocian suelen ser bastante elevados respecto al dinero que manejan Alemania u Holanda, y muchas veces se pide más de lo que se puede ejecutar. Pero, al final, los ministerios hacen sus cábalas para trasladar gasto no recurrente y consiguen meter aquellos gastos que tendrían cabida dentro de las especificidades de cada fondo para mejorar los niveles de absorción”, señala Soto.
En el gráfico se puede ver cómo algunos años se acumulan pagos de distintos programas por ese retraso en la ejecución.
La cofinanciación y la burocracia: dificultades para la ejecución de fondos
La asignación a España de los fondos de recuperación Next Generation ha puesto sobre la mesa de nuevo el debate sobre la capacidad de España para ejecutar toda la cantidad ofrecida. Pedro Muñoz, CEO de Labe Abogados, que asesora en la presentación de proyectos asociados a los fondos europeos Next Generation, considera que el mayor reto de los Next Generation es impulsar los proyectos tecnológicos.
“Los fondos están pensados para el cambio de ciclo económico, enfocados en la descarbonización y la digitalización. Hacen falta proyectos tecnológicos y eso es de lo que España no puede presumir. Se van a conseguir muchos recursos en las compañías de energías renovables, automoción y la economía digital, pero faltan proyectos”, señala.
En el caso de los programas anteriores, las dificultades varían, y Soto recalca dos trabas para la ejecución de los fondos: la burocracia y la capacidad de las propias Administraciones para aportar los fondos necesarios para la cofinanciación.
“Ese dinero que España distribuye entre comunidades autónomas, ayuntamientos y demás tiene que pasar por la burocracia de las propias Administraciones y la capacidad de la cofinanciación, que ese es uno de los principales problemas. Por ejemplo, de cada 100 euros, la CAM tiene que poner 50, y no siempre tienen la facilidad de poner. A veces tienen que endeudarse, pero luego por la regla de gasto les genera problemas”, añade Soto.
Este consultor también resalta que la ejecución no depende solo del Gobierno central, ya que este es el organismo intermedio entre la Comisión y los ejecutores de los fondos, pero el aprovechamiento de los fondos depende, en gran medida, de otros actores como los gobiernos locales.
Resumen
Aunque la tendencia de España es la de ir con retraso en la ejecución de fondos europeos, como hemos visto, la cantidad que se queda sin ejecutar es pequeña, de entre el 1 y el 5%, por lo que consideramos que la afirmación de Arrimadas es engañosa.