Después de anunciar las nuevas previsiones sobre la llegada de vacunas al país, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, advirtió que se trataba de un logro europeo: “Este es uno de los principales éxitos de la Unión Europea, que hemos actuado unidos. No ha habido nadie por libre”, señaló durante una rueda de prensa el 6 de abril tras el Consejo de Ministros.
La Comisión Europea y los Estados miembros llegaron a un acuerdo para la compra y suministro centralizado de vacunas por parte de la UE, pero eso no ha impedido que algunos países se hayan deslindado de esa estrategia y hayan buscado alternativas a ese plan por el retraso en la llegada de dosis, frente a lo que dice Sánchez.
Por ejemplo, Hungría y Eslovaquia han llegado a acuerdos por su cuenta para la adquisición de vacunas de Rusia y China y otros países como Austria o Dinamarca se han aliado con Israel para desarrollar su propia capacidad nacional de producción.
Una estrategia conjunta
El 17 de junio la Comisión Europea presentó la estrategia de la UE para la adquisición de vacunas y un día después se publicó el acuerdo conjunto con los países miembros. En él, se establecía que la Comisión se encargaría de poner en juego el poder de negociación de toda la UE para llegar a compromisos anticipados con los productores de vacunas.
De esta forma, se celebraron contratos con seis farmacéuticas para la adquisición de vacunas una vez que se demostrara que eran seguras y eficaces. Cuatro de ellas ya se están suministrando, después de que la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aprobara su uso, mientras que otras dos todavía están a la espera.
Pero la estrategia conjunta no ha impedido que varios países hayan buscado sus propios acuerdos al margen de la UE.
Hungría y Eslovaquia encabezan las fisuras del plan
Hungría fue el primer país en romper filas con la estrategia de la UE al anunciar la compra de la vacuna rusa Sputnik V a comienzos de año. Aunque la EMA todavía no ha autorizó su uso, el Instituto Nacional de Farmacia y Sanidad Alimentaria de Hungría (OGYÉI) aprobó una autorización provisional para el uso de emergencia del medicamento.
El 18 de enero, en un comunicado, Hungría aseguró que “el Gobierno considera que el ritmo de entregas de vacunas coordinadas por la UE va a ser lento, por lo que también se ha dirigido a la adquisición de vacunas orientales (china, rusa) para que la vacunación masiva de la población y el levantamiento de las restricciones pueda comenzar tan pronto como sea posible”.
Poco después, en febrero, el primer ministro húngaro Viktor Orbán anunció en su cuenta de Facebook que se encontraba hablando con el presidente de China sobre la “vacuna y grandes inversiones a la vista”. En una entrevista Orbán lo volvió a justificar: “Podemos hablar de esperar esto y aquello, pero perdemos cien húngaros cada día que esperamos. Así que no estoy esperando”.
Hasta ahora, el Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) registra que se han administrado 388.475 dosis de la vacuna rusa en el país y 877.881 de la BBIBP-CorV de China.
Pero Hungría no ha sido el único país en buscar alternativas al retraso en la llegada de dosis por parte de la UE. El 1 de marzo el primer ministro de Eslovaquia anunció que había acordado la compra de dos millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V. Por ahora, el país ha recibido 200.000 dosis, pero todavía no ha comenzado a administrarlas.
En Austria, aunque todavía no se ha concretado la compra, el canciller Sebastian Kurz señaló el 31 de marzo que esperaba acordar la compra de un millón de dosis de Sputnik V en una semana, tras una reunión con el embajador ruso. “Todavía estamos en la coordinación detallada y hemos tenido discusiones durante semanas”, añadía en un tuit.
Sobre la intención de adquirir dosis de la vacuna rusa, el primer ministro italiano, Mario Draghi, también manifestó en una rueda de prensa el pasado 19 de marzo que “se busca el estar juntos, pero aquí se trata de la salud. Si la coordinación europea funciona, hay que seguirla. Si no funciona, tienes que ir por tu cuenta” (min. 47:50).
Otros países como Polonia o la República Checa también anunciaron que habían contactado con las autoridades chinas sobre el suministro de la vacuna china Sinopharm.
Desde la Comisión Europea explican a Newtral.es que “los Estados miembros son libres de comprar lo que estimen conveniente”, siempre que se refiera a marcas de vacunas que no estén dentro de los seis contratos de compra anticipada realizados por la Comisión, por lo que los países que han adquirido la Sputnik V o alguna de las vacunas chinas no han incumplido con los compromisos del plan europeo.
Otras estrategias ante el plan de la UE
El 4 de marzo, en un encuentro conjunto, los representantes de Austria, Dinamarca e Israel anunciaron una nueva alianza para desarrollar su propia capacidad nacional de producción ante la perspectiva de necesitar más vacunas en el futuro.
Días antes el canciller austriaco aseguró que la EMA era “muy lenta” en la aprobación de vacunas. El político ya había criticado antes que la estrategia de la UE se había convertido en un “bazar”.
Aunque Sánchez no precisa a qué parte de la estrategia de vacunación de la UE se refiere, ha habido otros puntos en los que algunos países se han desmarcado, como la propuesta sobre la creación de un pasaporte sanitario. Francia y Bélgica, por ejemplo, se mostraron contrarios a esta propuesta, pese a que al final el 17 de marzo se llegó a un acuerdo para crear un certificado digital verde que incluya información individual sobre la vacunación, las pruebas y la recuperación para facilitar la libre circulación dentro de la UE.
Conclusión
Desde Newtral.es hemos consultado al equipo de Presidencia a qué se refería el presidente con su afirmación sobre que “hemos actuado unidos” y que “no ha habido nadie por libre” en la estrategia de vacunación, pero no hemos obtenido respuesta.
Por tanto, vemos que en su afirmación, Pedro Sánchez apunta elementos ciertos con otros que no lo son. Por un lado, la UE sí ha acordado una estrategia conjunta con seis empresas farmacéuticas para el suministro de vacunas. Sin embargo, varios países, como Hungría o Eslovaquia, han considerado esta estrategia insuficiente y han decidido negociar por libre un suministro adicional de dosis de China o Rusia. La declaración es engañosa.