El portavoz de Catalunya en Comú y diputado en el Congreso de los Diputados por En Comú Podem, Joan Mena, escribió el pasado lunes 26 de abril en Twitter que “durante 2019, dos de cada diez ataques terroristas en el mundo fueron perpetrados por la extrema derecha”. El dato es engañoso. Se trata de una cifra válida solo en Occidente y en 2018, no en todo el mundo. El fenómeno va en aumento, según la ONU.
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El departamento de prensa de Catalunya en Comú ha respondido a Verificat que Mena se equivocó con la cifra y ha remitido a una información de la Fundación Rosa Luxemburg que destacaba que, según el Índice Global de Terrorismo, “los atentados terroristas calificados como de extrema derecha han crecido un 320% en todo el mundo”, dato que Mena también destacó en rueda de prensa.
La cifra viene del informe Índice de Terrorismo Global correspondiente a 2019 del Instituto para la Economía y la Paz (IEP), que señala el aumento de este tipo de violencia específicamente en los últimos cinco años en América del Norte, Europa Occidental y Oceanía, y destaca que en 2019 las detenciones por este tipo de ataques llevaban tres años al alza. El informe apunta que un 17,2% de los atentados perpetrados en Occidente (como término para aglutinar a estas tres regiones) en 2018 fueron a manos de la extrema derecha, frente al 6,8% a manos de islamistas, mientras que los atribuidos a la extrema izquierda, tradicionalmente más presente, cayeron prácticamente a cero. Un 62,8% de los ataques no se atribuyen a ningún grupo.
Como ejemplos, el informe citaba dos ataques de ese año. En marzo, en Nueva Zelanda, un hombre armado atacó dos mezquitas en Christchurch y mató a 51 personas. Cinco meses después, en El Paso (Texas), otro hombre armado disparó y mató a 23 personas (inicialmente, 22, y unos meses después, un herido acabó falleciendo).
El terrorismo en Occidente, la minoría del mundo
En el mismo informe se señala (en la página 5) que el nivel de terrorismo político había sido mucho más alto en el pasado: en los últimos diez años ha habido 322 ataques terroristas clasificados como de extrema izquierda o de extrema derecha, en comparación con los 1.677 ataques entre 1970 y 1980.
El mismo informe, pero correspondiente a 2020, explica (en la página 63) que “el terrorismo en Occidente constituye una pequeña fracción del terrorismo total en el mundo”: de los 236.422 muertos por terrorismo en todo el mundo entre 2002 y 2019, 1.215 ocurrieron en Occidente (un 0,51% del total). Sin embargo, sigue el informe, “el terrorismo en Occidente es notable porque ocurre casi por completo fuera del contexto de un conflicto o guerra en curso”, mientras que, fuera de Occidente, “más del 95% de todas las muertes por terrorismo se produjeron en países involucrados en un conflicto en curso”.
Los terroristas de extrema derecha
Pero ¿qué se entiende por terrorismo de extrema derecha? “Los expertos han identificado el terrorismo de extrema derecha –también referido como terrorismo de ultraderecha, motivado por razones raciales o éticas– como una forma única de violencia política, a menudo con fronteras borrosas entre el crimen de odio y el terrorismo organizado”, explica la Oficina de la Lucha contra el Terrorismo de la ONU en un documento en el que alerta del aumento tanto de las muertes causadas por este tipo de ataques como de las detenciones realizadas antes de que el atentado se haya llegado a perpetrar.
“No es un movimiento definido de manera fácil o coherente, sino de un conjunto de individuos complejo y cambiante que superpone grupos y movimientos (online y offline) con ideologías diversas, pero relacionadas y a menudo vinculadas con el odio y el racismo hacia minorías, xenofobia, islamofobia o antisemitismo”, agrega el organismo internacional, que lamenta que la definición puede variar en función de los países, lo que dificulta entender el fenómeno en todo su conjunto.
En esta línea, Rafa Martínez, catedrático de Ciencia Política y experto en Seguridad de la Universidad de Barcelona, explica a Verificat que en términos científicos el terrorismo se divide en cinco grandes grupos: el de extrema derecha, el de extrema izquierda, el nacionalista, el de grupos religiosos y el de Estado. “Si no hay nadie que se atribuya el atentado, no se puede considerar terrorismo […] el terrorismo tiene vocación de permanencia en el tiempo” y busca generar terror en la sociedad más allá de las muertes de un atentado en concreto.
“Aunque los datos oficiales indican que el número de incidentes terroristas de la extrema derecha es relativamente bajo, las investigaciones apuntan a que estos acontecimientos han aumentado en número e intensidad en los últimos años”, señala la ONU. A finales de 2019, Alemania informó de que había identificado más de 32.000 extremistas de extrema derecha en el terreno, según un informe del Ministerio de Interior (esta noticia en inglés de la televisión pública DW lo explica). En Reino Unido, la policía del departamento de North West también ha emitido una circular en este sentido.
Minoría de los ataques en Europa
El Informe de situación y tendencias del terrorismo de la Unión Europea en 2020 elaborado por la Europol destacaba (en la página 11) que los atentados de extrema derecha siguen siendo minoritarios en Europa: hubo seis de 119 en 2019, uno de 129 en 2018 y cinco de 205 en 2017. Es decir, en el último año con cifras disponibles los atentados de la extrema derecha supusieron el 5%.
Los grupos étnicos o separatistas lideraron los atentados en 2019, con 57, seguidos de la extrema izquierda y anarquistas, con 26, y los yihadistas, con 21, según los datos de Europol.
El IEP destaca que casi el 60% de los ataques de extrema derecha de 1970 a 2018 han sido perpetrados por personas no afiliadas a ningún partido o grupo. En esta línea, Annelies Pauwels, investigadora en terrorismo y radicalización y coordinadora de proyectos de investigación en SOCAB, argüía en el informe del IEP (página 82) que el hecho de que las cifras oficiales sobre ataques de la derecha sean más bajas en Europa “se debe en parte a las dificultades para distinguir los delitos terroristas de la derecha de los delitos motivados por el odio”. Sin embargo, citando datos del informe de la Europol de 2019, concluía que Europa vio en 2019 un aumento del número de detenciones vinculadas al terrorismo de derecha por tercer año consecutivo.
¿Y en Estados Unidos?
En la página 36 del informe de 2019 del IEP se presentan las cifras de los Estados Unidos, que revelan que, en 2018, 28 de los 57 ataques terroristas fueron cometidos por extremistas de extrema derecha, 27 por perpetradores desconocidos y dos por extremistas inspirados en el yihadista.
De hecho, el informe de Evaluación de amenazas nacionales (octubre de 2020) del Departamento de Seguridad Nacional estadounidense destaca (en la página 18) que ocho de los 16 ataques mortales y 39 de los 48 muertos en ataques terroristas que representaron una amenaza para la vida en los Estados Unidos en 2018 y 2019 fueron de extremistas supremacistas blancos. El Departamento de Seguridad Nacional considera que “los extremistas violentos por motivos raciales y étnicos, específicamente los extremistas supremacistas blancos, seguirán siendo la amenaza más persistente y letal” en Estados Unidos.
También añade (en la página 17) que la pandemia de coronavirus ha creado “un entorno que podría acelerar la movilización de algunas personas hacia la violencia selectiva o la radicalización hacia el terrorismo”, debido al distanciamiento social (que puede conducir al aislamiento social, que se asocia con depresión, mayor ansiedad y alienación social) y a la conjuntura económica, como despidos inesperados, que “pueden aumentar los factores de riesgo asociados con la radicalización hacia la violencia y la voluntad de participar en actos de violencia selectiva”.
Resumen
Después de revisar las cifras, se puede comprobar que aunque los ataques terroristas de la extrema derecha han aumentado, no suponen el 20% en todo el mundo, como señala el diputado Joan Mena. El dato al que se refiere Mena, un 17% en realidad, se circunscribe a América del norte, Europa occidental y Oceanía, por lo que la afirmación es engañosa. Según el último informe de Europol, en 2015 supusieron el 5% en el continente europeo.
Este artículo es fruto de la colaboración entre Newtral y Verificat.