En la década de los 80, una familia de origen coreano llega a Estados Unidos en busca de una vida mejor. Tras unos años en California, Jacob y Monica no consiguen un trabajo que les llene. La ambición de Jacob llevará a la familia hasta Arkansas, donde el patriarca pretende convertirse en granjero.
La historia, cuyo título en España lleva el sobrenombre Historia de mi familia, tiene tintes autobiográficos. El director y guionista, Lee Isaac Chung, se mudó a Arkansas cuando era pequeño. Su padre inspiró la creación de Jacob, el personaje que interpreta el conocido actor de The Walking Dead, Steven Yeun. “La mayoría de los elementos de la película se basan en algo”, explicó Chung en Decider. El padre del director, como el del pequeño David (Alan S. Kim) también perseguía el sueño de ser granjero.
El director de Minari, Lee Isaac Chung reconoce que ha tratado de crear una historia universal, y cree que su objetivo se ha cumplido. “Puede ser la ocasión de ver a un americano coreano que explica nuestra historia, pero me he dado cuenta de que esos personajes significan mucho también para la gente de Arkansas, o de Nueva York, o de donde sea”, explica Chung.
Esto es así porque, a pesar de su punto de partida, la película no trata de ofrecer únicamente un relato sobre la inmigración. Minari cuenta la historia de la familia Yi, como podría contar la de cualquiera que trata de darle una vida mejor a sus hijos. Es la historia del sueño americano que Hollywood ha contado ya muchas veces, pero cuyos protagonistas no son, esta vez, originarios de Estados Unidos.
La segunda generación de coreanos estadounidenses cuenta la historia de sus padres
En 1965, el presidente Lyndon B. Johnson aprobó la Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1965, en parte en respuesta al movimiento por los derechos civiles, que facilitó la llegada de migrantes, especialmente desde Asia o América Latina. La producción del film está compuesta casi en su totalidad por coreanos estadounidenses, muchos de ellos hijos de inmigrantes que buscaban contar otro tipo de historia americana: la suya.
El director pertenece a esta segunda generación de coreanos estadounidenses, pero reconoce que no ha tratado de crear una obra que tratase esencialmente sobre la identidad. “Intencionadamente he tratado de hacer una película sobre esta familia (…) Siento como si la gente no supiera ver películas excepto a través de las lentes del discurso que está ahí afuera”, relata Cheung en The New York Times.

“Recuerdo la llegada de nuestra familia a un remolque en un prado de la meseta de Ozark y la conmoción de mi madre al saber que ese sería nuestro nuevo hogar. Recuerdo el olor de la tierra recién arada y la forma en que su color agradaba a mi padre. Recuerdo el riachuelo donde arrojaba piedras a las serpientes mientras mi abuela plantaba un vegetal coreano que crecía sin esfuerzo”, relata Chung al evocar recuerdos que ha trasladado a la gran pantalla. El vegetal al que se refiere es el apio de agua, conocido en coreano como minari, la planta que da nombre a la película.
El director explica que, pese a todo, la película no debe entenderse como un documental sobre su vida. “Mi padre me dijo que vino a los Estados Unidos a causa de las películas de Hollywood. El sueño americano para él estaba basado en lo que veía en las películas (…) No quería criticar simplemente el sueño americano o decir que es falso. Estaba más interesado en lo que hay dentro de nosotros que desea ese sueño, hasta el punto de que hacernos tomar un riesgo tan grande”, explica el creador en The Hollywood Reporter.
La cinta estadounidense compitió como película en lengua extranjera en los Globos de Oro
El film está rodado, principalmente, en coreano, lo que ha provocado que los Globos de Oro, la incluyan en la categoría de mejor película en lengua extranjera (categoría que habitualmente se traduce en medios hispanos como “de habla no inglesa”).
Sin embargo, la película es estadounidense (la produce Brad Pitt, a través de su compañía Plan B), por lo que dicha categorización ha despertado polémica, ya que, aunque algunos estados sí que tienen declarado el inglés como idioma oficial, el país no cuenta con ninguna lengua oficial a nivel federal.
«Los padres fundadores no vieron la necesidad de declarar una”, contó a CNN el Dr. Wayne Wright, profesor de Lengua y Literatura en la Purdue University. Desde 2005, cada dos años el congresista republicano Steve King remite al Congreso la Ley de Unidad del Idioma Inglés tratando de lograr que el inglés sea la lengua oficial del país, pero el proyecto nunca ha obtenido los apoyos necesarios.

Según las reglas de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, encargada de otorgar los Globos de Oro, solo las películas con más del 50% de su diálogo en inglés son elegibles para competir en la categoría de mejor película. Los Oscar sí lo permiten. Sin ir más lejos, la coreana Parásitos logró en 2020 que una película en otra lengua se hiciera con el gran premio, por primera vez en la historia del certamen.
La categorización de los Globos de Oro ha generado un debate social
Según una estimación de la Oficina del Censo de los Estados Unidos, un 21,6% de los residentes del país hablan otra lengua diferente al inglés cuando están en casa. Suele decirse que Estados Unidos es un país construido por inmigrantes y de eso, precisamente, habla Minari, de una familia de origen coreana cuyo objetivo es echar raíces en tierra estadounidense, vivir el sueño americano.
La polémica de los Globos de Oro ha hecho que la película genere cierto debate. «La suposición es que si tienes rostro asiático, no debes ser de aquí”, criticaba la socióloga y autora de Reel Inequality: Hollywood Actors and Racism, Nancy Wang Yuen en CNN.

«Es genial que se estén haciendo estas películas, pero es terrible que estén en las categorías de idiomas extranjeros», dice Yuen. «No deberíamos ser castigados por contar historias de estadounidenses que no se han contado antes”. La socióloga cree que considerar Minari como “una película extranjera”, no ayuda a acabar con “el estereotipo perpetuo de extranjeros con el que los estadounidenses de origen asiático están lidiando”.
Su director, Lee Isaac Chung, está contento con la conversación que ha generado esta categorización. “Tenemos todo tipo de categorías para etiquetar a las personas. Tratamos de definir su lugar en un país, y creo que es bueno cuando se desafían las categorías que nosotros mismos establecemos, especialmente cuando la gente siente que dichas categorías no les definen», afirma Chung en una entrevista concedida a la web Goldderby. «Siento que este tema ha suscitado cierto diálogo, y espero que continúe». En España podrá verse en cines a partir del 12 de marzo.